Golpe de calor

Durante la primavera, la temperatura ambiental aumenta y con esto, también las enfermedades relacionadas con el calor y la exposición al sol. Una de estas enfermedades se conoce como golpe de calor

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El golpe de calor es la respuesta de nuestro cuerpo por recibir temperaturas ambientales elevadas en un lapso de tiempo prolongado, así como por realizar actividad física intensa bajo climas calurosos. A ambas situaciones se les puede agregar la exposición directa y prolongada al sol.

Causas
Este padecimiento provoca que el cuerpo pierda la capacidad de sudar, mecanismo por el que se controla de manera natural el calor del organismo. La transpiración actúa normalmente en temperaturas moderadamente altas; sin embargo, durante un calor intenso la temperatura general del cuerpo aumenta, provocando que la sangre se dirija principalmente a órganos vitales como el corazón, cerebro y riñones, por lo tanto llega menos flujo sanguíneo hacia la piel, deteniéndose así los mecanismos de enfriamiento del cuerpo, es decir, que éste deje de sudar.

Durante el golpe de calor, esa falta de sudoración se da especialmente en el cráneo. La persona que lo padece tiene la piel extremadamente caliente, enrojecida, con dolor de cabeza, vista nublada, dificultad respiratoria, calambres en las piernas, náuseas, somnolencia y aumento en el pulso. Se puede llegar a presentar desmayo y convulsiones. Si no es identificado y tratado inmediatamente puede ocasionar una deshidratación severa e incluso la muerte.

¿Quiénes están en riesgo?
Los más vulnerables al golpe de calor son los niños menores de seis años y los adultos mayores de setentaicinco, también los obesos, diabéticos, hipertensos e individuos con enfermedades cardiacas y respiratorias. Otras víctimas de este padecimiento son los deportistas que realizan esfuerzos prolongados bajo temperaturas elevadas.

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Protección
Debemos tomar en cuenta algunas precauciones que nos ayuden a evitar el golpe de calor:

Aumentar el consumo de agua. Es recomendable llevar con nosotros una botella de agua para hidratarnos constante mente, y evitar las bebidas alcohólicas como también las que contengan cantidades elevadas de azúcar.

Vestir ligero. Usar ropa ligera, holgada, de color claro y preferentemente hecha de algodón.

Buscar la sombra. En casa, permanecer en las zonas más frescas y colocar cortinas o persianas para obstruir la luz solar, lo cual ayuda a disminuir el calor dentro de nuestro hogar. En la calle, procurar caminar por la sombra, utilizar sombrero, gorras o sombrilla para protegerse del sol.

Modificar horario de ejercicio. Evitar los ejercicios intensos, principalmente al aire libre entre las nueve de la mañana y las cuatro de la tarde.

Elegir mejor los espectáculos. Procurar no asistir a actos públicos con aglomeraciones en espacios cerrados sin ventilación.

Usar otro transporte. Evita utilizar el automóvil en las horas de más calor. No dejes dentro a niños o ancianos por largo tiempo.

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Si en un ambiente muy caluroso comienzas a sentir fatiga, dolor de piernas y visión borrosa, afloja tu ropa, recuéstate, aplica paños húmedos en cuello, axilas e ingles, levanta las piernas, respira con tranquilidad y bebe agua simple. Después de cinco-diez minutos, cuando experimentes cierta recuperación, incorpórate lentamente, mantente sentado por un par de minutos más y levántate con el apoyo de alguien. Suspende la actividad física, en caso de que la estuvieras realizando, y siéntate a la sombra en un ambiente fresco.

Recuerda siempre recurrir a tu médico en caso de cualquier alteración en tu cuerpo.

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Dr. Omar Luja es Médico Cirujano y Homeópata. Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía. I.P.N. Cédula 7719134.