Hablamos con Miriam Giovanelli en Bilbao sobre moda, fama y su conexión especial con el País Vasco
La conocimos cuando tenía tan solo 20 años durante su paso por Física o Química, aunque antes había aparecido fugazmente en series como Los Serrano o El Comisario. Fue su personaje de Patricia en Velvet el que le otorgó la fama hace exactamente una década, y desde entonces, Miriam Giovanelli no ha dejado de trabajar en esta industria que tanto le apasiona porque "no se imagina haciendo otra cosa", admite. De padre italiano, la actriz nació en Roma y con diez años se trasladó a Madrid con su madre, donde a día de hoy reside junto a su marido, el arquitecto vasco Xabier Ortega, y sus dos pequeños, Renata (4) y Lorenzo (3). Cercana, amable y sincera, con ella nos reunimos en un inusual soleado día de octubre en Bilbao, una de sus ciudades favoritas, a la que esta vez ha viajado por un evento relacionado con la moda.
Y es que cada vez son más las firmas españolas que se interesan por la capital vizcaína y la última en hacerlo ha sido Hoss Intropia, que el martes inauguraba su nueva tienda en la emblemática calle Gran Vía de Don Diego López de Haro. Lo hacía presentando en su interior la campaña Otoño/Invierno 2024 y contando como anfitriona con Miriam Giovanelli. "Me hace ilusión porque la primera vez que hice una rueda de prensa en mi vida, llevaba prendas de la marca", nos confiesa. "Le tengo mucho cariño y me gusta no solo por su estilo elegante y bohemio, también porque es ropa de buena calidad que dura, y creo que esa es una de las claves de la sostenibilidad: piezas que puedas usar durante años".
Nos sentamos con la intérprete a charlar sobre sus elecciones de estilo, el nuevo proyecto que acaba de rodar junto a Elsa Pataky o la conexión especial que tiene con esta región del norte de España, que le viene dada por el origen donostiarra de su marido: "Soy consorte vasca", admite entre risas al pensar en el arquitecto Xabier Ortega, con quien acaba de celebrar su séptimo aniversario de bodas.
FASHION: ¿Qué básicos elegirías para vestir bien todo el otoño?
MIRIAM GIOVANELLI: Creo que los trajes de tres piezas son muy versátiles. Si no te apetece ponértelo al completo, puedes llevar el pantalón con un jersey de tejido agradable, el chaleco con un vaquero... Yo siempre busco prendas muy prácticas, que tengan una vida muy larga.
¿Cómo definirías tu estilo?
Te diría que clásico, lo clásico es tendencia siempre. Sobre todo muy cómodo, looks que puedas llevar desde por la mañana hasta por lo noche. También tiendo bastante a los colores oscuros, a la ropa overseize y de corte más masculino... Y antes no lo hacía, pero hace tiempo que decidí priorizar sobre todo la comodidad.
"El día que decidí que me iba a poner lo que me sentase bien y me hiciera sentir cómoda, sin fijarme en las tendencias, todo se volvió mucho más fácil".
¿Cómo eliges los looks para eventos o presentaciones de proyectos?
Me apoyo mucho en amigas estilistas a las que pido opinión o me conectan con alguna marca. Pero elijo yo todo lo que me pongo. También intento ir siempre vestida de firmas españolas, a veces también de algún joven diseñador italiano por mi vinculación con el país.
Todavía recordamos el original look de novia que llevaste en tu boda. ¿Volverías a optar por una opción poco convencional si volvieras a casarte?
Es curioso porque ahora estamos más acostumbradas a ver ese tipo de trajes, pero cuando yo me casé en 2017 no era tan común. Me lo hizo María Escoté, una de mis mejores amigas, y siempre le decía que quería ir como voy yo en mi vida. Es raro que me veas con un vestido o con una falda, por eso decidí ir en pantalón y con una chaqueta. Un conjunto clásico al que le pusimos toques diferentes, a través de unas sandalias que a día de hoy todavía uso mucho, y con una pamela de Betto García, quien se ha convertido también en un amigo increíble.
¿Qué te habría gustado ser si no hubieras sido actriz?
