Carlos III es proclamado nuevo monarca de Reino Unido en una solemne ceremonia de Adhesión
Carlos de Inglaterra, de 73 años, ha sido proclamado Rey este sábado, dos días después del fallecimiento de su madre, la reina Isabel II a los 96 años, en una ceremonia de adhesión que remonta sus orígenes varios siglos atrás. El acto por el que el hasta ahora heredero ha quedado legitimado como soberano - Reino Unido es una monarquía parlamentaria- es tradicional y solemne, aunque menos vistoso que la coronación, que previsiblemente tardará unos cuantos meses en llegar debido a los preparativos que tan magno acontecimiento necesita. Esta adhesión ya es parte de la historia, pues es la primera vez que se retransmite por televisión. El escenario ha sido el palacio de St. James de Londres y junto a él han estado su esposa, la reina consorte Camilla, y su hijo, el príncipe Guillermo, nuevo príncipe de Gales.
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Minutos antes de las 11:00 h (hora española) los alrededores del Palacio de St. James se han empezado a llenar de curiosos que se arremolinaban para ver al nuevo Rey. Los primeros en entrar al patio Friary Court del palacio han sido muchos rostros conocidos de la política como los exprimeros ministros Boris Johnson, Gordon Brown, Theresa May, James Cameron y Tony Balir; y otras caras de la vida pública británica, todos ellos miembros del Consejo Privado (formado por más de 700 personas), encargado de ratificar al nuevo monarca. Todos han acudido vestidos de riguroso luto y también se ha visto a la recién estrenada primera ministra, Lizz Truss, que está viviendo una semana muy importante y trascendental para el país en sus primeros días en el cargo.
Los últimos en acceder a la sala han sido, la reina consorte Camilla y el príncipe Guillermo que lo han hecho no como meros espectadores y acompañantes del nuevo monarca, sino en calidad de miembros del Consejo Privado y han tenido un papel activo en esta histórica jornada. Fue en 2016 cuando la reina consorte y el primero en la línea de sucesión dinástica ingresaron en este organismo.
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La primera en tomar la palabra ha sido la Lord presidente del Consejo Privado, Penny Mordaunt, que ha comunicado de manera oficial la muerte de la reina Isabel. Tras la proclamación del nuevo soberano al grito de "Dios salve al Rey" se han aprobado las órdenes pertinentes para el relevo monárquico, que han firmado el príncipe Guillermo, la reina consorte Camilla, la primera ministra, la líder de la Cámara de los Comunes y los arzobispos de Canterbury y York. Después, el Consejo se ha reunido sin el Rey (que también pertenece a esta entidad). Con este acto ha concluido la primera parte de esta ceremonia, que ha tenido lugar en la galería de retratos del Palacio de St. James. La segunda parte, celebrada en el salón del trono, ha consistido en la celebración del primer consejo privado del nuevo Rey.
El rey Carlos toma la palabra
Ha sido entonces cuando se ha visto a Carlos III, también de riguroso negro, haciendo su primer discurso como recién proclamado soberano británico ante el Consejo de Adhesión, un antiguo cuerpo de asesores que se remonta a la época de la conquista normanda, y junto a su esposa y su heredero colocados en su lado derecho. Ha anunciado la muerte de "su amada madre, la Reina". "El mundo entero se solidariza conmigo por la pérdida irreparable que todos hemos sufrido". "Mi madre dio un ejemplo de amor eterno y de servicio desinteresado. El reinado de mi madre fue inigualable en cuanto a su duración, dedicación y devoción. Incluso cuando sufrimos,damos gracias por esta vida tan fiel. Soy profundamente consciente de esta profunda herencia que recibo y de los importantes deberes y responsabilidades que ahora se me traspasan".
