¿De qué manera puede afectar el lupus a la piel?
Hoy es uno de esos días en los que seguro que oyes hablar sobre el lupus, una enfermedad que sigue siendo una gran desconocida para muchas personas. Por eso es necesario que se visibilice la enfermedad, con motivo de la celebración del Día Mundial de esta enfermedad reumática autoinmune sistémica (ERA). En ella, tal y como nos cuentan desde la Sociedad Española de Reumatología, el sistema inmunológico se “confunde” y produce anticuerpos que atacan el propio organismo, provocando inflamación, daño en articulaciones, en músculos y en otros órganos como piel, riñones, corazón, pulmones, etc. Se calcula que afecta a más de 80.000 personas en España y 5 millones en todo el mundo. De todos sus tipos el más habitual es el lupus eritematoso sistémico, cuya prevalencia en nuestro país es de 40-50 casos por cada 100.000 habitantes.
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Una enfermedad autoinmune
Se trata de una enfermedad autoinmune que puede afectar a cualquier órgano y que ataca principalmente a mujeres (9 de cada 10 pacientes son del sexo femenino). La edad promedio de inicio de la enfermedad es de 30 años, aunque puede afectar a personas de cualquier edad, desde niños hasta ancianos.
“En concreto aparece con la sobreestimulación de las células B, que provoca la producción de anticuerpos que atacan a las propias células del cuerpo. Esto causa daños en la piel, las articulaciones, riñón y otros órganos”, explica el Dr. José Luis López Estebaranz, presidente del Colegio Iberolatinoamericano de Dermatología (CILAD).
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¿Cuál es su causa?
Los expertos siguen buscando respuestas en busca de su origen pero, por el momento, su causa es desconocida, si bien es cierto existe evidencia de la influencia de la genética y otros factores desencadenantes como las infecciones, el cambio hormonal, la radiación ultravioleta o el tabaco, entre otros. “Algunos de estos factores son prevenibles y otros muy aconsejables como la dieta mediterránea o la práctica de ejercicio físico”, nos contaba la Dra. Sara Manrique, reumatóloga del Hospital Regional Universitario de Málaga. “Es fundamental que los pacientes conozcan todos los aspectos relacionados con su enfermedad, se impliquen y consoliden hábitos de vida saludables que les ayudará a hacer frente a su afección”, asegura la especialista en Reumatología.
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El lupus y la piel
Como decíamos, el lupus eritematoso sistémico (LES) afecta a muchas partes del cuerpo, entre ellas la piel. Los pacientes de esta patología pueden presentar manifestaciones cutáneas. Los expertos insisten en que resulta difícil de diagnosticar, puesto que cada paciente presenta un patrón diferente de síntomas. En aquellos casos en los que afecta a la piel, se manifiesta con erupciones, lesiones escamosas o ampollas que llegan a provocar la pérdida de cabello, úlceras en las mucosas -sobre todo dentro de la boca, de la nariz y de la vagina- y calcinosis.
Pero es que, además, estas llagas también pueden provocar la aparición de cicatrices, cambios en el color de la piel o erupciones en forma de mariposa en las mejillas, la nariz o las extremidades con aspecto de quemadura solar.
Por otra parte, también nos detallan que aquellos pacientes con problemas en los vasos sanguíneos pueden encontrarse con cambios en la tonalidad de la piel en ciertas partes de su cuerpo, desde pequeñas petequias que aparecen en la parte inferior de las piernas hasta un eritema palmar que enrojece las palmas de las manos, pasando por el entumecimiento de los dedos de las manos y los pies.
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Cómo tratar los problemas en la piel
Lo primero que han de tener en cuenta los pacientes con lupus que ven afectada su piel es acudir a un especialista para consultar qué posibles terapias se pueden seguir, sobre todo si aparecen molestias físicas, como dolor o picazón. En ese caso, se ha de recurrir a fármacos, siendo los que más se utilizan para ello los antiinflamatorios, inmunosupresores y esteroides. Aunque en ocasiones se opta por terapias biológicas que alteran ciertas proteínas del sistema inmunológico.
Además, también hay determinados hábitos que pueden ayudar a prevenir la aparición de síntomas o a aliviarlos en el caso de que aparezcan, como protegerse del frío en aquellos casos en los que el paciente padece entumecimiento en sus dedos, o evitar el sol. “El lupus suele generar sensibilidad a la luz ultravioleta, por eso es recomendable usar de forma continua y en aquellas zonas que se expongan al sol una crema protectora de amplio espectro con un SPF de 60 o más, que bloquee los rayos UVA y UVB”, indica López Estebaranz.
Para paliar este efecto también se pueden utilizar prendas de ropa o complementos en casa, como cortinas, que protejan la piel de los rayos solares, y evitar actividades al aire libre en aquellas horas del día en los que el sol está más alto y es más agresivo.