Ser vegana
¿De qué se trata? ¿Qué diferencia hay con los vegetarianos?
Básicamente, el veganismo es una tendencia filosófica mucho más que solo una forma de alimentación. Se fundamenta en la consideración y respeto hacia los animales como seres capaces de sentir.
"El veganismo es una filosofía de vida que excluye todas las formas de explotación y crueldad hacia el reino animal e incluye una reverencia a la vida. En la práctica se aplica siguiendo una dieta vegetariana pura y anima al uso de alternativas para todas las materias derivadas parcial o totalmente de animales", escribe Donald Watson, miembro fundador de Vegan Society.
El fundamento es que los veganos creen, y no sin razón, que nuestra sociedad está basada en la explotación de los animales tanto como las antiguas civilizaciones se basaron en la explotación de esclavos. La lista es larga y horrenda: testeo de productos médicos, cosméticos, de limpieza, en mamíferos, ni hablar del consumo de carne; extracción de pieles y cueros para manufactura de vestimentas; experimentación en laboratorios y un extenso etcétera que pone los pelos de punta cuando se uno se informa pormenorizadamente y siente al menos amor por su animal de compañía.
La Vegan Society nació en 1944, pero ya desde principios del siglo XX se discutía en los fotos de vegetarianos el asunto de extender la objeción hacia el consumo de todo tipo de productos de origen animal, como leche o huevos, que los ovolácteo-vegetarianos consumían.
El asunto se ha hecho masivo hace ya varios años, y ciudades como Nueva York ya cuentan con una gastronomía bastante frondosa para veganos.
Sin embargo, como decía el principio, esto no se trata solo de no comer ciertos alimentos, sino de no vestir, no limpiar la casa, no usar cosmética con productos que han sido fabricados gracias a la tortura de animales.
La diferencia es conceptual: mientras el resto tiene una visión antropocentrista (todo lo creado está al servicio del hombre), los veganos tienen una cosmovisión sensocentrista (todos los individuos con capacidad para sentir deben ser respetados).
El veganismo, entonces, se extiende a alimentación (no consumen ningún producto de origen animal); vestimenta y calzado (no utilizan ningún tejido o material de origen animal); entretenimiento (están el contra del uso de animales en el cine, teatro o circo), y están en franca oposición a la compra-venta de animales de compañía.
Hay un excelente documental sobre el tema titulado Earthlings, narrado y producido por el actor y activista por los derechos animales, Joaquin Phoenix, con música del también activista Moby. Es muy fuerte, pero muestra claramente hasta qué extremos llegamos los seres humanos en nuestra crueldad hacia el reino animal por motivos absolutamente basados en el consumo, y por cierto, bastante frívolos.
Yo no soy vegana. Creo que ir dejando de consumir productos de origen animal es un proceso largo. Hay que informarse, e ir cambiando de hábitos lentamente. Sí he empezado a recorrer ese camino de transformación: no uso lanas, ni pieles, no compro productos testeados en animales y estoy dejando de comer carne.
Cuando miro a mis gatos, y pienso que otros como ellos a los que tanto amo están siendo sumergidos en un infierno, no puedo hacer otra cosa.
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