¿Sabes qué pasa? Que al ser actriz puedes ser casi todo: un día abogada, otro dueña de unas galerías, otro policía... ¿Cómo no iba a querer ser actriz, si yo de pequeña quería serlo todo? Ahora no me imagino en otra profesión, aunque es cierto que siempre me ha llamado la atención la Arqueología.
Has estado rodando Matices junto a Elsa Pataky, ¿qué nos puedes contar de esta serie?
Es un thriller psicológico que todavía no tiene fecha de estreno, acabamos de terminar el rodaje y ha sido un proyecto genial. Sergio Cánovas ha sido un descubrimiento como director. Y nunca había conocido a Elsa Pataky, pero hemos conectado mucho, todos hemos hecho un grupo muy guay. Además, me he reencontrado con Maxi Iglesias y ha sido bonito porque nos hemos visto crecer profesionalmente: coincidimos en Física o Química, Mentiras y gordas, en Velvet y ahora aquí. A Juana Acosta la conocí en un pasillo de Velvet, pero nunca habíamos rodado juntas hasta ahora. Tengo también pendiente de estreno El Retorno, una película que rodé en Argentina el año pasado y con la que me enamoré profundamente del país.
¿Cuál es el personaje que más te ha marcado en los últimos años?
Guardo mucho cariño a Marta, de Caronte.Nos quedamos todos con ganas de más y además era la primera vez que interpretaba un personaje que no fuese una villana. También le guardo cariño a Patricia Márquez de Velvet porque es el personaje que he interpretado durante más tiempo en mi vida. Quien supuso un reto fue Bellísima, de Nacho, porque me obligó a aprender muchas cosas. Aunque también el que hago en Matices: la serie narra la historia de seis pacientes psiquiátricos y tuve que prepararme el papel hablando con una psicóloga, una filósofa... Mi personaje tiene tantas capas que me ha permitido recordar que juzgamos a las personas sin saber qué hay detrás y aprender que no siempre hay que entenderlo todo, a veces basta con la comprensión.
Tienes cierta conexión con el País Vasco...
Me gusta mucho San Sebastián, mi vinculación con esta ciudad es especial porque de ahí es mi marido y su familia. Pero cuando vamos a San Sebastián intentamos pasarnos también por Bilbao, ¡me encanta! Es una ciudad que ha hecho una apuesta por la arquitectura contemporánea con nombres muy importantes. Ha logrado que una zona portuaria y periférica sea un núcleo muy activo. Con el Guggenheim han conseguido también mucho posicionamiento, es una ciudad que está muy viva artísticamente. En Bilbao están pasando muchas cosas, no es de extrañar que Hoss Intropia haya abierto tienda física aquí.
Dicen que ser madre te cambia la vida en muchos sentidos, ¿ha sido así en tu caso?
Disfruto mucho de la maternidad, me considero una privilegiada porque tengo la posibilidad de dedicar mucho tiempo a la crianza y de disfrutarla. Pero es sufrida y más si la tienes que compaginar con el trabajo. Aunque yo tenía claro que quería tener más de un hijo: yo soy hija única, mi padre falleció, y creo que afrontar las despedidas de la gente que quieres teniendo un hermano es mejor. Me encantaría tener más hijos, pero me hace dudar la logística, se complica un poco.
"Me parecería surrealista que a alguien le importase lo que me pongo y lo criticase".
¿Sientes cierta presión mediática cuando eliges un look para una alfombra roja?
No me condiciona nada. Me parecería surrealista que a alguien le importase lo que me pongo y lo criticase. También es cierto que lo mío es una fama muy discreta, nunca he vivido esa presión de estar en boca de todos por lo que llevo. Pero sí me asusta la crispación que existe en redes sociales. Yo no utilizo las mías para criticar a la gente, pero leer esos comentarios te conecta con cierta violencia, con una energía gris.
Te hemos visto en Fashion Week Madrid, ¿algún diseñador español que te guste especialmente?
Me encanta María Escoté y me gusta mucho Juan Vidal. También la apuesta de Hoss Intropia, cómo han sido capaces de mantener su ADN, pero crear nuevas versiones románticas de piezas muy atemporales.