Andrea Estévez y Matías Alé: un reencuentro en Miami y el recuerdo de una relación que terminó mal, pero se transformó
La convocatoria de Andrea Estévez a Matías Alé para compartir escenario en Miami fue todo un éxito , tanto que ya tienen propuestas para traer la comedia a Mar del Plata, el próximo verano. Se conocieron en 2009 cuando ella fue como invitada a un programa que él conducía en el canal Magazine, compartieron escenario en la revista Bravísima, fueron pareja durante dos años, pero la relación terminó muy mal cuando Estévez descubrió que él le era infiel y tenía una relación paralela. No se hablaron durante algunos años hasta que Alé le pidió disculpas y el reencuentro no se hizo esperar. Desde entonces son grandes amigos y fantaseaban con la idea de trabajar juntos otra vez. En diálogo con LA NACIÓN, Estévez recordó esos años compartidos con Alé y contó cómo se dio la oportunidad de invitarlo a trabajar en Miami, ciudad en la que ella vive desde hace tres años, junto a su hija Hanna y a su mamá, Adriana.
-¿Cómo es la relación con Alé? Primero fueron novios...
-Hace 13 años que no nos subíamos a un escenario juntos. La última vez fue en una de las revistas de Carmen Barbieri. Estuvimos en pareja dos años y después ese amor se transformó en una amistad hermosa. Nos tenemos un profundo amor y sé que va a ser así de por vida. Con Mati nos hablamos todos los meses, para los cumpleaños, para las fiestas; estamos pendientes el uno del otro siempre. Los dos pasamos cosas duras a lo largo de los años y estuvimos pendientes de darnos ánimo, de ayudarnos, acompañarnos, estar presentes. Así que tenemos una amistad muy inda. Matías venía casi todos los años de vacaciones a Miami. De hecho, la primera vez que vine fue con él cuando estábamos juntos. Hace tres años que vivo en Miami y desde entonces él nunca había podido venir, por circunstancias de la vida.
-¿Y cómo se dio la posibilidad de trabajar juntos ahora?
-Siempre seguimos en contacto con ganas de vernos y trabajar juntos. Cuando hablamos las preguntas son: “cuándo venís a visitarme, cuándo viajás, cuándo nos vemos”. Cuando vine a Miami me reinventé . Pensé que iba a tener que golpear puertas desde cero, pero tuve propuestas de trabajo y cuando se terminaron decidí que ya tenía que abrir mis propias puertas, generas proyectos, que era el momento de dar ese paso. Y Mati fue testigo de mi crecimiento acá, donde produzco teatro y tengo una sala hermosa que se llama Casa Studios, que está en la 89 y Harding, en plena zona de Surfside y apenas a cinco cuadras de Bal Harbour, con 180 localidades. Hago la programación y genero contenido. Hace unos siete años tuve una charla con mi papá Alfredo, que ya no está físicamente, pero sí más presente que nunca; mi viejo me dijo que tendría que producir en Miami porque hay mucho turismo, buena economía, gente de todas las nacionalidades. Fueron varias charlas y eso quedó fijado en mí hasta que vine de vacaciones por unos días y me fui quedando porque salió un trabajo y luego otro, y otro y no paré en estos años.
-¿Entonces...?
-Entonces, un día recordé esa charla con mi papá y me di cuenta que tenía razón, hay que producir y abrí Nova Producciones. Matías me acompañó en toda esta locura con mensajes, siempre atento, y pensamos en trabajar juntos cuando se diera la posibilidad. Se dio ahora y fue artista invitado en ¡Ssshhh... es un secreto! Así nació esta locura hace dos meses y ensayamos en los tiempos de cada uno. Somos tres actores en el escenario y el tercero es Bruno Gatti, un gran artista, talentoso y también argentino. Se unió a esta obra a pesar de que fue papá de mellizos hace unos meses y me puso feliz porque sabía que tenía un elenco hermoso y la íbamos a romper en el escenario.
-¿Cómo ensayaron con Matías en Buenos Aires y ustedes en Miami?
-Como pudimos... (risas). Nos acomodamos. Por ejemplo, hemos ensayado en un viaje en micro de Matías a Córdoba, a la madrugada. A veces yo estaba en Orlando, Bruno en Miami y Matías en una ruta. Fue una hermosa locura y un día Mati llegó a Miami y no paramos de disfrutar. Durante una semana compartimos notas, fuimos a ver Adiós tango, a la Maradona Fest. Fue una vorágine de cosas lindas. Fue mucho trabajo también porque hice todo, desde la gráfica hasta la convocatoria, la publicidad, la utilería, las pantallas de led en el escenario. Y la gente acompañó a esta comedia, se rio y aplaudió. El día después fue hermoso, me escribieron y me hablaron de la química que tuvimos sobre el escenario, de las risas.
-¿Van a repetir la experiencia?
-Es posible que Mati vuelva en noviembre para otras funciones y además, nos llegó una propuesta para llevar la comedia a Mar del Plata este próximo verano. Vamos a ver cómo sigue esto que empezó como un encuentro entre Mati y yo, y nos terminó enganchando porque nos gusta compartir el escenario; tenemos química . Y abajo del escenario tuvimos muchas lindas charlas; estoy feliz de verlo tan bien. Yo también estoy muy feliz, vivo acá con mi mamá y con mi hija. Hanna está de vacaciones y empieza primer grado en septiembre y elegimos el método Montessori para su educación.
-¿Qué recuerdos tenés del noviazgo con Matías?
-El otro día él se acordó que la primera vez que nos vimos fue en un programa que él conducía, en Magazine, y yo había ido como invitada, en 2009. Nos pusimos de novios después cuando él terminó con Silvina Escudero y estuvimos juntos dos años. Tengo los mejores recuerdos porque vivimos tan lindas cosas que esa relación se transformó en amistad.
-La relación había terminado en un escándalo cuando te enteraste que tenía una relación paralela con Celeste Muriega...
-Sí, la relación no terminó en los mejores términos. Es verdad. Fue muy feo en ese momento. Estuvimos enojados unos cuantos años, después él me pidió disculpas, la vida nos golpeó a los dos y ese amor de pareja, luego se transformó en amistad. Nos queremos mucho y estamos atentos el uno al otro. Tenemos una relación superlinda. Lo siento familia.