Digan “whisky”
¿Hay alguien que no afloje sus rigideces ante una sonrisa? ¿Que se distraiga con otra cosa cuando le estén dedicando una de oreja a oreja? Apuesto a que no. Nadie puede con ellas. Son un arma infalible, una gran puerta al corazón, un paso hacia la carcajada, a la alegría. Y además, una gran herramienta de seducción, al menos así lo hemos probado por siglos las mujeres. ¡O nunca se han fijado que sonreímos más que los hombres!
Según el estudio Language and Sex, Difference and Dominance, editado por Barrie Thorne and Nancy Henley, cuando las mujeres conocemos a alguien nuevo, sonreímos el 93% del tiempo, mientras que los varones lo hacen sólo el 67%. Muchas veces, aseguran los estudiosos del comportamiento humano, lo hacemos naturalmente, otras buscando aprobación, y otras, para endulzar las peores noticias.
El esfuerzo no es en vano. Los hombres lo registran: un estudio demostró que, en el mismo bar, la misma mujer conquistaba un 80 por ciento más si sonreía que si no expresaba ninguna emoción.
Entre los beneficios de sonreír, Teresa Baró, autora del libro La gran guía del lenguaje no verbal, menciona:
- Las personas que sonríen resultan infinitamente más atractivas, por la tensión de los músculos hacia arriba. Su expresión facial es más agradable.
- Envían mensajes de cordialidad, de buenas intenciones. Predisponen al otro a tener una actitud favorable.
- Desarman o suavizan cualquier intento de ataque.
- La gente con la que tratan se acuerda de ellas como personas amables y felices.
- Tranquilizan a las personas que están tensas o angustiadas.
- Seducen.
- Abren puertas.
- Son más recordadas que las personas serias.
No se olviden que, como escribió el poeta chileno Pablo Neruda: "Queda prohibido no sonreír a los problemas, no luchar por lo que quieres, abandonarlo todo por miedo, no convertir en realidad los sueños".
¿Eres una persona de "sonrisa fácil"?
@BalaguerAdriana
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