Una vez más, el nuevo soberano ha querido rendir homenaje a su esposa, la ya reina consorte Camilla. "Estoy profundamente agradecido por el apoyo constante de mi amada esposa". Posteriormente, ha pronunciado el juramento relacionado con la seguridad de la iglesia de Escocia, tal y como exige el artículo 25 del Acta de Unión de 1707. Este juramento ha sido realizado por cada Rey británico en su ceremonia de adhesión desde Jorge I en 1714. En las Tierras Altas hay una división de poderes entre la Iglesia y Estado. La Iglesia se gobierna a sí misma en todo lo que concierne a sus propias actividades. Su autoridad suprema es la Asamblea General de la Iglesia de Escocia, presidida por un moderador elegido cada año por la propia Asamblea. Por tanto, los nuevos soberanos están obligados a prestar juramento para preservar la seguridad eclesiástica en ese territorio.
El ya proclamado nuevo Rey ha firmado el juramento, que ha pronunciado ante el Consejo Privado y los testigos de este momento histórico, con un juego de pluma y tintero regalo de sus hijos, según informa la BBC. Penny Mordaunt ha leído las órdenes de proclamación, que el monarca ha aprobado una a una de viva voz. En su primera misión como Rey, Carlos III ha estipulado que el día del funeral de su madre, cuya fecha no ha sido fijada, sea festivo en Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte. Ha sido el paso previo a ser proclamado públicamente desde el balcón del Friary Court de St. James por el Rey de Armas de la Jarretera para informar a la nación, igual que se ha hecho durante siglos cuando no existía la tecnología. Inmediatamente después ha sonado el himno nacional: God save the King ante los aplausos y vítores de los curiosos que han querido ser testigos directos de esta jornada. Tres hurras han puesto el colofón a esta ceremonia en el Palacio de St. James para comenzar un desfile militar de la compañía de piqueros y mosqueteros, acompañados por la banda de la honorable compañía de artillería que han marchado hasta la Royal Exchange (antigua Bolsa de Londres) donde se ha llevado a cabo la proclamación y donde se han vuelto a oír vivas. Una gran ovación ha cerrado la proclamación mientras se realizaban varias salvas en Hyde Park y en la Torre de Londres para conmemorar el ascenso al trono del nuevo Rey. Un día después en Escocia, Irlanda del Norte y Gales se anunciará la adhesión.
Desde el momento en que Carlos ha accedido al trono, las banderas del país han ondeando a toda asta durante 24 horas como reconocimiento al nuevo Rey. Después volverán a estar a media asta en señal de luto por la muerte de Isabel II.
Los testigos de excepción
A este traspaso en la Jefatura del Estado, cargado de simbolismo, han acudido los miembros del Consejo Privado, formado por parlamentarios y exparlamentarios británicos del más alto nivel, así como funcionarios públicos, altos cargos y el alcalde de Londres. Además de la reina consorte, el nuevo príncipe de Gales o la primera ministra, han acudido 250 dignatarios, incluido el arzobispo ed Canterbury, Justin Welby; el lord canciller; el arzobispo de York, Stephen Cottrell; el lord privy seal, el lord great chamberlain, el conde mariscal, el lord presidente, los exprimeros ministros, la exministra del gabinete, Harriet Harman; el líder laborista, sir Keir Starmer, y los altos comisionados de los 14 países de la Commonwealth donde Carlos III es jefe del Estado, que también forman parte del Consejo de Adhesión. Entre los miembros del público han estado algunos integrantes de la Familia Real como el príncipe Michael de Kent, la duquesa de Gloucester y el duque de Kent.
Dada la poca antelación con la que se había convocado este Consejo de Adhesión no ha sido necesario que acudieran todos los consejeros ya que la ausencia a esta importante cita de alguno de sus miembros no compromete el proceso constitucional para nombrar nuevo jefe de Estado. En el último Consejo de Adhesión, en 1952, donde se proclamó a Isabel II como soberana, participaron unos 200 consejeros. Este organismo se ha encargado de convocar a sus miembros lo antes posible tras la muerte de la Reina y es el paso previo antes de que el Parlamento se reúna con motivo de la desaparición de la anterior jefa de Estado.