Todo sobre el Trastorno de Asperger
Por: Silvia Renata Figiacone
María concurre a tercer grado en una escuela pública. Tiene pocas amigas según su propia definición pero su madre dice que raramente alguna de sus compañeras de clase la invitan y que pocas responden a sus invitaciones. Desde chica María tiene un lenguaje elaborado que sorprende a los adultos de su alrededor. Disfruta enormemente de la música clásica y tiene gran facilidad para recordar piezas musicales, nombres de músicos célebres y datos de sus biografías.
Juan tiene diez años. Es, en sus propias palabras, “un fanático de la astrología”. Tiene notables conocimientos acerca del sistema solar e incluso el universo. Su lenguaje está plagado de palabras asociadas a la física y suele usar metáforas físicas que sus compañeros tienen dificultad para comprender. Es considerado el “raro” de la clase y no disfruta de los deportes grupales. A pesar de que convive pacíficamente con sus compañeros no ha forjado amistades duraderas o íntimas.
María y Juan tienen, de acuerdo a sus médicos, lo que se llama Síndrome de Asperger, una condición descripta hace más de cincuenta años por un médico Austríaco (Hans Asperger) y que responde a la presencia de alteraciones asociadas al neurodesarrollo y puede afectar de manera significativa la inserción social de quienes la sufren.
¿Qué es el trastorno de Asperger? (TA)
El TA es un cuadro asociado al Espectro Autista, una serie de desórdenes que afectan particularmente la conducta socioemocional.
Supone la presencia de síntomas asociados a la conducta social y emocional y rasgos obsesivos de personalidad (que a veces pueden asumir gravedad e implicar la presencia de síntomas obsesivo-compulsivos que requieren intervención profesional).
Fue descripto por primera vez por Hans Asperger en 1944 y supone dificultades asociadas a (Cumine, Dunlop & Stevenson, 2010):
- Comunicación social
- Interacción social
- Imaginación social
- Desarrollo de la coordinación
- Capacidad para organizar la actividad
- Presencia de intereses estereotipados o restringidos
Es más frecuente en varones que en mujeres y tiene causas biológicas y ambientales.
¿Cómo es y qué le pasa a un chico que lo sufre?
1. Interacción social
tendencia al aislamiento y (en ocasiones) ausencia de reporte de sufrimiento en relación a ello
tensión o menor capacidad frente a la necesidad de interactuar con otros, especialmente pares desconocidos
ausencia o pobreza de amistades y poca capacidad para establecer relaciones de amistad
dificultad para comprender las claves sociales, leer la mente de los demás y comprender los motivos de sus acciones
poco tacto social o desafío sin intención convenciones sociales tácitas que otros chicos de su edad manejan sin dificultad alguna
2. Comunicación Social
lenguaje pedante, formal y muchas veces elaborado o complejo
tonos de voz carentes de color, que tiende a ser monocorde o monótono y usan poco las inflexiones de voz para dar sentido a lo que dicen
dificultad para interpretar el sentido de los gestos y el lenguaje no verbal de los demás, especialmente de aquellas personas con las que no están familiarizados
tendencia a tomar o interpretar literalmente lo que otros dicen sin comprender aquello que está entre líneas
dificultad para comprender metáforas usadas por otros y tendencia a usar metáforas que a otros pueden resultarles incomprensibles
3. Imaginación social y rigidez de pensamiento
intereses rígidos o estereotipados que pueden ser diferentes a los de sus pares (como María y la música por ejemplo)
adherencia a rituales y rutinas
menor creatividad en sus juegos, relatos y narraciones escritas
dificultad frente a los cambios que exigen variar el comportamiento
dificultad para comprender el punto de vista ajeno
4. Torpeza motora y rasgos sensoriales
Tendencia a ser torpes en sus movimientos
tendencia a la disgrafía y su letra es a veces ilegible
dificultad para organizar su actividad y movimientos
torpeza para los deportes y la actividad física
hiposensibilidad o hiperreactividad a estímulos sensoriales como ruidos y luces
reacciones extrañas a olores y perfumes
5. Problemas de aprendizaje y déficits neuropsicológicos
dificultad para aprender a leer y escribir o lo hacen torpemente
dificultad para responder a consignas y tener menor capacidad de dar respuesta a tareas escolares
menor capacidad para organizar su actividad académica, olvidan cosas y no siempre logran preparar adecuadamente sus materiales
tendencia a interpretar los dichos y pedidos de los docentes desde su propia perspectiva y ello a veces facilita que respondan a las consignas como si estuvieran haciendo poco esfuerzo o lo mínimo indispensable
Dónde concurrir para el diagnóstico
Como toda patología médica asociada al desarrollo del sistema nervioso necesita para el diagnóstico de la mirada de un médico (psiquiatra infanto-juvenil o neurólogo infantil).
Existen herramientas puntualmente diseñadas para el diagnóstico del TA que deben ser utilizadas durante la evaluación y permiten establecer la presencia de la dificultad.
¿Qué tipo de tratamiento necesitan?
En líneas generales el tratamiento del TA es interdisciplinario e involucra la participación de diversos profesionales asociados al ámbito de la salud mental.
Cuando los síntomas conductuales u obsesivos son de gravedad y producen elevado nivel de sufrimiento suele ser necesario el tratamiento farmacológico lógicamente administrado por un médico.
Para el desarrollo de habilidades sociales más funcionales y el trabajo sobre creencias disfuncionales así como también para la vehiculización funcional de sus intereses estereotipados suele ser útil el abordaje psicológico desde el marco de la Psicología Cognitiva.
Es importante evitar la tendencia a interpretar el comportamiento de los chicos que sufren el trastorno y encontrar profesionales que estén en condiciones de comprenderlo en la individualidad a partir de conocer el síndrome.
Los problemas vinculados al aprendizaje y la adaptación al entorno pueden requerir el abordaje psicopedagógico.
Cuando las dificultades asociadas al desarrollo de la coordinación y la integración sensorial son de significación, la intervención de un terapista ocupacional es radical.
Es cierto que crecer con un TA puede representar muchas veces un desafío, pero es gratificante saber que con tratamiento adecuado, es posible pensar para María y Juan en una adultez satisfactoria con niveles de inserción socio ocupacional aceptables. El diagnóstico es el camino al tratamiento adecuado y este, el sendero hacia la salud.
REFERENCIAS:
Cumine V, Dunlop J & Stevenson G (2010). Asperger Syndrome. A practical guide for teachers. 2nd Ed. Routledge.
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