Las bucaneras: cinco razones para ver la serie que ocupa el espacio de Bridgeton hasta 2024

Kristene Froseth encarna a Nan, la heroína de la historia
Kristene Froseth encarna a Nan, la heroína de la historia

El anuncio de que la tercera temporada de Bridgerton llegará recién el 16 de mayo de 2024 y estará divida en dos partes, de cuatro episodios cada una, dejó a sus fanáticos sin el particular tipo de disfrute y emoción que la serie de Netflix los acostumbró a sentir desde su estreno. A modo de distracción para pasar lo mejor posibles los meses hasta que por fin se estrenen los capítulos dedicados al esperado romance entre Penelope Featherington y Colin Bridgerton, los seguidores de la ficción de Netflix deberían recurrir a otro cuento de amores y conflictos de clase, ambientados en la época victoriana. Se trata de Las bucaneras, la serie de ocho episodios, ya disponibles en Apple TV+ , inspirada en la novela del mismo nombre que la autora norteamericana Edith Wharton dejó inconclusa al momento de su muerte.

Las cinco amigas en el centro de la trama de Las bucaneras
Las cinco amigas en el centro de la trama de Las bucaneras

La historia. La acción comienza en la Nueva York de 1870 en los minutos previos al casamiento entre la acaudalada señorita Conchitta Colson (Alisha Boe) y el empobrecido lord Richard Marable (Josh Dylan), de visita en los Estados Unidos para conseguir casarse con una heredera que salve a su familia del desastre financiero. Claro que más allá del acuerdo mutuo, los padres de la chica sueñan con el prestigio de un yerno de la aristocracia británica y los jóvenes están locamente enamorados aunque, como reconoce el novio, su amor no garantizará la felicidad que su nueva esposa está convencida de que tendrán. Aún así, con el apoyo de la mejor amiga de la novia, Nan (Kristine Froseth), y sus otras tres inseparables compinches, el matrimonio sigue adelante, y con ello también la posibilidad de que todo el grupo se reencuentre en Inglaterra. En busca de sus propios nobles caballeros de pura cepa británica, Nan, su hermana Jinni (Imogen Waterhouse) y sus amigas Mabel (Josie Totah) y Lizzy (Aubri Ibrag) -las vivaces y divertidas herederas norteamericanas- se chocarán de frente con la rígida sociedad inglesa que necesita de sus dólares frescos pero aborrece los usos y costumbres que los acompañan.

Christina Hendricks, la inolvidable Joan Holloway de Mad Men, uno de los atractivos de la nueva serie de Apple TV+
Christina Hendricks, la inolvidable Joan Holloway de Mad Men, uno de los atractivos de la nueva serie de Apple TV+ - Créditos: @Angus Pigott

Los actores. Entre el joven elenco de la serie se destaca Kristine Froseth como la optimista y amorosa Nan, la narradora del cuento, que desde el comienzo admite que no estaba en sus planes “ser la protagonista de la historia”. Sin embargo, lo es. Romántica e independiente, a los 17 años la joven no está pensando en encontrar marido, mal que le pese a su madre, interpretada por la fantástica Christina Hendricks que, como sucedía en Mad Men, aquella serie de otra época que también ponía en cuestión la inequidad de géneros, se roba cada escena en la que aparece, aunque sea brevemente. Por el lado de los personajes británicos, además del galante duque de Tintagel (Guy Remmers) que integrará un triángulo amoroso con Nan y su amigo Guy Thwarte (Matthew Broome), aparecerá la fría familia Marable, cuya fachada empezará a derrumbarse con la llegada de las norteamericanas, especialmente en el caso de la joven Honoria, encarnada por Mia Threapleton, la novel actriz de noble estirpe: es la hija de Kate Winslet en la vida real.

Si te gustó... Más allá de la referencia a Bridgerton, con la que Las bucaneras comparte época y cierto aire rupturista al contar con un elenco multicultural, lo cierto es que la serie de Apple TV+ también recuerda a otros relatos centrados en las consecuencias de las restricciones sociales sobre las mujeres y las crueldades del mercado matrimonial, como las muchas adaptaciones audiovisuales de Orgullo y prejuicio. Especialmente evoca a la legendaria versión de la BBC protagonizada por Colin Firth como el señor Darcy, cuya memorable caminata de salida del lago aquí se recrea a modo de homenaje. Pero no solo eso: la costumbre británica durante la era victoriana de los matrimonios arreglados entre ricas norteamericanas en busca de un lugar en la alta sociedad e ilustres caballeros de arcas vacías también forma parte de la trama de La edad dorada, la serie de HBO Max y hasta es la historia de origen de Downton Abbey, ambas producidas por Julian Fellowes. De hecho, el autor había imaginado el matrimonio del conde Crawley (Hugh Bonneville) y su adorada Cora (Elizabeth McGovern) como un enlace por conveniencia devenido en unión feliz. Y, de hecho, en su momento había planificado hacer una precuela alrededor de ese vinculo.

Los trajes y la ambientación de época tienen en Las bucaneras un lugar privilegiado
Los trajes y la ambientación de época tienen en Las bucaneras un lugar privilegiado

El vestuario y los escenarios. Desde la primera escena de la serie resulta evidente que los trajes de época y las elaboradas mansiones en las que transcurrirá todo el relato tendrán un lugar privilegiado en su desarrollo y en el establecimiento de su tono narrativo. Con más de una licencia poética respecto a la exactitud histórica, el vestuario es un despliegue de corsés y colores vivos para los personajes norteamericanos y una paleta de apagados beige para los británicos, un intencional contraste que acentúa la exuberancia de unos y resalta la represión de los otros. El bellísimo par de zapatos de taco turquesa que pone en marcha uno de los conflictos centrales de la trama queda en la memoria más allá de lo breve de su aparición y lo mismo sucede con la mascota de una de las protagonistas, un algodonado perro de pelaje fucsia furioso.

La música. Otra referencia inevitable en Las bucaneras es María Antonieta, la reina adolescente de Sofia Coppola. No solo por la mirada sobre las intrigas palaciegas y sociales que ambas comparten, sino también porque la serie trata a sus personajes femeninos centrales como un grupo de protofeministas atrapadas por las circunstancias de sus nacimientos. Y todo al ritmo de una banda de sonido orgullosamente anacrónic,a en la que figuran canciones de Taylor Swift, Brandi Carlisle, Beth Ditto, Japanese Breakfast, Karen O , entre otras artistas femeninas, y además tiene como tema de apertura una versión de “North American Scum”, de LCD Soundsystem, a cargo de Emily Kokal