El peor y el mejor país para las mujeres
Con motivo de la reunión del G20, la agencia Trust Law realizó un estudio en el que se interrogó a 370 expertos en cuestión de género: profesionales, investigadores, académicos, trabajadores de salud y políticas públicas, periodistas y expertos en desarrollo social especializados en género. El objetivo: que los expertos dieran su percepción sobre el mejor y el peor país para las mujeres entre las naciones del G20.
El estudio reafirmó dos realidades contundentes: a) que las oportunidades para la mujer dependen del país, la región o la ciudad en la que se encuentre y b) que las políticas, la economía y las convenciones sociales dictan el acceso a la mujer a la educación, el trabajo remunerado, la salud, la libertad de elegir pareja y la seguridad personal.
Los países fueron catalogados de mejor a peor de acuerdo con los siguientes criterios:
Calidad de la salud
Niveles de violencia
Participación política
Oportunidades de trabajo
Acceso a los recursos (educación, derecho a la propiedad, etc)
Tráfico y esclavitud
Este es el ranking:
Canadá
Alemania
Gran Bretaña
Australia
Francia
Estados Unidos
Japón
Italia
Argentina
Corea del Sur
Brasil
Turquía
Rusia
China
México
Sudáfrica
Indonesia
Arabia Saudita
India
Los primeros cinco países corresponden a economías desarrolladas en occidente. El caso de Canadá, por ejemplo, pone de manifiesto la calidad de la salud y la educación son determinantes. En ese país, el 75% de las mujeres entre 15 y 49 años tienen acceso a servicios de control de natalidad, las mujeres que terminan la universidad, lo hacen con mejor promedio que los hombres, y un tercio de los jueces de la federación son mujeres.
En el caso de Estados Unidos, los derechos reproductivos y los altos costos de los servicios de salud lanzaron a este país en un polémico sexto lugar. La agencia reportó que los expertos se mostraron divididos en sus opiniones. Aunque se tuvieron altos resultados en educación y acceso a la educación, protección legal de víctimas de violencia doméstica, derechos civiles y oportunidades laborales, el acceso a programas de salud y los métodos de control de natalidad son desproporcionados en comparación con sus pares masculinos.
La posición de India y Arabia Saudita refleja el enorme problema que representan las convenciones sociales y las estructuras culturales. Mientras que India es un país tremendamente pobre y Arabia Saudita es sumamente rico, la situación de las mujeres no es muy distinta en ambos países, ya que solo aquellas que nacieron en familias con privilegios (y alto poder adquisitivo), pueden tener acceso a beneficios como el libre tránsito y el voto. Lo que colocó a India en último lugar fue el alto índice de infanticidio y matrimonio infantil. En India, las mujeres y las niñas siguen siendo vendidas, cuando no son forzadas a casarse a la edad de 10 años, quemadas vivas en disputas matrimoniales o explotadas en calidad de esclavas domésticas. Esta situación sería impensable en Canadá, donde se cuenta con una ley que, por ejemplo, prohibe el matrimonio infantil.
"La mayoría de los derechos que se han logrado en los últimos 100 años a favor de las mujeres, están amenazados y son fuertemente atacados, sobre todo aquellos que tienen que ver con los derechos reproductivos" afirma Marsha Freeman, directora del International Women's Rights Action Watch. Al igual que Freeman, muchos expertos señalaron la vital urgencia de proteger las libertades de la mujer en estos tiempos de transición política desventajosa, donde la fragilidad de los derechos para las mujeres y las niñas están en riesgo.
El caso de México
Los derechos de las mujeres están particularmente en riesgo en el país sede de la reunión del G20. México ocupa el lugar 15 de la lista. La cultura machista (y clasista) da lugar a altos niveles de violencia física y sexual; y la pobreza, que hace imposible el acceso a la salud o la educación, es similar a las comunidades más marginales de África y Asia, apuntan los expertos. Una encuesta realizada en 2010, muestra que dos de cada cinco mujeres piden permiso a su marido para salir por la noche, y la tercera parte sufre de violencia doméstica.
Los expertos destacan el caso de las mujeres migrantes y los altos niveles de feminicidios que permanecen impunes. Mexicanas y centroamericanas son blanco de la violencia y el abuso, mientras que el gobierno pareciera no darse por enterado. Los activistas hablan de cómo muchas mujeres empiezan un tratamiento de control de natalidad antes de iniciar la migración hacia los Estados Unidos, porque asumen que van a ser violadas en el trayecto.
Las mujeres no sólo son víctimas de los crímenes del narcotráfico; cerca de 300 mujeres fueron asesinadas en 2011 en Ciudad Juarez, y otro tanto en municipios del Estado de México, éstos casos permanecen en total impunidad, señala Aminesty USA. La violencia afecta hombres y mujeres, pero más desproporcionadamente a las mujeres. México es un lugar donde el cambio de legislación es todo un reto; el gobierno, que tiene la obligación de proteger a las mujeres, usualmente falla a favor de los hombres.
Colocar los derechos de las mujeres en la agenda global es la clave para el desarrollo, señalan los expertos, los países en donde se restringen los derechos, la libertad y la protección a las mujeres, sufrirán a largo plazo consecuencias sociales y económicas.
Cifras y percepciones
El estudio de Trust Law se basó en percepciones, no en estadísticas. Sin embargo, los datos de las Naciones Unidas respaldan la visión de los expertos. Por ejemplo, el GII (Índice de Inequidad de Género, por sus siglas en inglés), que se encarga de revisar la salud reproductiva, la situación en el mercado laboral y el empoderamiento de la mujer a través de la educación y las políticas públicas, también coloca a India, Arabia Saudita e Indonesia en las últimas posiciones. Con la salvedad de que Arabia Saudita aparece incluso por debajo de India. Sin embargo, en lo que corresponde a las mejores posiciones, la lista del GII es liderada por Alemania, Francia y Corea del Sur, mientras que Canadá está en séptimo lugar y EEUU en décimo. Esto podría deberse, dicen los participantes en el estudio de Trust Law, a que Naciones Unidas no incluye en el GII el criterio de la violencia —por qué será, pregunto yo—.
Las cifras y las percepciones coinciden. Los gobiernos deben incluir el tema en su agenda con urgencia: estamos hablando de la mitad de la población. Y para aquellos que siguen considerando a las mujeres como una "minoría", según las últimas cifras, las mujeres se han posicionado como la mayor fuerza productiva en el mundo.
Debemos presionar a los gobiernos para que nos brinden protección, seguridad, derechos, educación, equidad... porque si no hacen su trabajo, la existencia del estado pierde sentido. Pero hay que ser congruentes: el cambio no ocurre desde "arriba" si desde "abajo" la población no hace nada por modificar los esquemas. Este es un problema de todos y debemos actuar desde nuestro propio ámbito. Dirigentes de empresas y negocios, ¿cómo tratan a las mujeres? Padres y madres de familia, ¿qué actitudes promueven en sus hijos e hijas? Colegas de trabajo, vecin@s, amig@s... ¿cómo entienden el papel de la mujer? Mujeres, jóvenes y adultas, ¿qué estamos haciendo para cambiar el estado de cosas?
Artículos que pueden interesarte:
Niñas "eróticas" en los medios
La nueva mujer objeto
Mujer de hoy: asignaturas pendientes