Conoce los beneficios del girasol
El girasol, hermosa flor de tono amarillo intenso, es en primer lugar un regalo a la vista; no en vano ha servido de inspiración a varios artistas, siendo uno de los cuales, nada más y nada menos, que el maestro holandés Van Gogh en su cuadro "Los Girasoles". Esta flor se cultiva en grandes extensiones de tierra, pues de ella podemos aprovechar sus semillas, tanto como alimento como para extraer de ellas aceite. Pero no solo eso, la planta del girasol posee propiedades medicinales, es expectorante y diurética; como uso externo tiene propiedades antisépticas y antirreumáticas.
Se cree que los girasoles, cuyo nombre científico es "Helianthus annuus", son originarios de América. Gracias a los colonizadores, durante el siglo XVI fue llevado al resto del mundo. Recibe su nombre a raíz de la propiedad que posee de girar durante el día para que su flor siempre reciba la luz del sol. Es una planta de tallo grueso y flor amarilla grande, que al madurar da un fruto con cáscara negruzca, esta es la famosa y útil semilla o pipa de girasol.
Semillas de girasol.
Puedes consumirlas crudas o asadas, se pueden usar para darle sabor especial a ciertas recetas o como una colación saludable entre comidas; estas semillas nos pueden aportar:
Vitamina B6, tiamina, magnesio, cobre, fósforo, selenio y manganeso.
Al ser bajas en sodio y colesterol, ayudan a proteger tu corazón.
Ricas en vitamina E, por lo que son importantes antioxidantes.
Ayudan a la digestión al ser abundantes en fibra dietética.
Son buenas para la salud de nuestro cerebro.
Grandes niveles de energía por las altas cantidades de proteínas y carbohidratos que aportan.
Fortalecen los huesos y músculos.
Útiles durante el embarazo por su alto contenido de ácido fólico.
Aceite de girasol.
Este aceite sin refinar puede ser un gran aliado en el cuidado de nuestra salud, esto se debe a su alto contenido de vitamina E y ácidos grasos; este se obtiene de las semillas de girasol y debe ser un aceite extraído en frío y de la primera presión, para que logre mantener sus extraordinarias propiedades. Es tan versátil que lo puedes utilizar tanto como aderezo en crudo como para cocinar. Dentro de sus beneficios encontramos:
Ácidos grasos (mono y polinsaturados), que junto con los ácidos linoleico, oleico y vitamina E, ayudan a reducir el riesgo de problemas del corazón, la obesidad y la indigestión.
Su riqueza en vitamina E lo convierte en un gran aliado para la belleza, pues tiene grandes poderes antioxidantes.
Es un gran auxiliar para regular el colesterol, ayuda a mantener limpias las paredes internas de las arterias previniendo así la arterioesclerosis.
Te dejo acá una receta muy interesante: queso de girasol, ideal para aquellas personas que por algún motivo no pueden consumir lácteos.
Ingredientes: 3 tazas de semillas de girasol previamente molidas, ½ taza de jugo de limón, ½ taza de agua, ajo al gusto (picado), sal marina al gusto.
Modo de preparar: las semillas, que tienen que estar previamente molidas, colócalas en la batidora y añade lentamente el agua, el jugo de limón, sal y ajo. Bate hasta que quede una pasta homogénea y muy cremosa. Puedes agregar condimentos como perejil deshidratado, epazote o algún otro condimento que sea de tu agrado. Refrigera.
Esta mezcla puede ser utilizada en ensaladas, cubrir un platillo vegetariano, para sushi, en bocadillos o como una simple botana. Anímate a probarla, te va a encantar, además es una receta sumamente económica.
¡Recuerda…tú generas el cambio!