Amaranto: los sorprendentes beneficios de un "alimento de reyes" para la salud

Los aztecas obsequiaban amaranto a los reyes y sus flores se relacionaban con el sol por su hermoso color encendido. (Getty Creative)
Los aztecas obsequiaban amaranto a los reyes y sus flores se relacionaban con el sol por su hermoso color encendido. (Getty Creative)

El valor del amaranto se conoce desde siempre. Además de ser un ingrediente frecuente en la gastronomía azteca, era ofrecido como obsequio a reyes, se usaba como una especie de moneda, era un alimento de guerreros porque les brindaba vigor y fuerza; y se consideraba que era una semilla enviada por los dioses porque resistía las inclemencias del tiempo.

Según se explica en el portal México Desconocido, no solo se consumía en México, sino que en muchas otras zonas de Mesoamérica también se cultivaba e incluso se incorporaba a la preparación de una pasta que, tras rituales religiosos, se constituía de miel o melaza y sangre para elaborar estatuas de las deidades a las cuales se les dedicaba el servicio que luego se consumía reverencialmente. Esta utilización religiosa fue determinante para que se suspendiera su producción con la Conquista, puesto que se consideraba sacrílega.

Se prohibió su cultivo y consumo, con lo cual quedó relegada hasta hace menos de un siglo cuando se redescubrió su valor nutricional, y ahora es usado para preparar postres, para consumirlo como cereal, como granos e incluso se ha utilizado en la industria cosmética. Aunque es de uso cotidiano, aún ofrece muchas cualidades por descubrir.

Nutritivo y versátil

Un estudio que analizó este producto refiere que, aunque el almidón es el componente principal del amaranto, es una fuente destacada de proteínas de alta calidad. Contiene entre el 13.2% y el 18.2% de su peso, lo cual es el doble de proteína que el maíz y el arroz, y 60 a 80% más comparado con el trigo. Además es fuente de ácido fólico, niacina, calcio, hierro, fósforo y vitaminas como A, B, C, B1, B2 y B3 y también gran cantidad de aminoácidos. Este estudio, que analizó el amaranto como reforzador en ratas de laboratorio, encontró también que tiene un efecto hipocolesterolémico destacado.

Además, según explica la doctora Ana Paulina Barba de la Rosa en un artículo publicado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, una de las cualidades de los péptidos de amaranto es que incentivan la disminución de la presión arterial; así como también su consumo está asociado con la regulación de hormonas relacionadas con la obesidad. Pero además, se destaca que, aunque es poderosamente nutritivo, es un alimento ligero y fácil de digerir, por lo cual es parte de la dieta de astronautas desde hace más de tres décadas.

El amaranto tiene vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3 y gran cantidad de aminoácidos. (Getty Creative)
El amaranto tiene vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3 y gran cantidad de aminoácidos. (Getty Creative)

Por si fuera poco, a partir de este alimento se han desarrollado tratamientos para tratar la depresión y otras afecciones emocionales. Y es que el nombre del postre más famoso preparado con amaranto tiene una razón de ser: alegría. "Las palabras suelen ocultar una sabiduría revelada a quien esté dispuesto a ver qué hay detrás de ellas; por ello ahondé en el amaranto y encontré una particularidad interesante: tiene funciones antidepresivas”, dijo Manuel Soriano García, investigador del Instituto de Química de la UNAM en un artículo científico dedicado a este aspecto.

Resulta ser que el amaranto es rico en triptófano, aminoácido que no produce el organismo y que ayuda a sintetizar la serotonina, lo cual le permitió a Soriano García desarrollar un medicamento alternativo sin efectos secundarios, y proveniente de la naturaleza.

El nombre del postre típico mexicano preparado con amaranto se llama Alegría. (Getty Creative)
El nombre del postre típico mexicano preparado con amaranto se llama Alegría. (Getty Creative)

Adicionalmente, el portal CuerpoMente destaca que el amaranto contiene magnesio, calcio y fósforo, nutrientes que lo convierten en un aliado contra la osteoporosis pues ayudan a fortalecer los huesos; y no contiene gluten, lo cual lo hace apto para celíacos.

Palomitas o cotufas de amaranto, que se preparan igual que las de maíz, pero sin aceite; en granola, germinado, cocido e incluso molido para enriquecer harinas, ofrece además muchas alternativas para disfrutarlo. Quién sabe si con el interés actual por cuidarnos, se logra ubicarlo nuevamente en el estatus de alimento de reyes y dioses.

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