Así se diferencia la acidez estomacal de una condición que padece al menos un 40 % de los adultos mexicanos

La línea entre acidez estomacal y reflujo gastroesofágico puede ser tenue, pero entender las diferencias es crucial. (Getty Creative)
La línea entre acidez estomacal y reflujo gastroesofágico puede ser tenue, pero entender las diferencias es crucial. (Getty Creative)

Ricardo había comenzado a notar una incomodidad persistente después de ciertas comidas y simplemente decidía que se trataba de acidez estomacal. Tomaba algunos antiácidos y se lamentaba de haber comido demasiado.

Normalmente, sentía como un ardor en el pecho, justo detrás del esternón, que luego subía hacia la garganta y, a veces, dejaba un sabor amargo o ácido. Pero claro, ya pasados los 40 años de edad, le parecía lógico que ya todo no funcionara tan bien como en la juventud y no se preocupaba demasiado. Sin embargo, algunas cosas empezaron a cambiar. A todos los síntomas que atribuía a la acidez estomacal se sumaron otras sensaciones muy desagradables, como dolor en el pecho -que en algún momento confundió con un ataque cardiaco-, regurgitación, cierta inflamación en la garganta, tos crónica, e incluso mal aliento que no se quitaba con cuidados de salud bucal.

Al contarle a su médico primario, supo que podía estar padeciendo de “ERGE”, enfermedad de reflujo gastroesofáfico, frecuentemente confundida con la acidez, pero aunque frecuentemente podemos escuchar estos términos como sinónimos, no lo son y tienen diferencias importantes.

La línea entre acidez estomacal y reflujo gastroesofágico puede ser tenue, pero entender las diferencias es crucial. Mientras que la acidez estomacal es esporádica y fácilmente tratable, el ERGE puede requerir un manejo más riguroso y atención médica. Los factores desencadenantes comunes incluyen no solo alimentos y bebidas específicas, sino también hábitos como comer tarde por la noche, la obesidad y el estrés. Reconocer estos síntomas simples es el primer paso para encontrar el alivio adecuado y, sobre todo, prevenir complicaciones futuras que pueden llegar a ser graves.

Si la acidez estomacal es persistente y no se alivia con medicamentos sin receta, es muy importante acudir al especialista. (Getty Creative)
Si la acidez estomacal es persistente y no se alivia con medicamentos sin receta, es muy importante acudir al especialista. (Getty Creative)

El reflujo gastroesofágico es una enfermedad común, pero amerita un diagnóstico preciso para ser tratada adecuadamente. En México, por ejemplo, según cifras de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, la padecen al menos un 40 % de la población adulta y el especialista Marco Antonio Gordillo Morath explica que otros padecimientos como la diabetes mellitus y el tabaquismo pueden aumentar el riesgo de padecerla.

Para diferenciar la acidez estomacal del reflujo gastroesofágico, lo primero es saber que la acidez es esporádica y fácilmente tratable, y la segunda es crónica y recurrente y puede causar daños al revestimiento del esófago y llevar a complicaciones más serias como esofagitis, esófago de Barrett o incluso cáncer de esófago.

En un artículo de Healthline, se establecen claras diferencias. En el caso de la acidez estomacal la regurgitación o sensación de que el contenido del estómago vuelve a la garganta o la boca, puede provocar una sensación de ardor en el pecho y eso puede causar opresión o dolor torácico. La acidez suele aparecer después de comer y puede aliviarse con medicamentos de venta libre.

Además, evitar el cigarrillo, así como alimentos muy picantes o muy grasosos suele contribuir con el alivio de los síntomas. Sin embargo, si la acidez es frecuente, aparece dos o más veces a la semana, o si los medicamentos no funcionan, es necesario consultar al especialista.

Alimentos grasosos, muy picantes o muy condimentados pueden ocasionar o empeorar la acidez estomacal y otras condiciones del sistema digestivo. (Getty Creative)
Alimentos grasosos, muy picantes o muy condimentados pueden ocasionar o empeorar la acidez estomacal y otras condiciones del sistema digestivo. (Getty Creative)

Por otra parte, en el caso de la enfermedad de reflujo gastroesofágico, a estos síntomas se le suman mal aliento, tal como sentía Ricardo, daños en el esmalte dental por exceso de ácido en la boca, dificultad para tragar y tos seca y persistente. Como se dijo, para tratar esta enfermedad es necesaria la evaluación profesional, pero hay algunas cosas que, en combinación con la receta médica, podemos hacer para aliviarla.

Lo primero sería modificar nuestra alimentación, en cuanto a cantidad y a tipos de alimentos. Por ejemplo, en lugar de ingerir dos o tres comidas grandes, tal vez nos haría sentir mejor comer varias veces menores porciones. Asimismo, hay alimentos que incrementan en algunas personas la cantidad de ácido en el estómago. Según Clínica Mayo, además de las comidas picantes y grasosas, la cebolla, los cítricos, los alimentos derivados del tomate, la menta, el chocolate, y el café, son algunos de ellos.

Adicionalmente, se recomienda sentarse erguido durante al menos 3 horas después de comer, evitar la ropa ajustada y, si es necesario, perder peso. En cualquier caso, es importante insistir en la consulta médica porque no se trata de un simple malestar, sino de una enfermedad que puede desencadenar otras mucho más graves si no se trata adecuadamente.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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