Pinta como los profesionales
Pintar es una de las maneras más fáciles y económicas de cambiar el aspecto de tu hogar, y aunque no se requiera más que algunos rodillos y pinceles y mucha buena voluntad, si no prestas atención a algunos detalles, lo que era en principio una tarea fácil y económica, puede terminar transformándose en una pesadilla costosa.
Si estás con ganas de hacer un cambio en la pintura de tu casa y estás dispuesta a hacerlo tú misma, aquí te dejo algunos consejos que, estoy segura, te serán muy útiles.
1. Compra un envase pequeño de la pintura que te gusta en vez de uno grande si no estás segura del color. Pinta un pedazo de cartón y muévelo alrededor de la habitación para que veas cómo afecta la luz el color en diferentes momentos del día.
2. Tómate tiempo para preparar el área a pintar. Guarda en una caja todos los accesorios y cuadros del ambiente y ponlos en otra parte de la casa. Mueve los muebles grandes hacia el centro del ambiente y cúbrelos con un plástico o tela, o muévelos a otra habitación, si es posible. Limpia las paredes con un paño limpio y seco para quitar el polvo que pudiera estar acumulado y cubre con cinta autoadhesiva las molduras. Cubre el suelo con tela, ya que los plásticos pueden ser resbaladizos. Quita todas las tapas plásticas de las llaves de luz, las manillas de las puertas, barrales y accesorios de cortinas y guárdalos en una bolsa plástica para que no se pierdan las piezas pequeñas.
3. Crea una pequeña "estación de pintura" donde tengas a mano todo lo que puedas necesitar para hacer el trabajo: bandejas de pintar, pinceles, rodillos, paños, abridor de lata, diluyente de pinturas, destornillador, martillo y escalera.
4. Calcula cuánta pintura necesitarás, ya que es mejor comprarla mezclada de una vez y así evitar los cambios en las tonalidades cuándo pertenecen a diferentes partidas. Si compras dos ó más latas individuales, mézclalas en un recipiente grande antes de utilizarlas, así el color será homogéneo. Para conservarla de un día para otro, tapa el recipiente con plástico autoadherente, del que usas para guardar comida.
5. Escoge los pinceles y rodillos apropiados para el trabajo, esto te garantizará la calidad del trabajo terminado. Hay pinceles específicos para cada tipo de pintura y paredes.
6. Si estás cambiando de un color muy oscuro a uno más claro, o de un color extremo a otro, ten en cuenta que necesitarás pintar primero con una base o primer para asegurarte que el color final sea el que habías elegido.
7. Si el color que elegiste es el rojo, ten en mente que necesitarás al menos 3 capas o manos de pintura (una de base y dos del color) para llegar al rojo parejo.
8. No pintes sin seguir un orden. La forma adecuada es primero techos, segundo paredes, tercero puertas y molduras, y por último, el piso, si es que quieres pintarlo.
9. La pintura que te sobre no la guardes nunca en la lata original, ya que esos envases, una vez abiertos, difícilmente cierran de manera hermética, y esto hace que la pintura se ponga espesa y cambie de color. Mejor guarda los restos de pintura en envases pequeños de plástico o vidrio cómo los de mayonesa o comida para bebés, y puedes escribirle con marcador el código o nombre de pintura y la marca, por si en el futuro necesitaras volver a comprar.
10. Si debes interrumpir la tarea sin haber terminado, guarda los pinceles y rodillos que estés utilizando y estén embebidos en pintura en una bolsa plástica en el congelador. Luego, sácalos de allí una hora antes de volver a usarlos, se descongelarán y estarán frescos como cuando los dejaste.
Por último, no te apresures; obtendrás mejores resultados si tienes un poco de paciencia. Piensa que es una tarea de día completo (a veces dos ó más). Mantén las ventanas y las puertas abiertas para una correcta ventilación y consulta con tu centro de reciclaje más cercano sobre cómo tirar la pintura sobrante.
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