‘Avatar’ y la película infame de los 90 que parece calcada

Avatar vuelve a estar de actualidad. Su secuela, Avatar: El segundo del agua, se estrena a finales de 2022, 13 años después de que el film original de James Cameron llegara a los cines y arrasase en todo el mundo, convirtiéndose en la película más taquillera de la historia. Muchos ponen en duda que haya verdadero interés en esta continuación tardía, pero tras mostrarse sus primeras imágenes -que han dejado a los críticos impresionados, y conocerse más detalles sobre el proyecto, la curiosidad está aumentando.

Y como cada vez que se habla de Avatar, el debate sobre la calidad de la película de 2009, más allá de su indudable valía técnica, se aviva. Uno de los argumentos que siempre sacan a colación sus detractores es la falta de originalidad de su historia, que recuerda a otros trabajos cinematográficos previos. En este sentido, los títulos que más se suelen mencionar a la hora de hablar de las “influencias” de Avatar son Bailando con lobos y Pocahontas, pero hay otra película a la que se parece incluso más, y que no sale tanto a colación, quizá por ser menos conocida: FernGully: Las Aventuras de Zak y Crysta.

Careles de 'Avatar' (2009) y 'FernGully' (1992)
Careles de 'Avatar' (2009) y 'FernGully' (1992)

Aunque nadie pone en duda la importancia de Avatar en la evolución de la técnica y el desarrollo los efectos digitales en el cine, incluida su labor esencial a la hora de revitalizar el 3D, lo cierto es que en lo narrativo no es muy original. Tanto es así que, desde su estreno y hasta estos días, se ha enfrentado a acusaciones de plagio que aseguran que Cameron se fijó en otras historias, como las mencionadas Bailando con lobos y Pocahontas, o las aventuras de John Carter de Marte escritas por Edgar Rice Burroughs, que Disney llevaría a la gran pantalla en 2012 con estrepitoso fracaso.

Las acusaciones no solo han provenido de los espectadores, sino también del propio círculo profesional de Cameron. Concretamente, en 2011, un antiguo empleado de su compañía, Lightstorm Entertainment, llamado Eric Ryder, demandó al director de Titanic alegando que había robado la idea de un guion que estaba escribiendo titulado K.R.Z. 2068, que contenía elementos similares a lo que acabaría siendo Avatar, incluyendo tratamientos, fotos, imaginería 3D y personajes. Sin embargo, la demanda fue desestimada en 2013, dando la razón a Cameron, que acusaba a Ryder de oportunismo debido al enorme éxito de la película (Variety).

Pero a lo que íbamos, aunque Avatar nunca ha sido declarada legalmente como un plagio, son muchos los que, a día de hoy, siguen sosteniendo que Cameron se inspiró demasiado en otras obras para realizar la suya. Entre ellas, la que hoy nos ocupa, FernGully, aventura animada de 1992 que supuso un éxito moderado para 20th Century Fox, el mismo estudio detrás de Avatar. Esta coproducción australiano-estadounidense recaudó 32,7 millones de dólares en todo el mundo (de un presupuesto discreto de 24), cosechando además buenas ventas en VHS, lo que dio lugar a una secuela directa a vídeo en 1998.

Si bien es cierto que los temas que aborda Avatar, tales como el colonialismo y el ecologismo, son frecuentes en el cine y, que por tanto, es inevitable que los trabajos que los abordan acaben repitiendo patrones, no se puede negar que las coincidencias con FernGully son cuanto menos llamativas, más allá de la mera curiosidad. Empezando por el argumento: FernGully cuenta la historia de las hadas de la selva de FernGully, un paraíso aislado de la polución y la destrucción, que de repente se ve invadido por los humanos, que pretenden talar sus árboles mágicos. Una de esas hadas, Crysta, conoce a un humano llamado Zak, que gracias a ella descubre que su especie está amenazando el hábitat de la selva, donde viven criaturas fantásticas en armonía con las hadas. Zak se enamora de Krysta y se une a los suyos para impedir que las máquinas destruyan el lugar y a sus habitantes.

