Ana María Aldón da un golpe muy bajo a Gloria Camila

Ahora que se ha confirmado la separación entre Ana María Aldón y José Ortega Cano el chicle del drama matrimonial empieza a perder jugo y quizá la diseñadora, a pesar de la presión y del dolor que implica su situación personal, le ha cogido el gusto a eso de ser protagonista.

Ana María Aldón lleva tiempo como colaboradora televisiva pero en las últimas semanas las noticias giraban entorno a ella como personaje del corazón. Me parece fantástico que ella sea libre de opinar y de contar toda su vida si así le apetece pero, a la hora de opinar sobre los demás, debería pensarlo dos veces.

Que la polémica vende audiencia es un hecho. A los espectadores de este tipo de programas o consumidores de prensa rosa les encanta un drama, un luto o un divorcio pero en esta pareja ahora rota entre el torero y la diseñadora, hay hijos de por medio.

Del pequeño casi nada sabemos el gran público y así debe seguir siendo. Pero, obviamente, de José Fernando y Gloria Camila Ortega lo sabemos prácticamente todo desde bien pequeños, cuando fueron adoptados por Rocío Jurado y su por aquel entones marido.

A Gloria Camila, que es colaboradora televisiva, toda la presión de los problemas familiares expuestos en público le ha pasado factura y la joven, lejos de aguantar el tirón y lucrarse con exclusivas o declaraciones, ha tomado una madura decisión.

Gloria Ca lleva semanas apartada de los medios y ha dejado de trabajar para proteger su salud mental y ponerse en manos de psicólogos y psiquiatras para que le receten medicación y para hacer terapia también.

Pues bien, cuando parecía que Ana María Aldón le había dado tregua a su hijastra respetando esta sabia decisión de apartarse de la exposición mediática, ahora resulta que la andaluza no solo la coloca en el disparadero de los medios sino que, en cierto modo, la critica.

Ha sido en el programa ‘Fiesta’ donde ha hecho referencia a Gloria diciendo que: “ella se ha tomado ese parón profesional porque se lo puede permitir, pero dejar así de trabajar no es algo que todo el mundo se pueda permitir”.

Y, además de lanzar esa pullita, también se compara diciendo que: “Yo también he estado muy mal de salud mental y no he podido dejar de acudir a mi trabajo porque tengo dos hijos y facturas que pagar, yo con mi enfermedad he tenido que ir a trabajar y como yo muchísima gente”.

Honestamente, este discurso sobra. Si la chica lo está pasando mal y ha trabajado durante años para poder permitirse un parón gracias a sus ahorros, olé por ella y punto. No hace falta que Ana María venga a victimizarse o a insinuar que Gloria tiene privilegios que ella u otras personas no han tenido porque aquí lo primordial, es que se recupere.

A veces nos olvidamos de que los famosos son humanos y es que no puedo comprender como la hasta ahora esposa del padre de Gloria opina así de la actual situación de la chica. Lo lógico, ya por respeto, sería sencillamente desearle una pronta mejoría y aplaudir su decisión de retirarse por salud mental en vez de cuestionar quién puede hacerlo y quién no.

Porque si lo que pretende Ana María es echar por tierra a Gloria y emular que ella es del pueblo, tipo Belén Esteban, habría que recordarle a Aldón que los ‘del pueblo’ pasamos siendo mileuristas y, seguramente ella, no lo sea. Las comparaciones siempre son odiosas pero cuando se trata de temas serios como la salud mental, todavía más.

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