Si mi hijo no habla a los tres años, ¿qué hago?

Por: Silvia Renata Figiacone

Carolina está preocupada, Matías, su hijo de tres años todavía "no habla". Si bien puede hacer algunas onomatopeyas de animales, y comprender lo que se le dice, no habla. Le cuesta vocalizar y repetir los sonidos que sus padres hacen cuando juegan con él.

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Miguelina tiene hace tiempo una inquietud que la angustia un poco: Rocío, su hija de tres años no habla. No responde a sus llamados como sus otros hijos lo hacían, no se expresa a través de la palabra y mira poco a los ojos cuando se la busca para jugar.

Gabriela realizó una consulta con el pediatra porque Milagros, su hija, no habla a pesar de haber cumplido los tres años la semana anterior. Además de tener esta dificultad, se sentó y caminó más tarde y le está costando dejar los pañales.

Cada uno de estos casos representa una preocupación genuina y acertada por parte de las mamás que referimos. Sin embargo, detrás de la frase "no habla" existe, en cada uno de estos casos, una causa diferente.

Una vez hecha la consulta Carolina recibió la indicación de tratamiento fonoaudiológico para su hijo Matías, quien tiene patrones normales de juego para los chicos de su edad y se relaciona espontáneamente con otros chicos en el colegio y la plaza. Miguelina en cambio recibió la sugerencia de consultar a un neurólogo o psiquiatra infanto juvenil con el fin de descartar un trastorno de espectro autista. Rocío no busca a otros chicos en la plaza y tiene dificultad para responder a la pauta de interacción que sus padres y hermanos le ofrecen.

Finalmente Gabriela, también recibió la indicación de su pediatra de realizar una consulta con el neurólogo. Milagros tiene demoras en la adquisición de todas las pautas del desarrollo y es posible que presente una problemática asociada al desarrollo de la inteligencia.

El hablar o no hablar siempre puede ser considerada una preocupación para los padres y la necesidad de la consulta generalmente es clara y el camino a seguir si se quiere tener una idea más aproximada de lo que pasa.

El desarrollo del lenguaje en los chicos sigue una pauta clara y universal que está identificada y descripta por investigadores en el tema.

Los chicos comienzan a desarrollar el lenguaje desde el momento en el que nacen y los tres primeros años de vida suponen cambios drásticos que se dan con frecuencia.

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Para tener una idea de los cambios que se producen en cada etapa en los primeros tres años se vida puede considerarse que:

Etapa

Nivel de desarrollo

2 a 4 meses

El bebé vocaliza y sigue con atención las vocalizaciones de sus padres. Se ven esfuerzos por repetirlas y marcado interés en los momentos en los que se produce intercambio verbal. Es posible que llame la atención de sus padres con sonidos cuando estos dejan de interactuar verbalmente con él

4 a 8 meses

El balbuceo es cada vez más frecuente. Disfrutan de los juegos que suponen que los adultos repitan o imiten sus balbuceos. Balbucean mientras juegan con su cuerpo primero y juguetes después. Comienzan a imitar sílabas que sus padres repiten mirándolos con atención. Comprenden gran número de palabras. Disfrutan de juegos que permiten anticiparse "Dónde está?/Acá está"

8 a 12 meses

Aparecen las primeras palabras. Las vocalizaciones son cada vez más complejas. Comienzan a jugar con sílabas y aparece cierta jerga que, a pesar de que no se entiende, simula una conversación. El nivel de comprensión es mucho mayor. Responde a consignas simples "dónde está la pelota", comprende el no, responde al nombre

12 a 24 meses

Su vocabulario crece día a día. Generalmente a los dos años los padres cuentan alrededor de 40 o 50 palabras y refieren que su hijo "entiende todo". Comienza a cambiar la conducta en base a comentarios que se le hacen. Responden a consignas que suponen ir a buscar, traer, hacer, etc.

24 a 36 meses

Su vocabulario consiste aproximadamente en 150 palabras a los tres años y el doble en el año siguiente. Un chico de cuatro años recién cumplidos puede tener un vocabulario de más de 400 palabras. La jerga casi no se presenta y los otros pueden comprender lo que dicen. Comprenden ya todo lo que se les dice y pueden llevar adelante consignas de dos pasos

36 a 48 meses

Arman frases de varias palabras. Son capaces de comenzar a contar anécdotas que vivieron en el colegio. Tienen un vocabulario que puede alcanzar las 1000 palabras. Ya usan adjetivos y verbos en sus relatos. Comprenden todo lo que se les dice y escuchan y son capaces de retener instrucciones largas.

48 a 60 meses

El chico de cinco años puede ya conversar con cualquier interlocutor. Su vocabulario no para de crecer y enriquecerse de acuerdo a las oportunidades culturales que tiene y aprende con gran facilidad. Su capacidad de comprensión se ha incrementado notablemente y puede ya seguir consignas complejas

Este camino del desarrollo es estándar para chicos de diferentes culturas y que hablan diferentes idiomas y facilita que estemos en condiciones de comprender que Matías, Rocío y Milagros necesitan ayuda y están notablemente demorados en el desarrollo de algo que, para la mayoría de los chicos, se establece con suma naturalidad.

Cuando estamos frente a situaciones como las que nos relatan Carolina, Miguelina y Gabriela, la consulta profesional es impostergable, y, si frente a la consulta, el profesional dice "ya va a hablar", la segunda consulta es indispensable.

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