¿Qué es Candlelight? Música en vivo, como se escuchaba hace doscientos años, a la luz de las velas

El cuarteto Ámbar, compuesto por músicos argentinos, en una de sus actuaciones dentro del proyecto Candlelight en el Colegio San José
El cuarteto Ámbar, compuesto por músicos argentinos, en una de sus actuaciones dentro del proyecto Candlelight en el Colegio San José - Créditos: @Soledad Aznarez

En 1749, Georg Friedrich Händel escribió una obra que le encargó el rey Jorge II de Gran Bretaña para celebrar el final de la guerra de sucesión austríaca y la firma del tratado de Aquisgrán. En realidad, la idea era que la música sirviera de acompañamiento de un espectáculo de fuegos artificiales. Cuenta la leyenda que se construyó un escenario especialmente para recrear la obra y que con tanta explosión terminó incendiado. Parte de esa misma leyenda dice también que la obra se ensayó seis días antes, con público. Se estimó que fueron a escucharla (y verla) unas 12.000 personas, y la llegada de los carruajes hasta los jardines de Vauxhall, donde se había previsto el ensayo, fue un absoluto caos. Imaginemos un viernes a la tarde en la zona del Obelisco, víspera de un feriado largo que se extiende hasta el lunes, pero con carros y caballos. Así las cosas, la obra trascendió y encontró, hasta nuestros días, nuevos públicos y escenarios. Lo curioso es que, ya desde aquellos tiempos, se intenta buscar para la música distintos marcos. Más que para la música, para los oyentes que quieren nuevas experiencias.

Cuarteto de cuerdas en un show que se realiza solo con iluminación de velas, en el auditorio del Colegio San José.
Cuarteto de cuerdas en un show que se realiza solo con iluminación de velas, en el auditorio del Colegio San José. - Créditos: @Soledad Aznarez

Sucede tanto para esa música que se escucha en estadios como para aquella que se ofrece en recintos más pequeños. A la de los estadios las conocemos bien, con nombres y con apellidos, de Coldplay a Taylor Swift. La de lugares más pequeños hay que saber buscarla y encontrarla. Por estos días se presenta en Buenos Aires el espectáculo Candlelight que es ni más ni menos que un concierto a la luz de las velas. Se trata de un formato internacional que ha girado ya por una infinidad de países y que tiene como eje el concierto de un grupo de cámara (cuarteto de cuerdas o piano y voz) que interpreta tanto música popular como la considerada clásica. Desde las famosas Cuatro estaciones de Vivaldi hasta versiones para cuerdas de temas muy conocidos de Queen.

Por estos días el Cuarteto Ámbar, de Buenos Aires, sube al escenario del Auditorio del Colegio San José –el “Coloncito”, como se lo suele llamar a este imponente teatro del barrio de Once–. Sus paredes y su imponente techo son una escenografía en sí misma. Fue allí donde el cuarteto interpretó los clásicos de Queen, traducidos al lenguaje de los arcos. “Los grupos musicales que tocan para Candlelight cambian en cada ciudad, ya que siempre contratamos a músicos locales y preferimos que nuestras producciones se mantengan lo más autóctonas posible. Los músicos que quieren ser parte de los conciertos presentan su candidatura y el equipo de Candlelight, formado por curadores musicales profesionales, evalúa las solicitudes y se pone en contacto con ellos. Además, el equipo busca proactivamente talentos para formar parte de nuestra red mundial”, explica Eloísa Marenco desde España, responsable de la comunicación del proyecto, para estos espectáculos que se realizan en la Argentina.

Candlelight, un espectáculo imponente e intimista, a la vez
Candlelight, un espectáculo imponente e intimista, a la vez - Créditos: @Soledad Aznarez

En el histórico teatro del Colegio San José el cuarteto recorre temas de Queen de diferente factura. Desde las baladas con las que Freddie Mercury lucía su prodigioso fiato vocal hasta los temas más rockeros, que también se convirtieron en hits del grupo. “Another One Bites The Dust”, “Under Pressure”, “I Want To Break Free”, “Love Of My Life”, “Radio Gaga”, “Don’t Stop Me Now”, “Somebody To Love” “Crazy Little Thing Called Love”, “We Will Rock You”, “We Are The Champions” y la que no puede faltar, por tratarse de un concierto de perfil clásico: “Rapsodia bohemia”.

A partir de junio, el grupo volverá a este mismo escenario, con producciones especiales para cada noche. Por un lado, la música de Vivaldi y una selección de piezas cinematográficas de Hans Zimmer. Por otro, los tributos a grandes grupos y solistas de la música pop, como Taylor Swift, Dua Lipa, ABBA, Metallica y Coldplay, además del regreso de este show que ya presentaron, dedicado a Queen.

La empresa que produce Candlelight se especializa en espectáculos inmersivos. Y esto es lo que justamente busca con clásicos del rock, atravesados por un formato de cámara y con el entorno de cientos o miles de velas sobre el escenario y a los costados del público. “El formato de la experiencia es más flexible que el de los conciertos de música clásica más tradicionales, lo que les permite tener una mayor conexión con su comunidad y hablar directamente con el público, compartiendo sus perspectivas sobre cada tributo que hacemos. Hacer lo que les gusta y en un entorno íntimo y único, rodeados de velas. Es, obviamente, un plus”, agrega Marenco.

“Los conciertos de música clásica usualmente están confinados a salas tradicionales para un público limitado. Gracias a Candlelight, las obras de los más grandes compositores ahora resuenan en lugares únicos que forman parte del patrimonio cultural de cada ciudad. Para ello, tenemos en cuenta distintos criterios a la hora de elegir el lugar de los conciertos: la historia y lo que representa para la ciudad, la ubicación, para que sea accesible a todos, y características más técnicas como la acústica de la sala y la iluminación, por ejemplo”.

En la Argentina, los primeros conciertos se vieron en el Palacio San Miguel, un clásico edificio de la ciudad que abrió sus puertas por primera vez en 1857, en la antigua calle Victoria –hoy Hipólito Yrigoyen– como una tienda especializada en telas de tapicería y alfombras. Tras varias remodelaciones, la tienda cerró sus puertas en 1976 para convertirse de a poco en un teatro y salón de eventos empresariales y sociales como lo conocemos hoy. “El auditorio del colegio San José es el segundo escenario seleccionado para los conciertos a la luz de las velas gracias a su historia y arquitectura. Si bien puede pasar desapercibido, es una de las joyas de Buenos Aires sin duda que hay que conocer”.

Los Candlelight tienen un largo recorrido por los escenarios más diversos, y menos convencionales: el Atomium de Bruselas, la torre Eiffel de París, el Burj Al Arab Jumeirah de Dubai, el Victoria Hall de Ginebra, el Central Hall Westminster de Londres, el Palau de la Música Catalana de Barcelona, las cataratas del Niágara, de Ontario, Canadá, y el SEA Aquarium de Singapur, entre muchos otros.