Cambiar al protagonista de una saga a veces sí que funciona

Y otras, no. Dirán muchos. Tanto unos como otros tienen razón. En los últimos días hemos leído/escuchado como Frank Marshall, productor de la saga del arqueólogo más aventurero que ha dado el cine, aseguraba que “Harrison Ford está listo para otro Indiana Jones” y avisaba a quienes ya veían a Chris Pratt como su sucesor de que no iban a “hacer eso de Bond de llamar a otra persona Indiana Jones”. Nuestro gozo en un pozo. Eso sí, dejó la puerta abierta a que el doctor tuviese un sucesor, no a que otro usurpase su personalidad.

(Foto: © 1984 Paramount Pictures)

Marshall tiene razón, pero solo hasta cierto punto. Es verdad que Indiana Jones no hay más que uno y que sería muy complicado hacerse a la idea de ver a otro que no sea Harrison Ford portando el sombrero y el látigo, pero también es verdad que si ese otro es Chris Pratt hasta los seguidores más fieles podrían dar por bueno el cambio. Que Ford no está ya para muchas carreras se le notaba en la anterior aventura. Además, eso de cambiar al actor protagonista de una saga manteniendo al personaje tampoco es tan raro y hay casos en los que ha funcionado.

Ahí está, obviamente, el de 007. ¿Cuántos ha habido? Vale que unos han sido mejores que otros, pero por norma el resultado ha sido bastante aceptable y una vez que se han hecho un par de cambios el espectador se acostumbra. De hecho, a Daniel Craig se le acaba el contrato al servicio de Su Majestad en el próximo título y llevan varios años buscándole un sustituto.

(Foto: © 2013 Paramount Pictures.)

En Star Trek han renovado la saga al completo y J.J. Abrams, que es un maestro, ha conseguido relanzar la franquicia estelar. Y, encima, logró meter en el guión al Spock original, Leonard Nimoy. Tampoco le ha ido nada mal a la precuela o lo que sea de Mad Max con Tom Hardy en lugar de Mel Gibson. El resultado es infinitamente mejor que el de la saga desarrollada en los ochenta.

Y luego está el caso de Jack Ryan. El popular espía protagonista de las novelas de Tom Clancy ha vivido cuatro asaltos en el cine con cuatro rostros distintos. El primero fue el de Alec Baldwin y después vinieron Harrison Ford y Ben Affleck. Hasta que Chris Pine se ha apoderado recientemente del papel en la mejor de las cuatro entregas.

(Foto: Fox)

Claro, que razones para resistirse al cambio no le faltan a Marshall. Al binomio Ford/Jones le pasa como al que forman Hugh Jackman y Lobezno. El actor australiano ha anunciado que dejará al personaje después de su siguiente película y por mucho que le busquen sustituto, parece complicado. Aún así, el cine está plagado de ejemplos de superhéroes que cobraron vida con actores distintos. Para eso están los reboot que tanto se estilan en el género. Superman, Spiderman, Batman, Los 4 fantásticos, Hulk… ¿Por qué no iba a pasar Lobezno por lo mismo?

(Foto: © 2012 - Universal Pictures)

Porque puede salir mal, obviamente. Y es cierto. Es lo que le pasó a Jason Bourne. Cuando se les acabaron los libros y Matt Damon dejó la saga, los productores decidieron intentarlo por otro lado. Contrataron a Jeremy Renner, le dieron un personaje con similar preparación física pero sin amnesia y llamaron a la película El legado de Bourne para que no hubiese dudas de a qué saga pertenecía.

Pero claro, una película de Bourne sin Bourne no tiene mucho sentido. Estaba bien, a la altura, entretenida y Renner, sobresaliente. Pero no era Bourne. Así que ahora volverán a intentarlo pero esta vez de nuevo con Matt Damon en su papel y Paul Greengrass en la dirección. Y bueno, el cambio de Julianne Moore por Jodie Foster como Clarice Starling en Hannibal tampoco es que cuajase demasiado.