Brasil escarba en la Bienal veneciana en busca de identidad y futuro arquitectónico

Venecia (Italia), 19 may (EFE).- La tierra fértil y rojiza de Brasil ha surgido en la Bienal de Arquitectura de Venecia, en una muestra del Pabellón de ese país sudamericano en la que se ahonda en la identidad y urbanismo autóctono, más allá del colonialismo.

La exposición, organizada por los arquitectos Gabriela de Matos y Paulo Tavares para la XVIII Bienal, lleva por título "Terra" (Tierra) y propone "repensar el pasado para diseñar futuros posibles reivindicando actores olvidados por el canon arquitectónico".

El Pabellón, diseñado en 1964 por Henrique Mindlin, cubrió hoy su suelo con arena brasileña con el objetivo poético de trasladar al visitante a sus parajes, en un ejercicio de imaginación.

"Nuestra propuesta se basa en pensar Brasil como Tierra. No solo como suelo, sino también en sentido global y cósmico, como planeta y casa común de toda vida humana o no humana. La Tierra como memoria y futuro, mirando al pasado y al patrimonio para abrir el campo de la arquitectura ante los problemas urbanos y ambientales contemporáneos más urgentes", señalan los comisarios en la nota de presentación.

La primera sala de la exposición se titula "Decolonizing the Canon" (descolonizando el canon) y cuestiona el legado de la capital, Brasilia, una ciudad modernista levantada a finales de los 50 por el arquitecto Oscar Niemeyer y el urbanista Lucio Costa.

La inscripción de esta megalópolis como Patrimonio de la Humanidad se justificó como el hecho de que había sido levantada "ex nihilo", de la nada, pero los comisarios recuerdan que en esos terrenos sí que había "algo".

Se trataba primero de un territorio indígena ancestral, encrucijada para numerosas tribus antes de la colonización y a partir del siglo XVIII devino en un quilombo o comunidad a la que llegaban numerosos esclavos en busca de refugio, según explican en el Pabellón.

Por esa razón, los comisarios han recreado una "narración contracorrientee" reivindicando la presencia de esas poblaciones y sus formas de vida, mediante gráficos y un vídeo en el que hombres y mujeres herederos de aquellas comunidades hablan sobre ellas.

La segunda y última sala del Pabellón brasileño se titula "Places of origin, archaeologies of the future" (Lugares de origen, arqueologías del futuro" y aborda el tema de lo ancestral a partir de las prácticas indígenas afro-brasileños.

El visitante puede ver la "tierra negra de los indios", un barro "altamente fértil" por su riqueza en carbón y formado en toda la Amazonía hace miles de años, que demuestra los sistemas forestales y agrícolas de las antiguas civilizaciones indígenas.

Esta materia prima "terra presta", explican, podrá ser útil en la lucha contra el cambio climático.

Su fertilidad es tal que los científicos ya están desarrollando fórmulas para producirla artificialmente, el llamado "Biochar", pero las patentes son estadounidenses o europeas, lo que es denunciado como "un acto de biopiratería" dentro del Pabellón brasileño, uno de los únicos tres latinoamericanos -con Uruguay y Venezuela- presentes en los prestigiosos Jardines de la Bienal. EFE

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