Personas tóxicas

Las puedes encontrar en cualquier lugar: entre tus compañeros de trabajo, entre tus amigos, puede ser tu hermano y hasta tu pareja. A este tipo de persona se las reconoce porque insisten en hablar de temas negativos. Pueden ser hirientes, inflexibles y se enojan con facilidad si se les dice algo que no les gusta. Sencillamente, porque siempre creen que tienen la razón.

Yo, lamentablemente, tengo un hermano que es así. Hace años que no le habla a nadie de la familia y cuando lo hace es solo para dirigir insultos y emitir opiniones adversas e hirientes sobre las personas. Es realmente imposible relacionarse con él.

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En mi experiencia, esta gente tiene una actitud que lo contamina todo cuando anda cerca. Te hacen entrar en una frecuencia emocional y mental que termina por socavar tus fortalezas.

En su libro "Gente Tóxica", el psicólogo argentino Bernardo Stamateas explica que "se trata de personas que potencian nuestras debilidades, nos llenan de cargas y de frustraciones".

Ante estas personas, el mayor conflicto que se crea en nuestro interior es cómo detenerlas, ya que convencerlas de cambiar de actitud es una tarea imposible. Básicamente porque se dedican a estimular en nosotros sentimientos tan negativos como la culpa, el resentimiento,y tienden a hacernos responsables de todo lo malo que les sucede. Nada de lo que hagamos estará bien, porque buscarán descalificarnos continuamente.

"Si haces algo, el descalificador te criticará por accionar -escribe Stamateas-, y si no accionas, te juzgará por hacerlo."

En la relación con esta gente no hay salida, o al menos eso parece...

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Claves para tratar con estas personas, según Bernardo Stamateas: "1) No las contradigas: esta es una batalla que nunca vas a ganar; si insistes, se cobrarán tu hazaña. 2) No las confrontes en público: esta es una humillación que no pasarán por alto. 3) No seas su amigo: sin embargo te conviene ponerte cerca para que no te hieran; sé sutil con pequeños gestos. 4) Míralas y sonríe, demuéstrale que no hay tensión entre tú y ellas. La conclusión final es: no entres en su juego, no cedas a sus golpes bajos."

Yo creo que estos consejos pueden funcionar si la persona tóxica con la que debes tratar no forma parte de tu familia, porque en realidad son medidas apaciguadoras, para que no te vea como "el enemigo". Si en cambio, como me pasa a mí, es alguien con quien deberás relacionarte toda la vida, el asunto se complica. Yo he optado por no relacionarme en absoluto; es la única forma de mantenerlo desinteresado por mi persona, con todo el costo emocional que conlleva porque, finalmente, es mi hermano y lo amo.

¿A ti te ha pasado?

En Twitter @aleherren


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