Hay muchos paralelismos. El desarrollo del personaje de Zak es similar al que experimenta el protagonista de Avatar, Jake Sully (Sam Worthington), tras conocer y enamorarse de la nativa Neytiri (Zoe Saldaña). La trama principal, incluyendo al villano que emplea grandes máquinas para tratar de destruir un lugar salvaje poblado por criaturas extraordinarias y la batalla entre especies que se desata, es prácticamente igual. Pero el parecido más innegable es el estético. Y es que el preciosista entorno de Pandora, el planeta de Avatar, se parece mucho a la fauna y la flora de FernGully.

Tanto es así que solo hace falta una búsqueda rápida en Internet para encontrar muchos vídeos de comparativa entre ambas películas, donde se ilustran las coincidencias entre las dos, hasta el punto de que algunas imágenes son chocantemente semejantes (pueden compararlo en el vídeo más abajo). Hay un momento en concreto de la película de animación en el que la pareja protagonista recorre la selva corriendo, mostrándonos cómo cada a zancada que dan, la tierra a sus pies se ilumina para decirnos que el lugar está vivo; una escena que, aunque sea inconscientemente, aparece calcada en Avatar con Jake y Neytiri recorriendo los frondosos bosques de Pandora en una secuencia análoga.

Que quede claro que no estoy acusando a James Cameron de plagiar FernGully, pero lo mucho que se le parece Avatar siempre me llamará la atención. Ahora bien, si FernGully pasó a la historia en España al margen de todo este asunto, fue por un motivo mas infame: su doblaje al castellano. En su versión original, la cinta cuenta con las voces de Christian Slater y los grandes Robin Williams y Tim Curry. ¿Qué hicieron en España? Encargarle el doblaje completo a una sola persona: Ángel Garó.

Efectivamente, todos los personajes de FernGully: Las Aventuras de Zak y Crysta, masculinos y femeninos, fueron doblados por la misma persona en castellano. Según contó el propio Garó en 2017 durante una autoentrevista para el programa Sábado Deluxe (via Sufridores en casa), le ofrecieron el papel del murciélago Batty, a quien interpretaba en inglés Robin Williams, y él accedió con la condición de que le dejaran interpretar al resto de personajes: 32 en total.

Encontrándose en su momento de mayor popularidad, sus deseos fueron concedidos. El estudio le pidió una prueba de seis personajes y tras examinarla desde Los Ángeles, obtuvo el visto bueno del estudio. Así es como el humorista gaditano acabó realizando el doblaje íntegro de la película, lo que le llevó a entrar en el Libro Guinness de los Récords. Algo que hoy en día sin duda desataría feroces críticas, especialmente después de tantos casos de famosos sin experiencia de doblaje ocupando el lugar de los verdaderos profesionales del sector en importantes estrenos animados (Lola Índigo en la secuela de Space Jam, Melendi en Cómo entrenar a tu dragón 3 o Sara Carbonero en Los tipos malos, solo por citar unos pocos).

Polémicas al margen, FernGully es una película especial para muchas personas que crecieron en los 90, una propuesta alternativa a Disney que, como Fievel y el nuevo mundo o Nimh, el mundo secreto de la señora Brisby, se atrevió a incorporar temas más adultos y socialmente conscientes en la animación infantil. Aunque su calidad se queda bastante por debajo de muchas de sus contemporáneas, su temática medioambiental y su mensaje ecologista sigue siendo valioso, además de estar (tristemente) más de actualidad que nunca, lo que la convierte en una buena candidata para ser rescatada del pasado.

A pesar de que nos solemos acordar de ella por su parecido con Avatar o por la dudosa hazaña de su doblaje español, lo cierto es que FernGully ocupa un lugar especial en el recuerdo nostálgico de esos espectadores que crecieron en los 90. Los mismos que, años después vieron Avatar y dijeron: “Esto me suena”.

FernGully: Las Aventuras de Zak y Crysta está disponible en alquiler digital en Amazon Prime Video. Avatar se encuentra en el catálogo fijo de Disney+ y en venta y alquiler digital a través de Rakuten TV, Microsoft, Google TV, Apple TV y Amazon.

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