Alejandra Guzmán y el sufrimiento eterno que le ha provocado su fallida cirugía estética

Alejandra Guzmán. (Photo by Victor Chavez/Getty Images)
Alejandra Guzmán. (Photo by Victor Chavez/Getty Images)

Alejandra Guzmán volvió al quirófano una vez en México más tras presentar malestares en una de sus piernas derivados del antiguo tratamiento de polímeros al que se sometió hace 13 años. A horas de la intervención quirúrgica, la cantante ha asegurado estar libre de ellos... por ahora.

"Gracias a la vida, nueva cicatriz exitosa, ¡libre de polímeros!, soy guerrera, soy afortunada, soy bendecida", escribió en dos mensajes en su cuenta de Instagram.

Los primeros informes surgieron este viernes durante el programa Sale el sol. "Lamentablemente ella ya sabe muy bien el proceso, cuando se empieza a sentir mal y le empieza a dar temperatura alta es signo de que otra vez se acumuló polímero, en esta ocasión fue en una de las piernas. Ayer (jueves 15) mismo le realizaron esta operación", dijo Ana María Alvarado.

La periodista explicó que en este procedimiento quirúrgico, los médicos le "tienen que raspar nuevamente el producto; después de la operación la llevaron a la cámara hiperbárica; es doloroso, está recuperándose".

Este tortuoso camino del que no tendrá nunca una recuperación completa inició cuando Alejandra Guzmán, que deseaba aumentar el tamaño de sus glúteos, aceptó en 2009 un tratamiento sugerido por Valentina de Albornoz, quien le inyectó polímeros. Tres años después esos componentes le provocaron infecciones que la pusieron en grave peligro mientras estaba de gira en Londres, Reino Unido.

La intérprete de "Eternamente Bella" se ha sometido a al menos 40 cirugías (la primera la recuerda como una tortura, pues le "arrancaron todo en vivo") para retirarle los polímeros que todavía hoy se siguen aglutinando en su cuerpo.

Guzmán reconoció en una entrevista con Yordi Rosado en 2020 que la lucha ha sido muy larga, porque ha cambiado de médicos varias veces en búsqueda de tratamientos no tan agresivos con su cuerpo, incluso experimentales, además de que en algún momento también perdió las ganas de vivir.

"Una vez sí le hablé a mi papá y por eso me puse esta calaca (tatuaje) aquí en el oído, porque llegaba la muerte a decir 'vámonos', y yo 'nooooo'. Le hablé y le dije 'papi, ya quiero tirar la toalla, ya estoy cansada, ya no quiero, ya no puedo, bye'. Me dice 'nada más quiero que saludes a mi amigo' y me pone al público por teléfono. Empiezo a oír y entraba vida por mis oídos, salí del hospital. Yo ya pintaba con mi sangre. Me estaba volviendo medio loca. Me sacaban del catéter la sangre y les decía 'no la tires', y ponía mis cartulinas y pintaba. De ese cuarto hice todo un museo", contó Alejandra a Yordi.

Sylvia Pasquel, hermana de Guzmán, confesó en el verano pasado que la cantante sigue sorteando su problema con los polímeros. "Espero que lo que ella ha compartido sirva de experiencia para muchas mujeres que con tal de tener un físico de 10, lo que consideran un físico de 10, y van y se hacen unas operaciones, se inyectan unas cosas con unas personalidades que no tienen ni idea de lo que les están haciendo, ¡caray!, hay que aprenderse a querer como uno es".

Hace poco la rockera tuvo un accidente en el escenario en un concierto en Washington, DC, cuyo impacto provocó que se dislocara la cadera y la obligó a estar fuera de los escenarios un par de meses.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Ivonne Montero pide a sus seguidores no hacer comentarios sobre su persona y gustos personales