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Múnich (Alemania), 17 feb (EFE).- A seis días de las elecciones generales en Alemania, el atropello perpetrado por un afgano en la ciudad de Múnich continúa marcando la campaña del bloque conservador, con el influyente socio bávaro que exige más dureza contra los migrantes para que se aceleren las deportaciones. La Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Cristianosocial (CSU) bávara son partidos distintos pero hermanos y siempre tienen un candidato común a la Cancillería. La CSU, sin embargo, siempre procura mantener un perfil propio. En las pancartas que se ven en Múnich con la imagen del líder de la CDU, Friedrich Merz, y candidato de los dos partidos este es presentado como candidato de la CSU. La seguridad interna como bandera En el lugar del atropellamiento y los alrededores hay poco rastro de lo que pasó. Sólo unas pequeñas velas rojas con un letrero que dice "Estoy afectado" y que tiene el logotipo del sindicato de servicios públicos ver.di recuerda lo ocurrido el pasado jueves cuando un vehículo embistió a manifestantes en el centro de la capital bávara. Los mensajes rinden homenaje a la mujer de 37 años y a su hija de dos años de edad que murieron a causa de las heridas que sufrieron por la embestida. También hay algunas pancartas electorales de diversos partidos. Entre ellas una que muestra una foto de uno de los candidatos a la Cámara Baja de la CSU, Hans Theis, que incluye el eslogan "Por un fortalecimiento de la seguridad interior". Ese lema es naturalmente anterior al atropello de Múnich y es tradicional en la CSU, que siempre ha hecho de la seguridad interna una de sus banderas. Durante la actual campaña electoral el partido se ha encontrado con el problema de que los últimos dos incidentes -ambos perpetrados por inmigrantes- se han dado justamente en Baviera: primero, el apuñalamiento de Aschaffenburgo y luego el atropellamiento de Múnich. El primer ministro bávaro y líder de la CSU, Markus Söder, y su ministro de Interior, Joachim Hermann, han querido responsabilizar de lo ocurrido a fallos del Gobierno federal y han insistido en una política migratoria más restrictiva. Abogan por contener la inmigración irregular y por una intensificación de las deportaciones. Söder, en sus últimas propuestas, ha planteado incluso dialogar con el régimen talibán para hacer regularmente deportaciones a Afganistán. Justo el tema de la migración ilegal ha sido el que ha impulsado el crecimiento de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), lo que ha llevado a que se rompa un principio del líder histórico de los socialcristianos, Franz Josef Strauss, según el cual no debía haber ningún partido legitimado democráticamente a la derecha de la CSU. Eso llevó a que la CSU tuviera siempre problemas con el giro hacia el centro que dio la CDU durante los años del liderazgo de Angela Merkel y, sobre todo, con la acogida masiva de refugiados en agosto de 2015, la mayoría de ellos sirios. El entonces líder de la CSU, Horst Seehofer, no ocultó nunca su deseo de una política más restrictiva, primero como primer ministro bávaro y luego como ministro de Interior. Conflicto por posibles coaliciones Söder ha dicho recientemente que, con la llegada de Merz a la jefatura de la CDU, las relaciones entre los dos partidos mejoraron notablemente tras años de problemas. Merz venía del ala conservadora de la CDU y como tal era más cercano que Merkel al socio histórico. En política migratoria y de seguridad Merz también plantea una línea más restrictiva, en parte impulsado por Söder desde Múnich. Sin embargo, esa línea dura la ha seguido desde la oposición, mientras que, de llegar al Gobierno el próximo domingo, tendría problemas para entenderse al respecto con sus potenciales socios de coalición, ya que la mayoría absoluta está muy lejos en todas las encuestas de intención de voto. Söder rechaza de manera vehemente la posibilidad de una coalición con Los Verdes, mientras que Merz quiere dejar abierta esa posibilidad y ha dicho que ello le permitiría tener mayor margen en negociaciones con otro socio potencial, el Partido Socialdemócrata (SPD). Una de las razones por las que Söder se opone y hasta amenaza con vetar una coalición con Los Verdes es la inmigración, pero no es la única. También en otros puntos teme que la CDU/CSU pierda otra vez parte de su perfil conservador con una alianza de ese tipo. En uno de los últimos debates televisivos Merz recalcó que Söder no le va a poder decir qué hacer tras las elecciones. La aparente alergia de Söder ante Los Verdes no es compartida por toda la CDU, que tiene coaliciones con los ecologistas en tres estados federados, en Renania del Norte Westfalia y Schleswig Holstein y en Baden-Württemberg. Rodrigo Zuleta (c) Agencia EFE