Ana de Armas: la talentosa actriz cubana-española que conquistó Hollywood
Ana de Armas, la talentosa actriz cubana-española ha conquistado al público mundial con una rapidez asombrosa. Desde que llegó a Hollywood no ha dejado de brillar, tanto con su actuación en la secuela de ‘Blade Runner 2049’ con Harrison Ford, como en ‘Puñales por la espalda’, por la que fue nominada a un Globo de Oro, e incluso al convertirse en la nueva chica Bond en ‘No Time To Die’. Hoy, su carrera sigue en ascenso y tiene una agenda desbordada.
Tal vez te preguntes ¿cómo llegó desde Cuba hasta las puertas de Hollywood?¿Por qué se fue de España?¿Por qué se separó de Marc Clotet? ¿Qué le pasó con Ben Affleck? ¿Qué tema la preocupa actualmente? Aquí te contaremos todos estos detalles y mucho más de Ana de Armas.
1.- Nació en Cuba y, pese a las carencias, pasó sus años más felices allí
Ana Celia de Armas nació en La Habana, Cuba, el 30 de abril de 1988, pero a poco de nacer, su padre, Ramón de Armas, y su madre, Ana Caso, se trasladaron por trabajo a Santa Cruz del Norte, y allí se crio, junto con su hermano mayor, Javier, quien actualmente es fotógrafo y vive en Nueva York.
Su padre había estudiado Filosofía en la universidad soviética y, en Cuba, fue director de banco, maestro, director de escuela y hasta teniente de alcalde de una ciudad. Su madre fue empleada en el Ministerio de Educación de Cuba, en la sección de Recursos Humanos.
Aunque sus padres trabajaban mucho, Ana dijo que “estuvieron muy presentes”, en una entrevista con Vogue España. Y pese a que creció durante el largo período especial de Cuba, con racionamiento de alimentos, escasez de combustible, cortes de electricidad, y muchas carencias, aseguró que su infancia fue feliz.
“Esos fueron los años más felices de mi vida, supongo que por eso vuelvo a La Habana siempre que las cosas se ponen un poco feas”, relató a la revista.
"Se iba la luz. Comíamos huevo frito, arroz y, alguna vez, pollito", contó en diálogo con MujerHoy. Pero admitió que su familia no pasó una situación tan mala: “Mi padre ha trabajado en todo lo que te puedas imaginar, desde teniente de alcalde de un pueblo, a director de un banco, pasando por profesor, director de escuela... y mi madre siempre se ha dedicado a los recursos humanos. Son gente muy preparada y muy culta, pero poco habladores. Lo que te quieren decir te lo demuestran con hechos”, dijo.
2.- De niña decidió ser actriz después de ver la película ‘Matilda’
Ana quería ser actriz desde muy pequeña. Ha contado que cuando tenía 12 años quedó impresionada con la película ‘Matilda’, y decidió que seguiría la carrera de actuación. Su sueño comenzó a hacerse realidad cuando logró quedar seleccionada la Escuela Nacional de Arte de Cuba, donde estudió por cuatro años.
En diálogo con Vogue, De Armas recordó que fue junto con su madre a dicha escuela el día de las audiciones y, después de 10 horas de espera, logró ser seleccionada entre unos 600 niños de toda la isla. Sólo quedaron 12, lo que la obligó a tomar esa nueva etapa con seriedad, dijo a Mujer de Hoy.
En su segundo año de carrera, en 2006, el director Manuel Gutiérrez Aragón la eligió para actuar en lo que sería su exitoso debut profesional, en la película ‘Una rosa de Francia’, junto a Jorge Perugorría.
“Fue Jorge quien se acordó de mí, meses después de coincidir con el actor en un cumpleaños. La escuela era muy estricta y tuve que abandonar ese curso para poder filmar la película, aunque me dejaron volver para acabar el título. Yo ya empezaba a descubrir que había más mundo del que había creído hasta entonces”, dijo.
Esta primera actuación le abrió camino a otros trabajos como en las películas ‘Madrigal’ y ‘El edén perdido’.
3.- Salió de Cuba gracias a la nacionalidad de sus abuelos maternos
Cuando cumplió 18 años, Ana se fue de Cuba rumbo a España, gracias a que sus abuelos maternos son españoles y pudo conseguir la ciudadanía de ese país.
Llegó a Madrid con un puñado de ahorros en pesos cubanos que solo le alcanzaron para un par de comidas. Contó que con las tres películas en las que había trabajado en Cuba no había juntado mucho dinero y tampoco sabía cuánto valía eso en Europa.
“Cogí lo poco que tenía y me vine con ese dinero a Madrid, pero no calculé bien lo que valían aquí mis ahorros”, recordó riendo. “Unos cuantos sofás caritativos fueron mi salvación”, agregó, haciendo alusión a las amistades que la alojaron por varios meses hasta que pudiera salir adelante.
Pero pronto se le abrió una puerta que le permitió mostrar su talento actoral y triunfar en España: ‘El Internado’, un programa de televisión emitido por Antena 3 entre 2007 y 2010. Años después, Ana se embarcaría en la aventura de Hollywood.
4.- La fama que ganó en ‘El Internado’ no le sentó muy bien
La experiencia en España no fue tan espectacular como De Armas hubiera esperado, pues la fama que ganó en ‘El Internado’ era algo lindo al principio, pero luego no le sentó muy bien. “Entendía que aquello era un espejismo. Comencé a pasarlo mal”, admitió, tal vez en referencia a los medios de farándula que opinaban de sus cambios de estilo o su vida privada.
