Es hora de hablar de tacones y zapatos

El tema de los tacones es tan escabroso que estoy dispuesta a recibir los tomatazos, pero no puedo dejar de lado el tema, ni pretender que no existe.

¿Zapatos para caminar? | Getty Images
¿Zapatos para caminar? | Getty Images

Volviendo al inicio, un zapato es una herramienta que protege nuestros pies de las irregularidades del camino y de las inclemencias del clima. Somos seres que caminan, y un zapato debería facilitarnos esta tarea. Caminar es lo primero que nos independiza...

¿En qué momento aceptamos y permitimos que una herramienta como esta nos haga más díficil movernos, nos lastime, nos deforme?

Me encanta la ironía de que un zapato es en teoría una herramienta para protegernos y ayudarnos a caminar por diversos terrenos y que hoy se vea a innumerables mujeres paseando por las calles con tacones imposibles, y a quienes se ve innegablemente muy incómodas caminando (o intentando caminar).

¿Qué nos pasó?

Ok, no todas las mujeres caminan mal con tacones (sus pies, piernas y espalda ya se acostumbraron), pero no me uno a la causa de que haya carreras de mujeres en tacones (y menudas torceduras se ven en ellas), ni tampoco me parece coherente "presumir" de nuestra habilidad para desenvolvernos en tan "sufridas alturas" sin perder la compostura, y mucho menos considero inteligente que las deformaciones al cuerpo que provocan se cataloguen como "el precio que hay que pagar por ser bellas".

Chicas, mujeres, niñas, ¿para qué nos hacemos mártires del uso del tacón si en realidad nadie nos obliga a hacerlo? ¿Por qué seguimos haciendo del zapato de tacón un símbolo de feminidad? ¿Por qué un zapato que debería ayudarnos a caminar nuestra independencia nos convierte en sus más fieles esclavas?

El artista Van der Vyver ya lo dejó claro con su propuesta "Scary Biutiful" en base en que "la gente no está satisfecha con lo que parecen" y que la búsqueda de perfección ha llegado a un clímax. ¿Pero poner en juego no solo nuestra salud, sino el principio mismo de un zapato.

Si usas tacones, y te gustan, adelante, no te detengo, sigue usándolos y de verdad te deseo la mejor de las suertes. Pero no olvides que tacones de más de 7 cm no solo son malos para la salud, sino que en realidad no te ayudan a caminar para nada. Si usas tacones para sentirte más alta, aprende que tu altura no habla de tu personalidad; si los usas para sentirte bella, que sepas que sin ellos sigues siendo guapa; si no puedes vivir sin ellos procura que no te esclavicen. Pero por favor no los conviertas en un símbolo de tu lucha por ser mujer, ni de un accesorio inseparable de la feminidad. Sin ellos sigues siendo mujer.

¿Estaré exagerando?

PD. No puedo cerrar este blog sin una anécdota más de mi abuela materna. Ella solía preguntarme por qué me gustaba tanto usar tenis, y no sólo porque siempre fui muy inquieta (trepar árboles, andar en bici, nadar en ríos, jugar en el lodo...), sino porque no entendía cómo podía yo vivir con eso puesto siempre. Resulta ser que ella NUNCA había usado tenis.

La última vez que la vi ella llevaba unos tenis puestos, y me comentó que los había encontrado en su casa - olvidado por mi - y que decidió probar a ver de qué tanto presumía yo... Recuerdo que me dijo "desde entonces los uso diario. De haberlo sabido antes..."