Blake Lively es demandada por difamación por una empresa de relaciones públicas

Blake Lively ha sido demandada por difamación por una empresa de relaciones públicas.

La actriz de 37 años se enfrenta a una demanda de Jed Wallace, de la empresa de gestión de crisis Street Relations, después de haber sido nombrado en una denuncia que Blake presentó recientemente como parte de su batalla legal en curso con Justin Baldoni.

La demanda de Wallace dice así: "Las afirmaciones de hecho, reales o implícitas, de y relativas a los demandantes en la Demanda Precursora y CRD son falsas, difamatorias, hechas con negligencia o 'malicia real' y han causado millones de dólares en daños a la reputación, incluyendo daños generales y especiales a través de daños emocionales (Wallace), daños reales y pérdidas reales y proyectadas de negocio (Wallace y Street) por un importe que supera el millón de dólares".

En la presentación legal de Blake, se afirmaba que Justin -su coprotagonista y director de 'It Ends with Us'- contrató a un equipo de relaciones públicas para armar "un ejército digital en todo el país, desde Nueva York a Los Ángeles, para crear, sembrar y promover contenidos que parecían auténticos en plataformas de medios sociales y foros de chat de Internet".

Pero según los abogados de Wallace, la actriz "carece de hechos que respalden las acusaciones que hizo contra Wallace y Street".

Wallace y el bufete piden un mínimo de 7 millones de dólares por daños y perjuicios, según The Hollywood Reporter.

Por su parte, Blake ha acusado a Justin, de 41 años, de causarle "graves daños emocionales".

La actriz, que interpretó a Justin en la serie 'It Ends with Us', declaró recientemente al periódico New York Times: "Espero que mi acción legal ayude a descorrer el telón de estas siniestras tácticas de represalia para perjudicar a las personas que denuncian conductas inapropiadas y ayude a proteger a otros que puedan ser objeto de ellas".

Justin negó posteriormente las acusaciones y su abogado las calificó de "categóricamente falsas".

Bryan Freedman, abogado del actor y de su productora Wayfarer Studios, declaró a Variety: "Estas afirmaciones son completamente falsas, escandalosas e intencionadamente salaces con la intención de herir públicamente y rehacer una narrativa en los medios".