Bono y el violento incidente por el que U2 vetó a México casi 10 años

En diciembre de 1997, Bono decidió que a partir de ese momento iniciaba el veto de U2 a México por culpa de los Zedillo. (Photo by: KGC-138/STAR MAX/IPx 2018 10/23/18 Bono of 'U2' performing at O2 Arena in London).
En diciembre de 1997, Bono decidió que a partir de ese momento iniciaba el veto de U2 a México por culpa de los Zedillo. (Photo by: KGC-138/STAR MAX/IPx 2018 10/23/18 Bono of 'U2' performing at O2 Arena in London).

La guerra de Vietnam acabó con la vida de mucha gente. También dañó de manera irreversible a combatientes que sufrieron para reintegrarse a la sociedad como si nada hubiera pasado. Los estragos mentales de la barbarie, aunado a las afectaciones físicas, les impidieron conseguir empleo. Quienes lograron encontrar trabajo, lo hicieron en funciones de seguridad. Uno de ellos fue Jerry Mele, pieza clave del veto de U2 a México.

Veterano en la guerra, Mele fue contratado por U2 en los noventa para desempeñarse como guardia para proteger a los integrantes de la banda de los fans y espontáneos. Su trabajo consistía en impedir que personas sin autorización se acercaran a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen. Estaba entrenado para el combate cuerpo a cuerpo, así que sabía cómo cumplir con su encomienda en caso de registrarse un incidente.

Y el incidente ocurrió. Pero no como lo hubiera imaginado. El 2 de diciembre de 1997 fue atropellado por una camioneta que escapaba a velocidad tras haberse estacionado en una zona prohibida del Foro Sol. A bordo del vehículo iban los hijos del entonces presidente Ernesto Zedillo y sus escoltas. Huían del lugar después de protagonizar una agresión contra uno de los productores de la gira Pop Mart Tour, un hombre al que golpearon con un arma de fuego causándole una herida en la cabeza.

Los hechos ocurrieron como consecuencia del abuso de poder empleado por Carlos, Ernesto y Emiliano Zedillo para saltarse las vallas de protección apoyados por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP). Sintiéndose con el derecho a hacerlo por ser hijos del presidente, los juniors quisieron ingresar a un área restringida y exclusiva para personal autorizado por la banda, entre los que destacaban camarógrafos que filmaban el show. Su capricho se salió de control por la intervención de los guardias presidenciales, que recurrieron a la violencia cuando el staff del concierto y la gira les pidieron que se retiraran del lugar.

“Ellos con radio, todo el crew de U2, avisan que hay bronca. Van todos. Hay un momento en que la bronca fue del crew de U2 contra la Guardia Presidencial. Evidentemente ganaron los segundos”, narra Jordan Puig a Jessie Cervantes en su programa Contenido Extra de YouTube. Puig era productor en Ocesa, y es el creador del Festival Vive Latino.

Al cerciorarse que hirieron a uno de los productores emprendieron la fuga con prepotencia y rapidez. Fue entonces que atropellaron a Mele. Esa situación detonó la molestia de Bono. El vocalista de U2 no se lo tomó a la ligera. Mucho menos cuando se enteró que el Estado Mayor Presidencial responsabilizó a los promotores del concierto y se negaron a ofrecer una disculpa. Como se dice coloquialmente, esa fue la gota que derramó el vaso.

Por un instante, Bono y el resto de los miembros de la banda contemplaron brindar una conferencia de prensa para dar su versión de lo sucedido y anunciar la cancelación de los siguientes conciertos, además de exigir una reparación de daños por parte de la presidencia, incluidos los gastos correspondientes que requiriera la atención a Mele. Sin embargo, cedieron a la propuesta de reunirse al día siguiente con Ernesto Zedillo para llegar a un acuerdo.

“A la mañana siguiente van a Los Pinos. Yo no voy a Los Pinos. Van Federico González, mi jefe y Bruce Morán, el que te digo de Nueva York, y mi jefe de aquí, con Bono para hablar con Ernesto Zedillo”, comenta Puig a Cervantes en el programa. No obstante, la reunión fue lapidaria. ¿Qué pasó? El presidente no tuvo voluntad para solucionar el problema.

Zedillo defendió a sus hijos. Recurrió al argumento de señalar a la banda y su personal como extranjeros que estaban invitados en nuestro país, por lo que ellos incumplieron la norma cívica de buen comportamiento en el territorio que les daba la bienvenida. Asimismo, adjudicó culpa al staff de Ocesa por provocar el altercado y por la incapacidad de controlarlo. El vocalista y músico irlandés declaró a MTV que Zedillo le prometió una investigación, que no se llevó a cabo. El mandatario no pidió perdón alguno, ni se preocupó por Mele.

Enojado, Bono salió de Los Pinos para iniciar el veto de U2 a México. Su decisión se confirmó cuando nuestro país no entró en los planes del Elevation Tour que inició en Miami, Estados Unidos, en 2001. Era en serio su castigo a la nación. A pesar de que ya había un nuevo presidente en turno (Vicente Fox), la banda no cedió a su sanción. Seguían indignados por la grosería en su contra.

Mientras que el público mexicano se resignó a pagar las consecuencias por los juniors de la familia Zedillo y la reacción de Ernesto Zedillo ante el caso, Jerry Mele debía reinventar nuevamente su vida. Luego del accidente quedó imposibilitado para trabajar como guardia. Al no haber recibido ayuda de la presidencia tras ser atropellado, el excombatiente de Vietnam demandó al EMP. Ganó y logró una indemnización. El gobierno mexicano actuó para evitar un conflicto mayor por tratarse de un veterano de guerra, figura que es valorada en Estados Unidos.

El veto de U2 a México duró nueve años. Se levantó en 2006 con Vertigo Tour. Por otra parte, los Zedillo jamás ofrecieron disculpas.

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