La hora de la bacinilla, ¡libre de trauma!

Por: Mariana Israel

La situación ideal: de la noche a la mañana, tu bebé dejó de hacerse pipí en los pañales y te pide la bacinilla (también conocida como pelela, bacinica o bacineta). La cruda realidad: lograr que tu hijo la use requerirá de un verdadero entrenamiento familiar y mucha, pero mucha, ¡paciencia!

Thinkstockphotos
Thinkstockphotos

"¿Llegó el momento?", es seguramente la primera pregunta que te haces tú y todas las madres del mundo. No hay una edad definida para abandonar los pañales, pero los especialistas suelen recomendar esperar hasta después de los 2 años. A lo único que tienes que prestarle atención es a las pistas que te va dando tu bebé. Por ejemplo, ¿ves que le interesa la bacinilla o el inodoro? ¿Puede entender instrucciones básicas? ¿Te hace saber cuando tiene ganas? ¿Se queja porque le incomodan los pañales húmedos? ¿Puede sentarse en una bacinilla y volverse a parar?

Si la mayoría de las respuestas es sí, ¡entonces tal vez estén listos para empezar el entrenamiento!

1) Coloca una bacinilla en el baño. Decórala para que sea amigable: puedes pegarle stickers o ponerle un nombre. Enséñale a tu hijo a sentarse, con pañales o sin ellos. Muéstrale cómo se desecha el papel, y deja que te mire a ti o al resto de la familia cuando van al baño.

2) Siéntalo en la bacinilla al menos unos minutos todos los días y quédate con él.

3) En cuanto percibas que tu hijo necesita hacer pis, ¡ponte en acción! Ayúdalo a reconocer las señales y acompáñalo al baño.

4) ¡Incentívalo! Puedes pegarle estrellas en un cuaderno cada vez que te avisa que quiere hacer pis. O llévalo al parque, o léele cuentos. ¡Todo sirve para motivarlo! Demuéstrale tu alegría a medida que vaya progresando.

5) No esperes a que tu bebé te busque siempre para ir al baño. Cuando está distraído con otra actividad, probablemente ni siquiera perciba las señales de su cuerpo. Así que recuerda preguntarle con frecuencia si quiere ir o, directamente, siéntalo en la bacinilla varias veces al día. Con suerte, ¡le darán ganas justo en ese momento!

6) Después de varias semanas de entrenamiento, bota los pañales y ponle a tu bebé ropa interior normal. ¡Celebren esta transición! Salgan de paseo, llama a tus familiares para contarles, que el niño note el gran paso que acaba de dar.

Aviso: tienes que tener en cuenta que los accidentes van a ocurrir. Si bien la mayoría de los niños logra controlar su vejiga durante el día, no sucede lo mismo a la hora de la siesta o durante el sueño nocturno. Por esto, se recomienda colocar un plástico entre el colchón y la sábana de abajo de la cama del bebé, al menos en los primeros meses.

Si por algún motivo tu bebé se resiste a usar la bacinilla, suspende el entrenamiento y vuelve a intentarlo en algunos meses. ¡Tal vez no había llegado "el momento"! Si igual tienes dudas, consulta al pediatra para que te asesore y despeje tus temores.

Fuentes consultadas: Mayo Clinic y Parenting.org

Quizás te interese:
Cómo disciplinar a un niño famoso
Cómo podemos estimular sus sentidos
Ayuda a tu bebé a dormir mejor