Ser ‘freelance’

¿Harta de la oficina? Ser 'freelance' también tiene sus presiones. Foto: Thinkstock
¿Harta de la oficina? Ser 'freelance' también tiene sus presiones. Foto: Thinkstock



¿Harta de tener un horario de entrada y salida y un montón de tiempo muerto en el medio? ¿De tener jefes que no lideran ni contienen? ¿De sentir que estás postergando tu sueño profesional? Bueno, es cierto, la solución a todos estos males puede ser convertirte en una emprendedora freelance, una trabajadora sin patrones ni oficina. Pero no creas que si eliges este camino se irán todas las presiones. Otras nuevas entrarán en escena: meses sin ingresos pero con gastos fijos; vacaciones solo si puedes estar sin trabajar (y cobrar) esos días; un servicio de salud que te dolerá pagar…


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La felicidad de ser un independiente en términos laborales tiene muchos beneficios, pero también sus contras. Por eso vale la pena estar preparado y no embarcarse inconscientemente en la aventura. Lo primero que tienes que hacer es fijar el precio de tu trabajo y aprender a presupuestarlo para que te contraten, no sea cosa que pidas de más y el trabajo nunca llegue.

También es bueno que sepas establecer el tiempo real que te llevará cumplir con los compromisos laborales, si no estás sola en tu emprendimiento, seguramente no tendrás un equipo tan nutrido como cuando estabas en relación de dependencia, por lo que a la hora de ponerle una fecha a tu entrega, debes ser realista para no decepcionar y perderte un cliente.


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Ser freelance obliga, además, a ser muy prolijo con la contabilidad, por lo que si esta actividad no es la tuya, tendrás que contratar a un especialista capaz de calcularte los impuestos y sostener las cuentas en orden.


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En lo que a organización del trabajo se refiere, aquí van otros consejos:

- Arma un espacio confortable y práctico para trabajar. Si es en tu casa, que sea lo suficientemente independiente de la rutina familiar y tenga un rincón para el guardado. No tiene por qué tener además una sala de reuniones para juntarte con clientes, no olvides que éstas pueden llevarse a cabo afuera de tu lugar habitual de trabajo: en un café, en un edificio en el que se renten oficinas por hora…

- No escatimes en comprar tecnología de última generación acorde a tus necesidades. Es importante que estés conectado con el mundo, tengas tu propia página web, números de teléfono de referencia, ¡y que pienses de qué manera darte a conocer!

- Aunque no haya un jefe que te regañe por llegar tarde, lo mejor es establecer una rutina de trabajo con horarios. Y bajar la persiana en algún momento del día, y los fines de semana. Nada de estar las 24 horas conectada. ¡Hay que aprender a cortar!

- Busca la forma de contactarte con otros que hagan un trabajo similar al tuyo en condiciones parecidas. Es bueno como espacio de pertenencia, lugar para la catarsis, momento que te permita huir de la soledad que suele aquejar a los independientes.

¿Te gustaría trabajar freelance? ¿Qué fantasías tienes al respecto?

@BalaguerAdriana