Fue entonces cuando decidió escaparse a Nueva York por unos meses, pero estando allí la llamaron otra vez de España para que actuara en la serie Hispania (Televisión Española).
Su participación en la serie terminó por confirmarle que ese no era su lugar. “Me lo vendieron como el trabajo de mi vida y volví a Madrid para hacerlo, pero me decepcionó muchísimo. Acabé sintiéndome culpable por aceptarlo, pensando que era un retroceso en mi carrera”, le dijo a Vogue.
De Armas explicó que ‘El Internado’ la había encasillado de alguna manera ante los ojos de los directores de cine, pues no veían aún su potencial, por lo que decidió dar un “salto radical”.
En 2014, consiguió un papel protagónico en ‘Por un puñado de besos’, de David Mankes, y se tiñó el pelo de fucsia para llamar la atención a los directores. “Estaba tan desesperada porque los directores y productores me vieran por fin, que decidí teñirme el pelo de fucsia para el papel, pero apenas recibí ofertas hasta un año después”.
Cuando en 2016 participó en la película hispana ‘Manos de piedra’, con el director venezolano Jonathan Jakubowicz, De Armas sintió que ya “había desaparecido por completo para la industria de este país (España)”.
5.- Es la única actriz nacida en la Cuba de Castro que llegó hasta Hollywood
Después de filmar ‘Por un puñado de besos’, Ana de Armas pasó un largo período sin actuar en España y se sintió “muy ansiosa” por la falta de impulso en su carrera, así que no lo pensó más y se fue a Hollywood en 2014, según le contó a Net-A-Porter.
“La única manera de conseguir las oportunidades que esperaba era dejar de esperar, y salir a buscarlas yo”, le dijo a MujerdeHoy.
El impulso fue tan grande que, en cuestión de cuatro meses, había pasado de no saber decir una frase en inglés a sonar bilingüe, alquilar un apartamento en Los Ángeles y lograr su debut en la gran pantalla estadounidense, con la comedia ‘Toc, toc’ (Eli Roth, 2015), junto a Keanu Reeves.
“No era la primera decisión de ese tipo que me tocaba tomar, pero fue mucho más duro de lo que esperaba. Ahora no pienso dar nada por sentado, voy a luchar cada día por acercarme a mi sueño”, le contó a la revista.
Después de esa primera película, siguieron muchas otras y grandes éxitos para la actriz, como en 2017, cuando protagonizó a Joi, la novia virtual de Ryan Gosling en ‘Blade Runner 2049’, o en 2020, cuando se convirtió en la nueva chica la nueva chica Bond en la película ‘No Time to Die’ (‘Sin tiempo de morir’).
Actualmente, Ana de Armas está filmando alrededor de cinco producciones al año.
6.- Tuvo un matrimonio fugaz con el actor Marc Clotet
Ana de Armas tuvo un matrimonio fugaz durante su juventud con el actor catalán Marc Clotet, a quien conoció cuando actuaba en ‘El Internado’, en los pasillos de Antena 3, en 2010.
Cuando tenía 23 años, De Armas le dio el sí al actor en una boda muy discreta y familiar que organizaron durante unas vacaciones veraniegas en la Costa Brava catalana.
El matrimonio duró apenas dos años y en 2013, el catalán confirmó que se había separado de Ana de forma definitiva, aunque habían quedado en buenos términos. “Ana y yo hemos roto pero seguimos siendo amigos, ha sido una ruptura de mutuo acuerdo”, dijo cuando le preguntaron por ella en la gala de los Premios Goya 2013.
Hubo rumores de que la pareja ya estaba atravesando una crisis desde hacía tiempo por las diferencias de carácter entre los dos, la convivencia y la falta de tiempo juntos debido a los compromisos laborales.
7.- Su relación con Ben Aflleck terminó por no coincidir en sus planes a futuro
Ana de Armas y el famoso actor estadounidense Ben Affleck se pusieron de novios en marzo de 2020, se mostraban felices y todo parecía ir sobre ruedas, incluso corrían rumores de que estaban planeando casarse.
Algunos medios enseñaron que ella llevaba un supuesto anillo de compromiso. Los fans de los actores se hicieron ilusiones con la idílica pareja, pero todo se esfumó de un día para el otro.
Cuando había pasado casi año de relación, Ana decidió dejar a Ben, en enero de 2021. “Su relación era complicada. Ha sido ella la que ha roto. Ana no quiere vivir en Los Ángeles y Ben obviamente tiene que hacerlo, ya que sus hijos viven en esta ciudad", le contó una fuente cercana a la revista ‘People’.
Otras amistades cercanas de los actores, sin embargo, apuntaron a que el verdadero motivo de la separación fue que Ana quería tener hijos y Ben no, pues ya tiene tres hijos de su antiguo matrimonio con Jennifer Garner. “Ben no está en condiciones de comenzar una nueva familia”, dijo un amigo del actor a El País.
Sus amigos, según el periódico español, creen que todavía existe la posibilidad de una reconciliación: “Se quieren mucho”, dicen. Pero, evidentemente, los planes que tienen uno y el otro parecen no coincidir.
8.- Tiene una agenda tan apretada que teme por su salud
En medio del trajín que lleva Ana de Armas con todos sus compromisos actorales, ha confesado que no ve la hora de parar un poco para hacer algunas cosas que le gustan o relajarse, y que teme a que tanta exigencia termine afectando su salud mental.
“Tengo ganas de leer un libro, de terminar de amueblar la casa que compré hace poco en Cuba, escaparme dos semanas a algún sitio perdido. No tengo un solo día libre en el calendario durante los próximos meses, y me da miedo que eso me queme y me acabe cansando”, le dijo a Vogue.