Cómo una dieta vegana cambió la salud de Alicia Silverstone y sus finanzas
“Hubo personas en mi vida que en algún momento de verdad me dijeron: ‘En realidad, no podrías hacer eso del activismo si quieres ser actriz’”, dijo Alicia Silverstone, de 43 años, quien, tras aparecer en el video musical “Cryin’” de Aerosmith e interpretar a Cher Horowitz, la adolescente consentida y encantadora en el éxito adolescente de 1995 “Ni idea”, se convirtió en la chica de moda en Hollywood.
Tras el éxito de la película, sufrió una versión de lo que entonces aún no se conocía como “body shaming” (avergonzar a alguien por su cuerpo) cuando interpretó a Batichica y se alejó un poco de la vida pública. “A mí solo me encantaba actuar”, comentó. “Jamás esperé ser famosa. No sabía lo que eso significaba”.
A los 21 años, empezó a ahondar en otro interés: el veganismo, que había intentado adoptar por temporadas desde que tenía 8 años. Ha escrito el exitoso libro de recetas “The Kind Diet” y ha dado varias entrevistas, incluso para The New York Times, sobre su ritual de belleza “verde”.
Sin embargo, esta actividad suplementaria vino acompañada de reacciones negativas. Fue blanco de críticas por hacer que su hijo, Bear Blu, siguiera una dieta vegana y por alimentarlo boca a boca como una mamá pájaro. (Aunque es una cuestión polémica que los niños sigan dietas veganas, no se ha llegado a un consenso al respecto en la comunidad médica. Un portavoz de Silverstone escribió en un correo electrónico que su hijo “prefiere llevar una alimentación vegana”). Después, fue criticada de nuevo cuando escribió en su segundo libro, “The Kind Mama”, una guía para padres basada en la alimentación y el estilo de vida, que su hijo, quien era un bebé en aquel entonces, “jamás había tomado una gota de medicina”. Silverstone —al igual que otras celebridades, como Jessica Biel y Jenny McCarthy— ha hecho declaraciones en contra de la inmunización. (“Ella se basa en el pensamiento crítico al momento de tomar decisiones médicas y siente que es importante tomar decisiones bien informadas”, escribió su representante).
“La gente hizo muchos comentarios distintos y yo era como ‘la rara’, y creo que debo sentirme orgullosa de eso porque es difícil ser quien alza la voz, y es difícil ser quien dice lo que no todos quieren oír”, comentó.
Los expertos concuerdan en que los niños deben tomar medicamentos cuando es necesario. La controversia de las vacunas, que se remonta al menos a la década de los setenta, se ha intensificado en años recientes. Las vacunas previenen enfermedades y la gente que no vacuna a sus hijos pone en riesgo a todos los demás.
A los 31 años, Silverstone encontró un agente que la motivó a solo participar en proyectos que la entusiasmaran. Se había casado con Christopher Jarecki en 2005 (se divorciaron en 2018), y su hijo nació en 2011. Aceptó unos cuantos proyectos al año, algunos de más bajo perfil, como “Vamps”, otra película dirigida por Amy Heckerling, la escritora y directora de “Ni idea”.
“Siento que solo estoy buscando lo que me hace feliz con trabajos que me llevan a hacer cosas que me parecen interesantes y divertidas”, comentó Silverstone.
En 2017, aceptó papeles de reparto en películas como el filme de suspenso psicológico de Yorgos Lanthimos “El sacrificio del ciervo sagrado”; “La cabaña siniestra”, una cinta de terror; “Cuando ellas quieren”, una comedia romántica de la tercera edad, y la serie de comedia de corta duración “American Woman”.
Más recientemente interpretó a una agente de bienes raíces en apuros que se convence a sí misma y a su esposo de que necesitan tomar terapia de pareja en la comedia negra “Bad Therapy”, que se estrenó a mediados de abril.
