Cuatro formas de encontrarte

Hay días y hasta temporadas en las que nos sentimos "atoradas", como si una idea o un sentimiento no nos dejara avanzar hacia lo que nos propone la vida. Cuando nos hacemos preguntas y nuestra voz interior no responde o habla en un dialecto caótico, hay que ayudarle a expresarse a través de vías distintas que apelan a la intuición, la creatividad, el desfogue y la "desconexión" con el mundo. He aquí cuatro de ellas.

Escribe

Explorar tus pensamientos a través de la palabra escrita es una herramienta muy poderosa. No sólo te ayuda a drenar tu mente de los pensamientos que la envenenan y la bloquean, también te permite trazar una "ruta de vida". Puedes intentar escribir una o varias autobiografías ficticias que respondan a las tres preguntas básicas del ser humano: quién soy, dónde estoy, a donde voy. Imagina, fantasea, inventa todas las vidas que quisieras vivir y -muy importante- detalla la forma o el camino a través del cual la "protagonista" alcanza sus objetivos. Tu inconsciente te dará las respuestas que necesitas para salir del atolladero momentáneo en el que te encuentras.

"Cada mañana, en un cuaderno que tengo en mi buró, escribo al despertar todo lo que viene a mi mente, sin discriminar. Es como entrar en una selva: hay días en que mis palabras están llenas de angustia, pero al cabo de dos o tres párrafos surgen ideas como cielos abiertos que me permiten comenzar mi día con mayor claridad. Mis "páginas de la mañana" se han convertido en un hábito tan importante como lavarme los dientes." -Elizabeth, 28 años, dramaturga.

Collage emotivo

Junta recortes de revistas, impresiones de internet, pedazos de tela, envolturas, etiquetas, fotos viejas, todo sirve cuando se trata de hacer una "pintura emotiva" de ti misma a través de un collage. No necesitas talentos especiales para hacerlo, pues no se trata de "sacar una buena nota" en artes plásticas. Todo lo contrario: es un acto íntimo que te conectará con una imagen visual de tu interior, esa que resulta tan difícil de traducir en pensamientos o palabras que, generalmente, están cargadas de censura. Atrévete a ser caótica, intensa, incluso agresiva o cursi en tus gestos gráficos.

"Al inicio siento que es un calentamiento y lo hago con cierta conciencia, pero llega un momento en el que sólo estamos el papel y yo o el recorte y yo. Entonces me descubro como una niña, como si estuviera retomando sensaciones básicas en mí. Lo tomo muy en serio, exploro con mi intuición varios materiales y rompo supuestas "reglas". Un momento valiosísimo es cuando se me olvidan las comparaciones racionales del día a día y surge mi expresión. Al terminar, descubro otras posibilidades expresivas, dejo de criticarme a mí misma y encuentro que soy mejor de lo que pensaba, me doy crédito por mis esfuerzos diarios." -Alejandra, 30 años, publirrelacionista.

Baila... y vuelve a bailar

Hay música que entra directo a tu inconsciente y te pone a vibrar. Lo mismo ocurre con el baile: elige la música que te inspire a moverte y déjate llevar hasta que sólo importe lo que ocurre entre tu cuerpo y el ritmo. Es como si fuese una meditación dinámica. Puedes practicarla en casa o buscar un grupo de danza expresiva o de improvisación. Con media hora de "conexión" verás que tus emociones llenan por completo tu cuerpo y te sentirás más dueña de ti.
"Es algo mágico, una sensación que no se parece al ejercicio del gimnasio. Cada mañana, después de dejar a los niños y despedir a mi esposo, justo antes de bañarme pongo música a todo volumen y así, en ropa interior y sin que nadie me mire, bailo sin control. Salto, doy giros, me tiro al suelo. No sé cómo explicarlo, algo en mí se conecta con un instinto primitivo que me llena de pensamientos muy poderosos." -Alina, 34 años, ama de casa.

Viaja o camina en solitario


"Necesito tomar aire, voy a caminar", es la típica frase que dicen los personajes de las películas cuando se encuentran confundidos. Efectivamente: es un cliché. Sin embargo, aporta soluciones físicas, mentales y simbólicas a nuestros bloqueos existenciales. Además de ayudarnos a tomar distancia de nosotros mismos, los movimientos regulares de una caminata larga tienen efectos calmantes en el organismo y nos disponen a pensamientos más serenos, más claros.
Los viajes en solitario tienen un efecto similar a la caminata, pero más profundo y de mayor impacto. Quien anda perdido en la vida, es muy probable que se encuentre a sí mismo en una travesía solitaria que lo sacará de su territorio conocido (objetos, personas, lugares, dinámicas) y le propondrá nuevas posibilidades de vida. Dependiendo de tus medios y posibilidades, puedes optar por un retiro de fin de semana o un viaje más largo. Lo importante es ganar distancia, disposición y valentía para escucharte a ti misma.

¿Y tú, a qué medio recurres para comunicarte contigo misma?