Camila, de Gran Hermano: de los maltratos que recibió de Romina a su lucha por cumplir el sueño de su papá

Camila, de Gran hermano
Camila aseguró que Romina la trataba mal y la excluía del juego

Camila entró en Gran Hermano cuando el reality ya llevaba varias semanas al aire. Si bien al principio no parecía una jugadora fuerte, con el correr de los días supo consolidar su presencia y estableció vínculos que la posicionaron dentro del juego. Hasta que en una placa muy difícil, Camila fue eliminada en un mano a mano con Romina. Afuera de la casa, ella dialogó con LA NACION sobre su paso por el reality, su buena relación con Alfa, las fricciones con Romina y por qué quiere continuar el sueño que heredó de su papá.

-¿Por qué pensás que te eliminaron?

-Yo siento que todo pasa por algo, no sé mucho qué pasó. Yo me sorprendí cuando me gritaron “tomátela”, pensé que era para mí, pero afuera lo siento todo diferente.

-¿Considerás que hubo un cambio en tu juego y por eso te votaron?

-Yo siento que siempre fui la misma, pero en un momento adentro de la casa me apagué, la estaba pasando súper mal. Cuando quedé en el mano a mano con Daniela me sorprendió que se fuera ella. Pero después llegó mi hermana y eso me alegró todo, me dio la energía que tenía cuando entré.

-¿Por qué decís que la estabas pasando mal?

-Yo entré en la casa con la mejor de las ondas desde el día uno, pero capaz esa buena onda a ciertas personas no les cayó bien y me trataron mal. Entonces no la estaba pasando bien, por atrás hablaban muy mal de mí, y por adelante también.

-Estos últimos días en los que conviviste con Romina y Julieta, ¿cómo fueron? ¿Sentías que con alguna de ellas la relación era mala, pero preferías no discutir?

- Sí, me pasaba eso con Romina, que maneja toda la casa. Ella me trataba mal, me excluía. Juli no tanto, pero Romina me dejaba afuera, si me sentaba cerca suyo se iba y hacía que todos en la casa hicieran lo mismo. Ella se reía de mí, me decía que me comía todo, que era una enfermita, y fue así desde el primer día.

- ¿Vos no considerás que a veces la provocabas?

-No, nunca, incluso si la veía mal, yo siempre estaba para ella. Cuando se peleó con Alfa, yo no apoyaba esa discusión, pero la alenté y le decía que estuviera bien. A lo último me sentía mal y directamente no le hablaba y ya no podía ni sentarme a desayunar porque era como si la estuviera careteando siempre.

-La Tora dijo una vez que Romina se sentía dueña de la casa, ¿estás de acuerdo con eso?

-Es que ella era la dueña de la casa. Con los chicos por ahí estábamos disfrutando y Romina cortaba la onda. Ella hacía la comida antes que alguien se la fuera a hacer, o a la noche yo me quedaba limpiando quizás por ansiedad porque no me podía dormir y a ella le jodía eso, como si yo le sacara su papel, pero nada que ver.

-¿Pensás que Romina no llega a la instancia en la que quedan tres jugadores solamente?

-Si no gana la prueba de líder, para mí se va. Yo en Gran Hermano disfruté todo, pero realmente Romina me la hizo pasar súper mal, se me burlaba en la cara. Por suerte Marcos, Nacho y La Tora no eran así. Una vez yo me puse triste por lo de mi papá y ella se mató de risa en mi cara, me decía enferma.

-¿Qué me podés contar de tu relación con Alfa? Porque al principio había dudas si era una relación tipo padre e hija, o si pasaba algo más.

-No sé qué se entendió de afuera. Alfa era una especie de figura paterna porque me protegía, fue el único adentro de la casa en el que pude confiar. Yo intenté llevarme bien con todos, pero el único que se abrió realmente conmigo fue él. La nuestra es totalmente una relación de amistad y no pasa de ahí. En la casa los primeros días yo sentía que quizá me tiraba onda, pero lo hablamos y nunca más se desubicó, ni hizo nada fuera del estilo. Él sabe que no va a pasar otra cosa.

-¿Y lo ves como alguien que va a formar parte de tu vida, como una especie de guía que te puede aconsejar desde su experiencia?

-Sí, yo siento que es una amistad que va a quedar. Tengo muy buena relación con Alfa, yo trabajo en una agencia de autos, y ahí me acostumbré a hablar con gente más grande. Creo que él puede ayudarme con el trabajo y darme consejos.

-¿Cómo te llevó la vida a trabajar en una agencia?

-Mi papá falleció hace un año, él tenía una agencia de autos y yo me hice cargo. Fue lo que me dejó y no quería abandonarla en lo más mínimo. Yo había empezado a trabajar un año antes con mi papá en la parte de gestoría, pero él muere de un paro cardíaco, de un día para el otro y fue como si me dejara todo armado. Cuando yo digo que todo pasa por algo, eso viene de ahí, porque en ese momento me re enojé hasta que entendí cómo se fueron dando las cosas. Esa era la herencia que me dejó mi papá, me había dado su progreso y todo lo que le había costado llegar a tener esa agencia de autos. Cuando murió yo dije: “Me tengo que hacer cargo”. Y desde febrero hasta diciembre de 2022 tuve la agencia abierta, aprendí de mecánica y también a vender y comprar autos.

-¿Y vos tenés la intención de continuar con ese negocio que era de tu papá?

-Sí. Mi sueño es cumplir justamente el sueño de mi papá y tener una agencia más grande. No sé cómo lo organizaré, a mi papá esto le costó mucho, pero yo quiero trabajar para que su nombre perdure.

-¿Cómo fue el reencuentro con tu hermana?

-Flor me visitó justo ayer en el hotel y hoy viene a dormir conmigo. Yo me di cuenta que ella me necesitaba mucho más de lo que pensaba, ella siempre me dice cosas que me hacen bien y viceversa, nosotras nos complementamos. Yo la re extraño Nunca nos habíamos separado tanto, pero ahora charlamos y estamos en contacto todo el tiempo. Mi hermana siempre está pendiente de mí, es alguien que me hace muy feliz y la amo.