¿Qué comen los bebés en el primer año?

Es ahora o nunca. El primer año de vida de nuestro pequeño hijo determina, no sólo, que adquiera todos los nutrientes necesarios para fortalecer su cuerpo y su cabeza (una buena alimentación favorece su inteligencia), sino también que aprenda a comer. Si bien el show recién comienza, ya que hay toda una vida por delante en la que seguirá aprendiendo y descubriendo sabores, esta primera etapa es clave para que de a poco vaya adquiriendo una dieta sana, variada y equilibrada.

iStockphoto
iStockphoto

De todas maneras, el consejo más importante es que la mamá debe hacer todo lo posible por mantener la lactancia complementaria, por lo menos hasta los 12 meses. Porque si bien a partir del 6 necesita incorporar sólidos para incrementar su energía y su fuerza, la leche materna es vital también para apoyar un crecimiento adecuado. De nosotras depende que él lo logre, por eso acá van estos consejos.

Las manos, a la masa

-Un buen comienzo: recién a partir del 5 o 6 mes de vida empiezan una dieta sólida que debe ser incorporada gradualmente. Esto se debe a que su sistema digestivo y los riñones necesitan ir adaptándose de a poco. Si se realiza de manera correcta, en un futuro evitará muchas enfermedades como, por ejemplo, la obesidad.

-En forma progresiva y con el consejo del pediatra: se recomienda que los diferentes grupos de alimentos se introduzcan de a poco y con una o dos semanas de diferencia entre unos y otros. Pero siempre siguiendo los pasos que indique el médico.

En esta etapa no hay que rendirse la primera vez que los pruebe, sino que hay que insistir delicadamente y unas cuantas veces hasta que acepte lo que le están dando.

-A partir del 5 mes: lo primero que hay que introducir son los cereales en forma de papilla, ya que el pequeño no tiene dientes para masticar. Se puede mezclar con leche de la mamá o la maternizada. Es importante que los cereales no contengan gluten (prohibidos el centeno, el trigo, la cebada y la avena) porque podrían ser mal tolerados. Los permitidos son el arroz muy cocido, el trigo burgol y el mijo. Recuerda no cocinar grandes cantidades porque al principio es muy poco lo que consumen.

También se puede comenzar a incorporar algunas frutas, como manzana rallada o cocida al horno, plátano pisado, jugo de naranja (siempre natural) y pera. Es mejor evitar la fresa y el kiwi porque pueden producirle alergia. También es bueno mezclar las frutas permitidas en una batidora para que el bebé se acostumbre a diferentes sabores.

Otra opción en esta etapa que hay que comenzar a introducir son las verduras cocidas al agua o al vapor, y hechas puré. Entre ellas se puede optar por calabacín o zapallo, zapallito, puerro, papa y zanahoria. No es necesario salarlas para que tengan sabor. Es mejor condimentarlas con un poco de aceite de oliva. Para cualquier desarreglo digestivo es bueno recordar que la zanahoria y la manzana son astringentes y el puerro, laxante.

-Entre el 7 y el 8 mes: no es cuestión de restar sino de sumar y de hacer nuevas combinaciones. Las legumbres como porotos, garbanzos o lentejas (evitar el poroto de soja) pueden ir acompañando la dieta a partir de este momento, pero hay que hervirlos durante dos o tres horas y luego pisarlos muy bien. Asimismo, los productos de origen animal como carne de vaca, de cerdo, de pescado (merluza, rape, brótola o lenguado) y de ave, siempre bien cocidos al horno o la plancha, y cortados tipo hilachas o licuada con las verduras para que el chico no se atragante. Ahora, también están permitidos los cereales con gluten, por eso se pueden comenzar a introducir los panes y las galletas, siempre estando atentos a que los chupe y no introduzca un trozo grande en la boca.

-Entre los 9 y 10 meses: ya puede comer derivados de lácteos como yogur, queso blanco o de rallar. También es bueno ir experimentando el huevo, de a poco, incorporado en budines, tartas y otras preparaciones. Lo ideal es hacer la prueba, ofreciéndole un cuarto de yema, luego, media y, por último, una entera; pero siempre bien cocida. Si la tolera bien, ya podrá comerlo normalmente. Eso si, no se recomienda más de dos a la semana. Tampoco conviene dar proteínas en exceso, así que si se opta por el huevo es mejor dejar la carne para otro día.

-Al año de edad: ya pueden comer prácticamente de todo. El médico es quien debe decidirlo.

-Chocolate, leche condensada y miel: todo se puede pero una vez pasado el primer año y sin abusar. El chocolate y la leche condensada, debido a que pueden producir una predisposición alérgica. En el caso de la miel, puede causar botulismo infantil.

-Siguen prohibidos: los frutos secos, las aceitunas, las cerezas, los caramelos, porque pueden atorarse al ingerirlos. Mejor esperar.

Quizás te interese:
Pasea a tu bebé ¡y ejercítate!
Prevención de la muerte súbita en bebés
El ajuar del recién nacido para llevar a la clínica