Breastsleeping, una práctica que promete más horas de sueño para las mamás, ¿pero con mayores riesgos para el bebé?
Texto: Cintia Saporito
Aunque súper pequeñitos, los recién nacidos requieren de muchísima entrega por parte de sus mamás. En consecuencia, una de las principales cosas que ellas suelen extrañar, son las horas de sueño de las que disfrutaban. ¿Te cuentas entre ellas? Conoce el breastsleeping, una nueva práctica al amamantar, que podría regalarte mucho más tiempo de descanso.
Breastsleeping, aliado de las mamás
Combinación del colecho y el amamantar, el breastsleeping podría ser el arreglo ideal para las nuevas mamás y sus bebés: sería mucho más seguro y beneficioso para ambos, que otros arreglos a la hora de dormir por la noche. Así lo aseguran los expertos en sueño de la Universidad de Notre Dame, James McKenna y Lee Gettler, en un artículo publicado en 2015 en la revista científica Acta Pædiatrica.
Entre sus beneficios más atractivos, ofrecería a las mamás más tiempo de descanso. Sucede que, al no tener que levantarse tres o cuatro veces cuando el bebé quiere comer, así como al no tener que volver a dormirlo luego, ellas podrían ganar alrededor de una hora de sueño cada noche. ¡Y eso no es todo!
Según recopila el sitio de la Universidad de Notre Dame, otros beneficios del breastsleeping incluyen:
– Permite manejar mejor el suministro de leche
– Fortalece el vínculo madre-hijo
– Valida el rol materno, especialmente para las mujeres que trabajan
– Previene la muerte súbita infantil, ya que tanto las madres como sus bebés, duermen más ligero.
En este sentido, en ausencia de factores de riesgo que pudieran afectar al bebé, el breastsleeping combinaría las ventajas de amamantar con las del colecho.
¡Pero no son todas buenas noticias!
Junto con sus partidarios, ya hay quienes alzaron su voz para alertar acerca de los posibles riesgos de esta práctica para los bebés. Según la médica Diane Ashton, el breastsleeping se asemeja al colecho, por lo que podría implicar los mismos riesgos: ahogo, quedar atrapado entre almohadas o colchas, caerse de la cama o ser sofocado por sus padres, sostuvo la especialista al ser consultada por la revista Fit Pregnancy.
Frente a estos cuestionamientos, McKenna y Gettler argumentan que otros factores como el consumo de sustancias o la posición al dormir, podrían afectar negativamente las estadísticas de muerte asociadas al colecho.
Más aun, enfatizan que al compartir la cama, es posible duplicar o triplicar la cantidad de veces que el bebé es amamantado por noche, y la lactancia materna contribuye a prevenir la muerte súbita infantil, concluye el portal.
Como en otras decisiones relativas a la maternidad, será cuestión de sopesar los pros y los contras, a la hora de optar por el breastsleeping, y de consultar con un médico ante cualquier duda.
Y tú, ¿qué rutina tienes a la hora de alimentar a tu bebé por la noche?
@cintiasaporito
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