Cómo ayudar a tu hijo si tiene bajo peso

Texto: Carmen Murtagh

Si a la hora del baño, en la piscina o en la playa, notas que sus costillas se marcan demasiado o que la ropa no le queda chica durante varios meses, tu hijo podría tener bajo peso. Más allá del percentil o el Índice de Masa Corporal (IMC) que su pediatra medirá en cada control, es importante que, desde casa, observes qué y cómo está comiendo. ¡Sigue leyendo!


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Somos lo que comemos, ellos también. Foto: KidStock / Getty Images

A pesar de la epidemia de obesidad que aqueja a EEUU, casi un 4% de los niños y adolescentes de ese país tienen bajo peso, según informó la dietista registrada Katherine Serbinski en el sitio Eat Right, de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos.

¿Qué significa estar debajo del peso normal?

Las personas que están debajo del peso normal, por lo general, no estarían incorporando las calorías suficientes para abastecer al cuerpo. A menudo, también sufrirían de desnutrición, ya que no están recibiendo suficientes vitaminas ni minerales de los alimentos, según la Academia Americana de Médicos de Familia.

¿Cómo ayudarlo a aumentar de peso saludablemente?

Lo creas o no, el objetivo es “incorporar más grasas en la dieta del niño, aunque no cualquier tipo de grasas como las saturadas de las carnes, sino las saludables como las de aceites y cremas de frutos secos”, explica la dietista registrada Jennifer Willoughby, en el sitio de la Clínica Cleveland. He aquí algunas sugerencias de la profesional:

· Añadir mantequilla de maní. Por ejemplo, si a tu hijo le gustan las frutas y verduras crudas, anímalo a comer palitos de apio o rodajas de manzana con mantequilla de maní.

· Agregar aceites saludables a sus comidas. El aceite de oliva u otros aceites saludables para el corazón, podrían ayudar incluso a los que no comen.

· Probar los suplementos orales. Consulta con un dietista registrado o su pediatra, sobre un suplemento oral adecuado para tu hijo. Eso sí, no le des uno sin una recomendación médica.

Por su parte, el sitio Baby Center, amplía:

· Agregar fuentes de grasa a su dieta. Como los aguacates, nueces y aceites vegetales. Trata de planificar comidas saludables, ricas en calorías y bocadillos para que tu hijo coma lo suficiente.

· Considerar esta lista de alimentos ricos en calorías saludables:

- Productos lácteos: leche entera, queso, requesón, yogur, helados, sopas cremosas y pudín.

- Proteínas: huevos, mantequilla de maní, sopas de frijoles, nueces.

- Hidratos de carbono: pan, macarrones con queso, pastas, tostadas francesas, tortitas, puré de patatas, cereales calientes.

Además de los alimentos propiamente dichos, la actitud frente a la comida y sus hábitos de alimentación, son clave. Prueba estas estrategias que sugiere Baby Center:

· Haz de las comidas un momento agradable y sin prisas. Siéntate junto a tu hijo, siempre que puedas, a disfrutar de la comida y del tiempo compartido.

· Fomenta su interés por la comida y la alimentación. Involucra a tu hijo en la planificación de las comidas y la preparación de los alimentos. Al hacer las compras, pídele ayuda para escoger la fruta en el mercado y el pan en la panadería, por ejemplo.

· Asegúrate de que no se saltee comidas por estar envuelto en otra actividad.

· ¡Y de que no se esté llenando con bebidas! Como zumos o incluso leche que le quiten el hambre. Trata de limitar el zumo a 1 taza diaria y la leche a 2 tazas al día.

El objetivo general es inculcar hábitos alimenticios saludables, sostenibles. Por eso, es importante reunirte antes con su pediatra para que te aclare todas tus dudas sobre este tema, y para que te recomiende lo mejor para él.

¿Cómo te ha ido con estos tips?


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