El ajuar del recién nacido para llevar a la clínica

Si eres una madre primeriza, estos consejos son especiales para ti, que ya has llenado el armario con paquetes de pañales, has comprado 150 enteritos y 200 pares de calcetines de lana para que tu futuro bebé no tenga frío. Y armaste un bolso para el sanatorio que no puedes cerrar de lo cargado que ha quedado; es que no quieres que falte nada….

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Por otra parte, es muy común que tus afectos los primeros días lo llenen de obsequios, como ropa y toallas, que luego serán imposibles de usar. Porque crecerá más rápido de lo que crees.

Sin embargo, una vez que haya nacido el pequeño, te darás cuenta de todo lo que tienes de más, y te faltaran otras cosas en las que jamás habías pensado.

Para evitar que te ocurra, en esta nota te decimos qué es lo que realmente precisas llevar a la clínica.

Esto sí, esto no

Como dijimos, los primeros meses los bebés crecen demasiado rápido. Día a día va a haber ropa que a tu hijo no le entrará. Algunas prendas, incluso, quedarán completamente nuevas y sin uso (guárdalas para tu próximo bebé).

Es usual que los futuros papás quieran ser previsores y compren durante los meses anteriores al parto un sinfín de paquetes de pañales. Si lo haces, no elijas todos del mismo tamaño, porque seguro que te quedarán varios packs sin usar. En especial, los de talla recién nacido.

El bolsito para la clínica:

Con o sin maletas tu chiquito estará en su casa en algún momento. Antes que nada hay que saber que todo tiene solución y si falta algo se compra. Por eso trata de no recargarlo de más.

A partir de la semana 37 es conveniente tenerlo preparado. La temporada es uno de los factores más importantes por tener en cuenta a la hora de preparar el equipaje. Lo mejor para el bebé es que sean prendas de tejidos naturales (como el algodón) y preferentemente clara, para que no exista el riesgo de irritarle la piel.

Invierno:

3 enteritos o bodies con piernas largas y pies (que no sean todos de la misma talla).

4 pares de calcetines.

3 o 4 batitas o casaquitas de mangas largas, con abertura adelante o atrás.

1 manta de lana suave o polar.

1 osito de polar.

1 portabebé.

2 gorritos: uno de algodón y uno de polar.

1 camperita de polar o guata con pocos broches o abrojos.

Verano:

3 batitas o casaquitas de algodón (lo ideal es que haya una más pequeña y otra más grande) con abertura adelante o atrás.

1 body sin mangas, otro de mangas cortas y un enterito u osito más abrigado, por si refresca.

2 pares de calcetines livianos.

1 manta liviana de algodón.

1 gorrito de algodón (al principio regulan la temperatura a través de su cabecita).

Además: 2 babitas para limpiarlo por si regurgita, óleo calcáreo y algodón, o toallitas higiénicas sin perfume (su piel es aún muy delicada). También gasa (para limpiar el cordón umbilical) y crema para las paspaduras, 1 paquete de pañales tamaño recién nacido y uno talla pequeña. ¿Chupete? Depende de la decisión que hayan tomado sus padres. Recuerden que tiene algunos pros pero también unos cuantos contras.

Por último, si vuelves en el carro no olvides la sillita de seguridad.

Consejos extra:

-La ropa tiene que ser bien sencilla y confortable, con pocos broches o cierres que funcionen bien; y si tiene una abertura en la cabeza debe ser amplia.

-Lo mejor es darle a todo una lavada previa con jabón blanco o de glicerina neutro, sin perfume y a mano. Si se elije el lavarropas es ideal conseguir un detergente neutro para ropa delicada y jamás agregar suavizantes.

-Al principio te sentirás desordenada. Pero con los días te irás organizando y aprenderás qué es mejor priorizar y qué no te hace falta.

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