Quedarse sin trabajo

Estar desempleada puede ser un capítulo difícil en tu vida. Lo primero que se siente es una profunda desorientación, sobre todo si has pasado muchos años en ese trabajo del que te han privado. La angustia te inunda y no sabes muy bien qué hacer.

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Lo mejor es tratar de calmarse y tomarse un tiempo para reflexionar. La realidad es que con la actual crisis mundial las tasas de desempleo van en aumento, pero no hay que excusarse en las generalidades y sí hay que intentar focalizar en nuestro propio caso.

Hacerse preguntas es el principio de la reflexión, para tratar de aprender de los errores, si los hubo: ¿Por qué has perdido tu trabajo? ¿Ha sido porque su rendimiento no estaba a la altura? ¿A que no estabaa agregando valor a la empresa? ¿O fue porque la empresa había caído en tiempos difíciles y recortes necesarios para hacer?

Si fue debido a tu rendimiento en el trabajo podrías evaluar qué deberías haber hecho para ser una parte más integral del equipo, y utilizar lo que descubres para ayudarte en tu próximo trabajo. Si en cambio el caso es que ha habido recortes, deberías enfocar tu búsqueda de un nuevo empleo en las empresas que lo están haciendo bien en la economía actual, para poder tener una mayor estabilidad en el futuro.

Lo siguiente que deberías hacer es revisar tu economía. Una vez que tu principal fuente de ingresos se ha ido no puedes darte el lujo de gastar tanto como lo venías haciendo. De manera que tendrás que cambiar un poco tu estilo de vida hasta que pase la tormenta: piensa en cuáles son tus gastos imprescindibles y elimina los consumos superfluos. La eliminación de gastos innecesarios te dará un respiro adicional mientras buscas tu nueva posición.

Si has recibido un dinero como indemnización procura ahorrarlo al máximo, porque no sabes cuánto tiempo tardarás en reinsertarte en el mercado laboral. Vuélvete una asceta.

Actualiza tu currículum e incluye tu experiencia laboral reciente. Concéntrate en las tareas que realizaste y los resultados obtenidos, y luego concéntrate en editar esta información en tus perfiles en las redes sociales, especialmente en las profesionales como Linkedin.

Cuando inicies el proceso de búsqueda de un nuevo trabajo, tómate un tiempo para pensar en qué dirección quieres seguir. ¿Quedaste satisfecha con tu trabajo anterior? ¿Disfrutaste de la industria en la que estabas trabajando, de tu posición? ¿O en cambio te sentiste miserable? Si te encantó tu trabajo buscar algo similar será lo ideal, pero si lo odiabas piensa en cómo mejorar el rumbo. Como toda crisis, esta es una oportunidad ideal para cambiar tu vida.

Empieza por mirar tu agenda y hacerle llegar tu currículum a las personas que tengas en tu red profesional. Al mantener informada a la gente sobre lo que estás haciendo y lo que estás buscando nunca sabes qué puertas se pueden abrir. Ocúpate de seguir asistiendo a los eventos de tu ambiente profesional para conectarte con gente nueva. Quién sabe, pueden ser personas que te ayudarán a encontrar el empleo adecuado para ti.

Y mientras tanto, ocúpate: toma clases y adquiere nuevas hablidades; trabaja a tiempo parcial y por tu cuenta en otras cosas (por ejemplo, puedes dar clases si es que eres experto en algo como idiomas, o cualquier otro tema en el que te hayas formado); haz ejercicio, mentente activa; limpia tu casa y tira lo viejo; y sobre todo, no te desanimes.

Este es un momento de cambio, y los cambios llevan tiempo.

En Twitter @aleherren

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