El cerebro también puede ejercitarse
Por Gabrimar Lascurain
Siempre te he mencionado que para estar en forma tienes que trabajar todo tu cuerpo, hasta el último rincón, tanto por fuera como por dentro. Cuando se habla de gimnasia cerebral, nos referimos a una serie de ejercicios que están destinados a fortalecer, activar y mejorar las funciones de nuestro cerebro, como la concentración, el lenguaje, el juicio y la memoria.
Es importante mencionar que la gimnasia cerebral (gym brain), fue desarrollada a principios de los años 80 por el Dr. Paul Dennison, originario de California. El Dr. Dennison se ocupaba de encontrar formas de conectar los cerebros de las personas que acudían a él con problemas de comportamiento, comunicación o aprendizaje; intentó ayudarlas con diversas rutinas de movimientos y ejercicios tomados del Oriente, la danza moderna y el atletismo, entre muchas otras fuentes y estudios, y así fue creando una serie de ejercicios que dieron resultados positivos en la gente con la que trabajaba.
Como sabemos, el cerebro se compone de 2 hemisferios, el derecho y el izquierdo; uno se encarga del pensamiento lógico y el otro del pensamiento abstracto. La práctica de la gimnasia cerebral busca ejercitar los hemisferios de tal manera que nuestra mente se encuentre en condiciones de realizar cualquier actividad con la mayor precisión y concentración, basándose en equilibrar de manera armónica el cuerpo y la mente, ya que existen ocasiones en que "se nos cruzan los cables", en los que aun cuando la mente ordena una cosa, el cuerpo hace otra.
Los especialistas han señalado que solo utilizamos el 10% de la capacidad de nuestro cerebro, por lo que la gimnasia cerebral busca activar esas zonas cerebrales que no usamos, mediante ejercicios de lateralidad, en donde se trabajan ambas extremidades al mismo tiempo.
Su práctica te permitirá, entre otras cosas:
Aprender sin esfuerzo.
Mejorar la memoria y el nivel de comprensión.
Fortalecer habilidades y procesos de aprendizaje.
Eliminar los malos hábitos que dificultan el aprendizaje.
Mejora la concentración.
Ayuda a escuchar, coordinar y organizarte más fácil.
Ayuda a leer y escribir con mayor facilidad.
Te da una mayor motivación, así como también te ayuda a tener una mejor actitud y comportamiento.
Los ejercicios de la gimnasia cerebral son útiles en cualquier etapa de la vida, los pueden realizar desde niños de 6 meses de edad, con ayuda de los padres, hasta la etapa adulta, y sus beneficios cambian según la edad a la que se practican.
Entre los 5 y 25 años: entre otras cosas, mejoran la atención, la concentración y la memoria. Ayudan a desarrollar la habilidad de socialización y mejora la autoestima.
Entre los 26 y 35 años: entre otras cosas, fortalece la confianza y seguridad, mejora las relaciones interpersonales, optimiza las capacidades laborales y la socialización.
De los 36 en adelante: ayuda en aspectos vivenciales que surgen y anteriormente no había sido necesario aprenderlos o mejorarlos. Mantiene activo el cerebro.
La gimnasia cerebral consta de una serie de 26 ejercicios básicos que se pueden realizar diariamente para obtener mayores beneficios a nivel neurológico. Lo primero que debes hacer antes de iniciar los ejercicios, es tomar agua constantemente ya que así se hidratarán las células haciéndolas más flexibles y aumentando los niveles de energía en el cuerpo.
Estos son algunos ejemplos de los ejercicios de la gimnasia cerebral, todos son importantes, pues cada uno tiene una finalidad distinta:
Sonríe, canta y baila: produce muchas endorfinas, activa la energía en el cerebro y en todo el cuerpo. Da sensación de confianza, gozo y entusiasmo, da ritmo, armonía y expresión.
Peter Pan: toma tus orejas por las puntas y jálalas hacia arriba y un poco hacia atrás. Mantenlas así durante 20 segundos y repítelo 3 veces. Esta práctica despierta el mecanismo de la audición y favorece la memoria.
Perrito: con tus manos estira la parte trasera de tu cuello y sostenlo suavemente durante 20 segundos y repítelo 3 veces. Ayuda a disminuir el estrés, aumenta la atención cerebral y circulan las conexiones eléctricas de la médula espinal.
Alá, Alá: sentada y con los brazos apoyados en una mesa, baja la barbilla hacia el pecho e inclina la cabeza hacia adelante hasta que tus hombros, cuello y espalda se estiren ligeramente. Inhala y exhala suavemente, permanece así de 10 a 15 minutos. Te ayudará a una mejor oxigenación del cerebro, relaja tu cuello y los músculos de los hombros; ideal para la gente que pasa mucho tiempo frente a la computadora.
En la actualidad, las exigencias de la sociedad en que vivimos ocasionan que utilicemos más el hemisferio izquierdo del cerebro; día a día, las competencias laborales nos exigen ser más lógicos, analíticos, racionales y eficientes. Esto ocasiona que nos olvidemos de las capacidades fantásticas, creativas, imaginativas y de perspectiva del hemisferio derecho, mismas que están para equilibrar a las del izquierdo. De hecho, muchas de las tensiones y ansiedades que padecen las personas en la actualidad se deben a que se tienen literalmente bloqueadas las funciones de alguno de los hemisferios cerebrales. De ahí la importancia de la gimnasia cerebral; su práctica diaria ayudará a encender y sincronizar tu cerebro, estarás más centrada, enfocada, atenta y energizada.
Recuerda… ¡tú generas el cambio!