Mala digestión, ¿es culpa de tu estado de ánimo?
Cuando pensamos o hablamos de temas relacionados con el estado de ánimo y lo que puede afectarlo, segura estoy que vienen a tu mente muchos factores, pero jamás pensarías que el sistema digestivo puede estar inmiscuido en el problema, pues a simple vista, no existe ninguna relación entre ellos.
El estrés, la tristeza, las preocupaciones o algunos otros problemas emocionales, impactan directamente en nuestro estado de ánimo y generan una mala digestión, que a su vez desencadena enfermedades crónicas como colitis, gastritis, estreñimiento o hasta cáncer de colon.
[Relacionado: Método Montignac, efectivo sistema para adelgazar
Aunado a lo anterior, podemos mencionar otros factores que pueden influir en tener una mala digestión, como son la falta de ejercicio, de sueño, el no desayunar, el no tener horarios establecidos para cada comida, la ingesta de alimentos altos en grasas e irritantes, entre otros.
Los cambios en el estado de ánimo también pueden ser ocasionados por alteraciones a nivel bioquímico y hormonal; estas alteraciones son detonadas precisamente por una mala digestión.
Según el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 30% de la población mexicana sufre del Síndrome del Intestino Irritable (SII); en el 60% de estos casos, las causas se atribuyen a la ansiedad y el estrés en el que vivimos actualmente.
Los especialistas en la salud mencionan que el primer remedio, y uno de los más eficaces para mejorar la mala digestión, es el consumo de fibra. Investigadores de la Universidad de Cardiff, en el Reino Unido, encontraron que las personas que consumen alimentos altos en fibra, presentan menos estrés emocional, menos dificultades cognitivas, niveles depresivos más bajos y mejor actitud positiva. El consumo de fibra que provenga de cereales con salvado de trigo, reduce la fatiga, mejora la mala digestión y aumenta el número de bacterias benéficas en el tracto digestivo.
Debemos de tener presente que el proceso digestivo no solo ocurre dentro de nuestro cuerpo; comienza desde el momento en que nos disponemos a ingerir los alimentos, depende del estado de ánimo en el que nos encontremos, lo que seleccionamos para comer, etc. Aquí algunos consejos que te pueden ayudar a mejorar tu digestión:
- Selecciona bien lo que comes; la digestión comienza en tu boca, así que elige alimentos de calidad; busca una dieta bien balanceada en la que consumas de todo: frutas, verduras, cereales, carnes magras y elimina la comida chatarra.
-Recuerda que es mejor comer poco pero varias veces al día, que mucho y pocas veces al día. No dejes que pasen más de 4 horas entre alimento y alimento, esto agilizará tu metabolismo. Trata de que la última comida que hagas al día, antes de ir a la cama, sea ligera para que tu cuerpo haga la digestión antes de dormirte.
- Aprende a saborear la comida; el comer rápido es un mal hábito que te causará mala digestión, de manera inmediata. Debes comer lentamente, mastica muy bien para que los alimentos se mezclen con la saliva, la cual contiene encimas que se encargan de descomponer los alimentos; debes darle tiempo a este proceso.
- Que comer sea un ritual; no acostumbres comer frente al televisor. Si te es posible, reúnete con la familia, amigos o compañeros de trabajo para disfrutar de los alimentos. La nutricionista Robbin Nielson incluso recomienda prender una vela al centro de la mesa, de manera que se genere un ambiente cálido y relajante, que prepare tu cuerpo y tu mente para la digestión de una manera natural.
[Relacionado: Beneficios del aceite de oliva]
- No comas cuando estás ansiosa o nerviosa; cuando padecemos estos estados de ánimo de manera crónica o frecuente, se reduce la producción de ácido clorhídrico e inmunoglobulina A, los cuales son importantes para la salud del tracto gastrointestinal y ayudan a una buena digestión. Es por esto que si antes de empezar a comer te sientes así, tómate unos minutos, respira profundamente y cálmate; también podrías practicar algunas técnicas de relajación antes de cada comida.
- No olvides el consumo de fibra, es muy importante; se recomienda consumir 38 gr. por día, para los hombres menores de 50 años, y 25 gr. para las mujeres de la misma edad. La fibra la puedes encontrar en cereales integrales, frutas, verduras y legumbres.
- Beber líquidos es fundamental para muchos procesos orgánicos. Toma por lo menos litro y medio de agua al día.
- Realiza actividad física; esto ayudará sin duda a mantener el sistema digestivo en movimiento y a tener una digestión saludable.
- Ve al baño cuando así lo necesites. El postergar este natural proceso te causará una mala digestión.
- Aprende a conocer tu cuerpo; cada persona es distinta; hay alimentos que a ti te pueden caer mal y a otras personas bien, y viceversa. Debes ir conociendo qué te hace mal para que lo evites o para que lo consumas en menores cantidades.
Siguiendo estos consejos, cuidar tu digestión será muy sencillo; solo es cuestión de que te lo propongas y trates de ser muy cuidadosa con tus hábitos. Verás que en cuanto tu digestión mejore, de igual manera tu estado de ánimo lo hará.
[Relacionado: ¿Qué te motiva a ejercitarte?]
¡Recuerda… tú generas el cambio!