Posparto: angustia y prevención
Ante la llegada del bebé, la reciente mamá suele experimentar sensaciones raras de cambios de humor… ¿cómo podemos prevenirlo?
¿Qué es el puerperio?
Se trata de la etapa que transita la nueva mamá desde el nacimiento de su bebé, hasta el momento del retorno a la vida más allá del mundo de los pañales. Es decir que este tiempo variará de una mujer a otra.
Se trata de un proceso de adaptación al nuevo rol maternal, que transcurre desde el momento del parto, primer encuentro real con el bebé, hasta el equilibrio emocional afectivo que demuestra la adaptación lograda.
Es un tiempo confuso: alegría, tristeza, angustia, desilusión, emoción, desorientación, ambigüedad…mezcla de sentimientos y sensaciones, consecuencia de los cambios físicos y anímicos que producen un verdadero impacto en la mujer, ante la llegada de su bebé.
A veces sucede que en el momento que habían imaginado ser totalmente felices, las mamás se sienten además y sin saber por qué...angustiadas. Esa "angustia", conocida con el nombre de "angustia de pos parto" suele durar unos pocos días, pero a veces se prolonga. Es en ese momento cuando la madre necesita de todo el apoyo de su pareja, familia, amigos y de un profesional cuando la situación lo requiera.
Muchas veces estos cambios en el estado de ánimo responden a cambios hormonales (estrógeno y progesterona) que han incrementado sus niveles durante el embarazo. Luego del parto estos niveles bajan, y el organismo debe adaptarse a los nuevos registros y ello ejerce modificaciones sobre las emociones. Pero lo hormonal no explica todo lo que en ese período sucede: el cansancio del parto, las pocas horas de sueño, la necesidad de la madre y la pareja en sí misma de tiempo y espacio para adaptarse a la nueva situación, algunos roles nuevos que enfrentar y ejercer, cambios de hábitos y costumbres dentro de la pareja, encarar acuerdos familiares novedosos, la pasividad repentina en relación a lo laboral, más aquellos rasgos singulares de cada mujer y cada pareja que se juegan en este momento tan especial.
Este proceso varía de una mujer a otra, pero si es tratado rápidamente, puede remitir en poco tiempo. Los síntomas en general incluyen:
Ansiedad
Temores irracionales
Pérdida de apetito
Insomnio
Fatiga
Falta de interés en el aspecto personal
Exageración de los inconvenientes
Aislamiento del contacto social
Sentimientos de desamparo y temor
Llanto durante largos períodos
Como vemos, las causas y las manifestaciones de ello son variadas, pero seguramente guardan relación con la modalidad que han tomado para esta mujer el embarazo, la experiencia del parto y la distancia de ellos del ideal esperado. Mucho se habla del parto, en su versión más idealizada y poco de lo que realmente ocurre allí.
¿De qué se tratan los cambios que experimenta la mujer?
En general luego del parto se experimenta una sensación de pérdida de la intimidad, de la libertad, y de la identidad en relación a la llegada del bebé, y a los roles que la mujer no ejercita activamente por un plazo muchas veces prolongado.
Podríamos decir que la imagen que tenemos cada una de nosotras mismas está armada en parte con la información que recibimos de los otros…nuestros diferentes roles entonces nos proveen de rasgos, códigos, modalidades y tareas a realizar que nos informan quiénes somos. Es ésta la información que en el tiempo del puerperio no recibimos, ya que el resto de nuestras actividades: laborales, académicas, sociales, recreativas han quedado suspendidas y con ellas parte de nuestra identidad. Por un tiempo todo se relaciona con nuestra maternidad y de allí que se dificulte lo que excede al ser madre…lo que no lo completa, el ser mujer!. Son estos los roles que en este momento entran en conflicto: ser mujer- ser madre. La salida será despejar y construir la respuesta singular que cada mujer tiene para enfrentar esta nueva situación, encontrando el estilo de ser madre más propio.
Sugerencias para facilitar este tiempo...
Darte tiempo y aceptar que los primeros tiempos del bebé en casa, puede resultar difícil.
Tratar de hablar de lo que sentís, intentando vencer sentimientos como: vergüenza, culpa, etc.
Aceptar la ayuda de amigos, familiares y profesionales.
Compartir con tu pareja lo que sentís y guiarlo en relación a lo que necesitás para sentirte mejor.
Recuperar actividades que desarrollabas antes del nacimiento: trabajo, estudio, actividad física, encuentros con amigas.
Tener presente que este sentimiento no es contradictorio con la felicidad de la llegada de tu bebé, ni con el amor hacia él, sino que se trata de otra cosa.
Quizás te interese:
Crianza con apego
Ser mujer y ser madre: roles en conflicto
El regreso al trabajo