Pequeñas transgresiones

Cenar sola y otras transgresiones
Cenar sola y otras transgresiones


La mujer contemporánea ha comenzado a tener algunas actitudes que incomodan a muchos y dan de qué hablar a otros. Se trata de pequeñas transgresiones a los códigos "femeninos" que hemos heredado desde tiempos inmemoriales. Son acciones que "una mujer decente" no osaría cometer hace veinte años, e incluso le parecerían impensables. Sin embargo, hoy empiezan a darse con más y más frecuencia. He aquí algunos:

Cenar sola. Al llegar al restaurante, el mesero pregunta: ¿Espera a alguien más? Y cuando una dice que no, la mandan a la esquina más hedionda del local. Me pregunto si les da vergüenza/pena ver a una chica sin compañía, porque a los caballeros solos no los acomodan junto al baño. Yo a veces miento, digo que espero a una amiga, que quiero una mesa linda. Total, ya que pedí el primer trago, no me van a parar de ahí.

Decir cómo nos gusta el sexo. Muchas chicas se quedan calladas y se guardan la insatisfacción sexual para hablarla con un terapeuta (en el mejor de los casos), en vez de conversarlo con su pareja. Si se trata de que ambos disfruten, ambos deberían plantear y renovar las reglas del juego, ¿o no?

Salir en calidad de soltera. Es un desafío total. Una mujer soltera en una fiesta es considerada como una amenaza para otras parejas. Si la invitan, es para presentarle a alguien o porque habrá otros solteros. Se dice que al no tener "dueño", despierta el "ánimo conquistador" de los hombres. Aquí hay dos ideas contrapuestas: por un lado, la soltera se ve como un conejito indefenso y pasivo ante el cazador; por otro, la soltera aparece como una "mujer fatal".

Tener pelos. La depilación tiene una larga historia en todas las culturas. En la actualidad, más allá de lo que piensan algunos hombres al respecto, hay mujeres que se rebelan contra la tiranía de la piel lisa, incluso figuras públicas como Penélope Cruz y Julia Roberts han hecho campañas sobre el tema. La etnóloga Juliette Sakoyan dice que la fobia al pelo es el signo de esta época, pues "se tiene la ilusión de un ideal femenino de inocencia y juventud". Renegar o defender la depilación, ¿existe un punto medio?

Pagar un escort. Pagar por un "caballero de compañía" es algo mucho más común en Europa, pero de a poco comienza a funcionar en ciertos ámbitos en América Latina. El año pasado, en una teleserie mexicana llamada Las Aparicio, se planteó el tema y desató mucha polémica. ¿Por qué si es socialmente aceptado —incluso un ritual de paso— entre los hombres, en las mujeres todavía es un acto condenable?

Decir bromas "sucias". La chica que domina el doble sentido y hace bromas vulgares es considerada "poco femenina". A mí me parece que son valientes y desenfadadas, pero mi madre no pensaría lo mismo. ¿Por qué los hombres pueden hablar de cochinadas y vulgaridades, y las mujeres no?

Mirar películas porno. De por sí hay censura en los hombres, pero en las mujeres se considera inconcebible, inaceptable, completamente torcido. Por otro lado, la psicología nos dice que la libido está presente tanto en hombres como en mujeres, y que ambos tenemos la capacidad/necesidad de sublimar deseos a partir de la mirada.

Tener una habitación propia, o cuando menos, un espacio en casa en el que una pueda refugiarse a leer, a ver la tele, a hablar por teléfono, a meditar, a dormir sin tener que escuchar los ronquidos de su pareja. ¿Es mucho pedir?

¿Ustedes que opinan sobre estas pequeñas transgresiones?