La extensa y entrañable historia en el cine de Rocky Balboa acaba de perder este jueves a una de sus figuras esenciales. A los 76 años falleció Carl Weathers, que encarnó en los cuatro primeros títulos de la serie creada por Sylvester Stallone al inolvidable Apollo Creed.

La noticia fue anunciada por primera vez por el representante del actor y confirmada poco después por sus familiares. “Murió pacíficamente mientras dormía –indica el comunicado oficial de la familia de Weathers-. Carl fue un ser humano excepcional que vivió una vida extraordinaria. A través de sus contribuciones al cine, la televisión, las artes y los deportes ha dejado una huella imborrable y su nombre es reconocido en todo el mundo, de generación en generación. Fue un querido hermano, padre, abuelo, socio y amigo”.

Weathers había pasado poco tiempo en el mundo del espectáculo cuando le llegó la oportunidad de representar al personaje más notorio y celebrado de toda su carrera. Antes de probar suerte en la pantalla se había ganado un nombre en el mundo del deporte a través de su carrera profesional en el fútbol americano de más alto nivel.

Después de Rocky todo cambió para Weathers, que con el tiempo se convertiría en uno de los pocos actores que logró destacarse compartiendo papeles estelares con dos de las grandes figuras del cine de acción de las últimas décadas, Stallone y Arnold Schwarzenegger, junto a quien protagonizó la aventura inicial de Depredador (1987), otra exitosa serie de gran continuidad.

El deporte, otra pasión

Weathers había nacido en Nueva Orleans el 14 de enero de 1948 y desde muy joven encontró a través de un doble y simultáneo desafío el sueño cumplido de una temprana vocación. De un lado llevó adelante una consolidada carrera en el fútbol americano como integrante de los equipos profesionales de los Raiders de Oakland (en Estados Unidos) y los Lions de British Columbia (en Canadá). Alcanzó ese lugar después de probar suerte desde chico en una lista muy variada de disciplinas deportivas como el boxeo, la gimnasia artística y la lucha libre.

Al mismo tiempo se propuso aprovechar todo el tiempo libre posible en su formación artística. Respaldado por un título de grado en artes dramáticas que obtuvo en la Universidad de San Diego, Weathers se sumó a distintas compañías teatrales de San Francisco cuando le tocaba estar fuera de temporada en el deporte. Y cuando se retiró del fútbol americano en 1974 decidió volcarse por completo al cine, carrera que inició con un brevísimo papel en Magnum 44, una de las películas de Harry el Sucio protagonizadas por Clint Eastwood.

Su consagración le llegó gracias a Rocky. Como el resto de las figuras del elenco de la película original, Weathers se ganó de inmediato al público como Apollo Creed, el campeón mundial de box que subía al ring con pantaloncitos decorados con los colores de la bandera de Estados Unidos, y como tal le dio una oportunidad a un desconocido retador de Filadelfia llamado Rocky Balboa en la película original de 1976.

Con el tiempo, respaldado en la simpatía que había ganado el personaje, Weathers fue convirtiendo a Apollo Creed en el adversario más noble e íntegro que tuvo Rocky. La relación entre ambos personajes se fue afirmando en las tres siguientes entregas. En Rocky II (1979) se produjo el combate revancha entre ambos. En Rocky III (1982), Apollo choca en el ring con Clubber Lang (Mr. T). Y en su última aparición (Rocky IV, de 1985), muere sobre el cuadrilátero por los golpes del peso pesado ruso Ivan Drago (Dolph Lundgren).

Weathers encontró en Action Jackson (1988) su única oportunidad como estrella protagónica de un film de acción. Todo lo demás en su carrera tuvo que ver con papeles secundarios que siempre desempeñó con eficacia, desenfado y mucho profesionalismo como representante de una larga serie de figuras que llegaron a Hollywood después de destacarse como profesionales del fútbol americano. Weathers integró una lista selecta de la que también formaron parte en diferentes momentos Dwayne Johnson, Burt Reynolds, Jim Brown, Fred Williamson, Mark Harmon y Terry Crews.

Además de sus apariciones frecuentes en películas de acción, Weathers también será recordado por su aporte al elenco de Happy Gilmore, uno de los primeros grandes éxitos de Adam Sandler. Allí personifica a Chubbs Peterson, el entrenador de golf del personaje encarnado por Sandler.

En esa película sufrió serias heridas mientras practicaba trucos de caída. “No lo supe hasta varios años después, pero en esa secuencia me fracturé dos vértebras, junto a otras consevcuenias. Hubo tres o cuatro años en los que sufrí un dolor insoportable”, le dijo Weathers en 2020 a la revista GQ.

Las películas de Rocky le fueron abriendo puertas al actor en Hollywood, sobre todo como estrella invitada en innumerables series clásicas de las décadas de 1970 y 1980 como Kung Fu, Starsky & Hutch, SWAT, El hombre nuclear, Cannon, Barnaby Jones, Las calles de San Francisco y Switch, y algunas producciones más recientes del mismo formato: The Shield, Chicago Justice, Colony y Street Justice.

Entre todas ellas encontró en los últimos años una nueva etapa de éxitos gracias a Greef Karga, el líder del grupo de cazarrecompensas de The Mandalorian, una de las series más logradas de todo el universo Star Wars. Por ese papel, Weathers consiguió en 2012 el único reconocimiento que le otorgó la industria de Hollywood a su trayectoria: una nominación al Emmy como mejor actor invitado en una serie dramática.

El público fue más generoso que la industria con Weathers. A sus papeles más conocidos sumó también un crédito muy importante como actor de voz en las películas de Toy Story a través de un juguete que era una extensión de sí mismo, Combat Carl. Y en la misma línea personificó una versión ficticia de su propia personalidad en la serie Arrested Development.

A Weathers le sobró músculo en los primeros tramos de su carrera. No tardó en mejorar ese atributo con mucha simpatía y una predisposición para la comedia que pocos imaginaron en sus comienzos. Para el final de su vida todos lo querían. Fue mucho más que el personaje que lo consagró de por vida, el primero con el que dio pelea en una carrera llena de éxitos y reconocimientos, y que encontró al mismo tiempo una continuidad a través de Adonis Creed, el hijo de Apolo que decide seguir sus pasos en el boxeo. De la mano del actor Michael B. Jordan, Adonis Creed es el protagonista de los capítulos más recientes de la historia de Rocky. Y mantiene en todo lo alto el recuerdo de Apollo, el gran personaje de la vida de Carl Weathers.