¡Hombre al agua! El primer baño del bebé

El es tan pequeño y delicado que da miedo cargarlo. Pero a nosotras, las mamás, nos encanta volver a jugar a las muñecas y nos atrae mucho la idea de asearlo por primera vez. Su primer baño nos genera mucha ansiedad y queremos que sea cuanto antes. Pero ojo, porque esta vez no se trata de un muñeco y hay que tener mucho cuidado. Son infinitos los interrogantes que genera la falta de experiencia. ¿Cuándo puede ser su primera vez?, ¿cómo sostenerlo?, ¿a qué temperatura debe ir el agua?...

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Por eso, acá van estos consejos en forma de preguntas y respuestas, que serán de gran ayuda para cualquier padre primerizo o para aquellos que en el camino de la vida lo han olvidado.

Todos los patitos se fueron a bañar

¿Para cuándo el primero? A no apresurarse. Según dicen los pediatras, lo mejor es asearlos una vez que se haya caído el cordón umbilical (entre una semana y quince días después del nacimiento). Mientras tanto se lo puede limpiar con un paño húmedo, tratando de evitar la zona del ombligo (que se tiene que desinfectar con alcohol). De todas maneras, a esa altura los bebés no se ensucian tanto.

¿Hace falta que sea en el baño? Todavía tu niño es tan pequeño que cabe en cualquier sitio. No importa que sea el cuarto de baño, lo fundamental es que el ambiente que se elija (cuando se trata de una bañera portátil) sea cálido y no tenga corrientes de viento. Puede ser perfectamente en la cocina, el toilette e, incluso, en una habitación dentro de una palangana, siempre que esté bien limpia.

¿Qué debo tener preparado? Lo mejor es dejar todo listo y organizado para que tu bebé no tome frío ni se impaciente. Entonces: esponjita suave (si no, puede ser con la mano), jabón neutro y si se desea champú, aunque no es necesario), toallón o salida de baño suaves, cambiador con óleo y algodón o toallitas húmedas, pañales, pijama o ropita cómoda.

¿A qué temperatura debe estar el agua? Más o menos debe ser como la de su cuerpo, entre 35 y 37 grados C. Es importante que la bañera no contenga más de 50 cc de agua y jamás dejar solo al chiquito allí. Si no cuentas con un termómetro, puedes probarla como lo hacían nuestras abuelas, es decir, metiendo la cara interna de tu muñeca o el codo para ver si quema o está fría.

¿Hay un paso previo antes de introducirlo? Debes desvestirlo con cuidado, limpiarle la zona del pañal con óleo calcáreo o toallitas húmedas y el ombliguito con una gasa embebida en alcohol. Una vez que está desnudo debes ir introduciéndolo con cuidado y mucha calma. Recuerda que este es el momento de los papás y de él, trata de no contestar llamadas telefónicas ni distraerte con otras cosas.

¿Cómo lo sostengo? Hay diferentes opciones. Si se trata de una bañera fija o una bacha grande, existen distintos tipos de accesorios en los que puedes apoyar a tu bebé para tener ambas manos libres. Hay babysite, colchonetas flotantes y otros adminículos que pueden sostener al niño para mayor comodidad. Pero si no tienes nada de eso, basta con cargarlo sobre una mano, apoyando su cabecita en el lado interno del codo y la colita en la palma, aferrándolo con los dedos. La otra mano será la que lo asee.

¿Y los genitales? Primero se asea de frente, incluyendo sus genitales. Recuerda que si es nena el movimiento debe ser desde adelante hacia atrás, para que los gérmenes de la cola no entren en su vulva. Tampoco debes limpiar por adentro de los labios mayores, basta hacerlo por fuera. En el caso de los niños, no es necesario retraer la piel, a menos que contenga restos de heces. Lo que si hay que limpiar con especial cuidado son todos los pliegues del cuerpo. Luego, se da vuelta (pon su pancita en tu mano) para asear sus nalgas.

¿Cuánto tiempo debe durar el baño? Debe ser corto, porque su piel aún es muy sensible, aunque sin apuros. Tu bebé debe poder disfrutar del agua pero no debes esperar a que se enfríe. Es muy importante estar tranquilos, trasmitirle calma, hablarle suavemente, cantarle y juguetear con él. No te preocupes si de todas maneras no le gusta. Cuando crezca un poco más comenzará a sentir el placer del baño. Otra de las premisas fundamentales es ser minuciosos a la hora del secado. Recuerda no dejar ningún pliegue húmedo.

¿Cada cuánto debo bañarlo? Si bien es muy pequeño y no se ensucia tanto, hay bebés que disfrutan de este momento y se calman dentro del agua. Si es tu caso, puedes bañarlo todos los días. Lo importante para todos los chicos es armar una rutina; por ejemplo, antes de tu cena. Recuerda que como no tienen la noción del tiempo, saber qué es lo que le van a hacer puede tranquilizarlo mucho.

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