Una agenda reducida, un equipo médico VIP y bolsas de sangre en el avión: todo sobre el viaje de Carlos III
La expectación es máxima a todos los niveles en torno a viaje que los reyes Carlos y Camilla comenzarán este jueves 17 de octubre con destino a Oceanía. Solo han pasado seis meses desde que la realeza británica dio esa histórica imagen de trono vacío tras la inesperada retirada del soberano y de la princesa de Gales por motivos médicos, así que ahora la los Windsor se esfuerzan por terminar el año dando imagen de estabilidad, fortaleza y, sobre todo, unidad. Para esto es indispensable que Carlos ejerza de lo que es, jefe de la Commonwealth, y lo haga ante el resto de jefes de gobierno y las 56 delegaciones que se reunirán durante estos días en Samoa. Este ineludible viaje, que implica unas 33 horas de vuelo desde Londres, ha hecho que el soberano pause por unos días su tratamiento contra el cáncer y aprovechando el desplazamiento, su agenda oficial comenzará en Australia, una cita que Carlos III tenía pendiente desde que asumió la jefatura de la Estado y que no convenía posponer más dadas las reivindicaciones políticas que surgieron tras la muerte de Isabel II. Las maletas están hechas, el programa cerrado y un equipo médico de máximo nivel listo para despegar, estos son todos los detalles del inminente viaje de los reyes británicos.
Una agenda adaptada a la salud del soberano británico
En primer lugar hay que dejar claro que este viaje se realiza porque es posible, es decir, el equipo médico que atiende al rey Carlos III dio el visto bueno para que el soberano suspendiera temporalmente (un total de 11 días según recoge Daily Mail) su tratamiento contra el cáncer, aunque puso condiciones para adaptar la agenda a la salud del soberano: un viaje corto, con un medico a bordo y bolsas de su sangre en el propio avión.
La agenda es exigente, pero cuenta con un día de descanso: los reyes saldrán el jueves del Reino Unido y su agenda comenzará en Australia el mismo viernes con el recibimiento oficial. Sin embargo, no será hasta el domingo cuando comiencen su agenda en Australia y estarán allí hasta el miércoles, cuando se trasladarán a Samoa para la Reunión de Jefes de Gobierno de la Commonwealth. En principio el regrso al Reino Unido está programado para el mismo viernes, 26 de octubre. De este modo una visita a Nueva Zelanda ha quedado fuera de la agenda del rey por motivos médicos.
Según el reportero real Gordon Rayner, que ha participado en 20 viajes reales, el monarca siempre esta acompañado por un médico de la Marina Real en sus viajes, que habrá investigado de antemano los hospitales más cercanos. En este caso,algunos medios británicos apuntan a que se ha creado un equipo VIP en el que participarán dos médicos haciendo guardias de 24 horas. Tal y como cuenta HELLO!, el equipo médico lleva consigo equipamiento que incluye un desfibrilador portátil, medicamentos de emergencia y no se aleja del Rey en ningún momento. La supervisión médica también es fundamental durante el vuelo, ya que durante su último viaje a Australia, el entonces príncipe de Gales llegó con las extremidades tan hinchadas que incluso dio explicaciones en un acto público.
Otra precaución que se ha tomado siempre en torno a la realeza británica, pero de la que se está hablando ahora por el momento que atraviesa el soberano, es que llevan a bordo bolsas de su propia sangre. "Hay que asegurarse de cubrir cualquier eventualidad y el avión llevaría sangre en caso de que hubiera una transfusión de sangre", dijo el ex secretario de prensa de Isabel II, Dickie Arbiter, a HELLO! cuando se le preguntó por qué llevaban sangre con ellos. "Nunca hay garantía de que vayas a recibir el tipo correcto de sangre en tu destino", añadió.
¿Por qué no se puede retrasar más su viaje a Australia?
No hay que olvidar que Australia no solo es un socio histórico que forma parte de la Commonwealth, es un país que reconoce al soberano británico como su jefe del Estado. Así que este viaje estaba pendiente desde el mismo momento que falleció Isabel II y Carlos III asumió la corona. Los reyes tienen un programa que, si bien ha sido organizado pensando en la salud del monarca, implica dos días completos con visitas entre Canberra y Sídney. El monarca, que será recibido por el Primer Ministro de Australia, Anthony Albanese, estará en el Parlamento, se reunirá con líderes políticos y sociales, tiene programada una revisión de la Flota de la Marina Real Australiana y una barbacoa con miembros de la comunidad.
En cuanto a la sostenibilidad, tema que arrastra desde que era príncipe de Gales, el rey se interesará por las investigaciones en torno a la prevención de incendios forestales, un problema que devasta millones de hectáreas de tierras australianas cada año, y de cómo el cambio climático está afectando a la biodiversidad. El cáncer que está atravesando ha impactado en la vida Carlos III en todos los sentidos y quiso hacerlo visible tras su alta médica dedicando tiempo de su agenda al tema, en Australia quiere hacer lo mismo y se reunirá con los máximos expertos a nivel mundial en melanoma, uno de los cánceres más comunes en Australia.
Después de Australia, Carlos y Camilla aterrizarán en Samoa con un programa que contará con la estructura de una visita oficial, pero en la que además el soberano participará en la CHOGM 2024, que reunirá a los jefes de gobierno de la Commonwealth en Samoa, en total delegaciones de 56 países de África, América, Caribe, Europa, Asia y el Pacífico. Los reyes recibirán su bienvenida formal al país, en forma de una ceremonia Ava Fa'atupu, antes de reunirse con los samoanos en un evento para destacar aspectos de las tradiciones y la cultura samoanas. Hay que recordar que este pequeño estado insular solo ha recibido a miembros de la casa Windsor en dos ocasiones a lo largo de la historia: en 1977 Isabel II y el duque de Edimburgo hicieron una parada a bordo del yate real en la gira que estaban haciendo con motivo de los 25 años de la reina en el trono y en 1998 fue el príncipe Andrés el que aterrizó en visita oficial.