En mayo, apareció en la nueva versión musical de la comedia romántica para adolescentes de 1983 “Valley Girl” como la versión adulta de la protagonista y, en julio de este año, tendrá un papel secundario en la serie de Netflix para toda la familia “The Babysitter’s Club” como la madre de una de las chicas emprendedoras, Kristy Thomas.
‘Todo se remite a la dieta vegana’
Silverstone se comprometió a ser vegana debido a su amor por los animales, en particular por su perro, Sampson, una cruza de rottweiler que había rescatado. “Me di cuenta cuando acariciaba su pierna que esa pierna se sentía muy parecida a las pechugas de pollo que comía o a cualquier animal que estuviera en mi plato”, explicó. “Y empecé a preguntarme a qué sabría mi pierna si alguien se la comiera”.
La dieta vegana, que antes se asociaba con los hippies y las manifestaciones a favor de los derechos de los animales, ahora es más aceptada por la cultura dominante gracias a las preocupaciones en torno al cambio climático y el movimiento del bienestar.
Silverstone dijo que la alimentación vegana había eliminado su acné, le había ayudado a perder peso y a dejar su inhalador para el asma, además de darle más energía que nunca. Para ella se sintió como “muy buen karma”. También le ofreció una oportunidad de negocios.
Además de sus libros, junto con Garden of Life fundó Mykind Organics, una línea de vitaminas orgánicas no transgénicas.
“He tenido experiencias increíbles en las que personas en la calle me dicen: ‘Tenía lupus, sufro de esclerosis múltiple, padezco migrañas crónicas’”, dijo. “O incluso: ‘Mi corazón estaba muy mal, tomaba medicamentos para el corazón’. O: ‘Tomaba medicina para la tiroides’. Todas estas cosas que, al final, la gente que va al médico ya no necesita porque cambió su dieta”.
Su rutina diaria se basa en una autonutrición sensata. “Siempre pienso que todo se remite a la dieta”, afirmó. “Cuando no como bien, no me siento bien, y luego mis estados de ánimo cambian bruscamente”. Silverstone ha estado haciendo comidas repletas de hierbas frescas, hortalizas, sopa de miso y té de jengibre. Está claro que cocinar es reconfortante para ella, pero también lo es dar largas caminatas, hacer yoga, escribir en su diario y meditar.
También se ha enfocado en encontrar actividades que pueda hacer con Bear Blu, quien ahora tiene 9 años, cuando él no está con Jarecki, como brincar en el minitrampolín, bailar o saltar la cuerda. “Mi hijo y yo nos bañamos juntos y, cuando no está conmigo, tomo un baño y siento que es muy revitalizador y reconfortante”, comentó Silverstone.
Un cuarto de siglo desde ‘Ni idea’
Todavía le asombra la “brillante genialidad” de Heckerling. “Es generacional”, dijo Silverstone. “La gente que la vio cuando se estrenó la ha compartido con sus hijos, así que simplemente sigue viva y sigue existiendo. No sé por qué sucede eso con algunas películas y con otras no, pero me siento muy agradecida de ser parte de eso”.
En 2017, presentó una proyección del filme en el Hollywood Forever Cemetery y llevó a su hijo a verlo por primera vez. “No quería dejar pasar la oportunidad de mostrarle la película en la pantalla grande así, con 4000 personas al aire libre”, explicó. “Fue un momento muy especial”.
Para ella, lo más memorable del filme son los vestuarios que hacen su propia “entrada”. Después del rodaje, de hecho, se quedó con algunas de sus prendas favoritas, como los zapatos de tacón bajo de Cher, pero desde entonces lo ha regalado todo. En ese entonces, Silverstone aseguró que “no tenía estilo” y que usó la misma blusa verde con pantalones de mezclilla todos los días durante cuatro años.
Cuando le pregunté qué actriz debería interpretar a Cher en una nueva versión del clásico, Silverstone se rio. Está muy alejada de la cinta que la convirtió en una estrella: “Soy como una abuela en mi casa, queriendo ayudar a frenar el cambio climático y criar a mi hijo”.
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This article originally appeared in The New York Times.
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