Aceite de árbol de té: ponlo en el botiquín
Para mi cumpleaños, mi amiga Marcela Moreno, terapeuta y sanadora, me regaló unas sales de baño y un aceite esencial de árbol de té. Yo sabía que no se trataba de la planta del té (negro, blanco, verde), sino que venía de otra variedad de árbol. Averigué un poco sobre su origen y propiedades y me quedé sorprendida. Al igual que el Aloe Vera o la lavanda, el árbol de té es uno de esos regalos de la naturaleza que las manos de los antiguos han sabido transformar en maravilla de la medicina natural.
El árbol del té es originario de Oceanía y existen dos variedades: el jellybush, de Australia, y el manuka de Nueva Zelanda. Cuando el explorador James Cook llegó a Nueva Zelanda en 1769, él y su tripulación aprendieron poco a poco los usos que los aborígenes le daban: hacían té con las hojas para mejorar la digestión, con su tallo preparaban sedantes, masticaban las semillas para tratar la diarrea, usaban las hojas en vaporizaciones para las vías respiratorias, y la goma que salía del tallo la aplicaban sobre la piel para sanar quemaduras y heridas.
Los estudios recientes han mostrado que el árbol de té tiene propiedades antibacteriales, antifúngicas y antiinflamatorias (es entre 10 y 20 veces más efectivo que el antiséptico más poderoso — el ácido carbólico o fénico). Esto se debe a que contiene leptospermona, un poderoso antiséptico natural. Más interesante aún es la miel del árbol del té, mejor conocida como miel de Manuka, cuyas propiedades cicatrizantes y antibióticas están siendo aprovechadas en varios campos de la medicina. Todavía es difícil encontrar la miel en nuestro continente. Sin embargo, el aceite esencial de árbol de té ya comienza a venderse en muchas tiendas naturistas. Les aseguro que después de conocer sus usos y beneficios, querrán incluirlo en el botiquín de su casa, escuela o centro de trabajo.
Dolores musculares, inflamación abdominal, reumas, artritis. Mezcla cinco gotas de aceite esencial con agua caliente; con unas toallitas haz compresas y ponlas sobre el área afectada. Si el dolor o la inflamación son intensos, masajea la zona mezclando aceite de árbol de té con aceite de jojoba.
Mal aliento, dolor de muelas, infección en la garganta, encías inflamadas, úlceras bucales. Mezcla medio vaso de agua purificada con cinco gotas de aceite y, según sea el caso, haz gárgaras o buches tres veces al día. Sus cualidades antisépticas y cicatrizantes te ayudarán a recuperarte más rápido.
Vías respiratorias, sinusitis, congestión nasal, tos, bronquitis. En una olla con agua hirviendo pon cinco gotas de aceite esencial. Tápate la cabeza con una toalla, cierra los ojos y haz vaporizaciones. Puedes complementar con un masaje en el pecho, la espalda, las sienes o la frente —sin tocar los ojos. La medida: tres gotas de aceite esencial por media cucharada de aceite de almendras.
Pelo: grasa, resequedad, caspa. Si tu cuero cabelludo es muy grasoso o reseco (o si es el hábitat predilecto de hongos o piojos), una vez a la semana dale un masaje con cinco gotas de aceite esencial de árbol de té, déjalo actuar veinte minutos y lávalo con un shampoo sin sodio. Si sólo quieres mantenerlo saludable, vierte un poco de shampoo en tu mano, añade dos gotas de aceite de árbol de té y lávalo como acostumbras
Piel: acné, picaduras, cortadas, ampollas, heridas pequeñas. Después de lavar la zona afectada, moja un copo de algodón con aceite de árbol de té y da unos toques suaves sobre la herida tres veces al día. Si se trata de picaduras de insecto o ampollas, aplica una gotita directamente con el dedo bien limpio.
Pie de atleta, hongos, callos, mal olor, uñas encarnadas. Después de bañarte, seca muy bien tus pies y aplica diariamente una gota de aceite esencial entre cada dedo o en las uñas, según sea el caso. Si el problema es el mal olor, procura remojar tus pies en un recipiente con agua caliente y cinco gotas de aceite de árbol de té durante 20 minutos, dos veces a la semana. Sécalos bien y aplícales directamente dos o tres gotas de aceite esencial, distribuyéndolo de manera uniforme.
Ropa, mascotas, superficies, ambientes. El aceite esencial de árbol de té es una magnífica alternativa para desinfectar objetos y espacios de uso cotidiano. En el ciclo de enjuague de la lavadora, pon unas diez gotas de aceite esencial para desinfectar las prendas. También puedes mezclarlo con un poco de agua y rociarlo en espacios o superficies. Es ideal para disminuir pulgas y garrapatas en los perros: después de bañarlo, pon 15 gotas de aceite en una esponja y frota con ella el pelo de tu mascota.
Recuerda que es un aceite exclusivo para uso externo. Si tienes piel sensible, pon una gota en la piel de la muñeca o el antebrazo y verifica si no te hace reacción alérgica.
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