Carla Estrada: el fin de una era para las telenovelas en México
Con 48 años de carrera, Carla Estrada es una de las productoras de televisión más importantes de América Latina. Durante todo este tiempo ha sido responsable de muchos de los éxitos más grandes de Televisa, con telenovelas como 'Quinceañera', 'Alondra', 'Te sigo amando' y 'El privilegio de amar' y producciones de comedia como 'La parodia' y 'El privilegio de mandar'.
Esta semana, después de un par de días de especulaciones, anunció formalmente su salida de Televisa y aseguró que fue una decisión que tomó por motivos personales.
"Son muchos años de aprendizaje, de experiencia, les agradezco a toda la gente que sumó y restó, a toda esa gente que restaron me hicieron crecer, aprender y ser fuerte. Le tengo un eterno agradecimiento a esta empresa, me han dado la oportunidad de hacer lo que me gusta y disfrutarlos, de darle oportunidad a muchas otras personas", dijo en sus primeras declaraciones.
Pero aunque hoy es una de las productoras más famosas de la televisión, sus inicios no fueron sencillos.
El camino que abrió en las telenovelas
Llegó a Televisa con 19 años para trabajar como asistente de cámaras de Valentín Pimstein y muy pronto destacó y se convirtió en la primera mujer en convertirse, primero en directora de escena y, más tarde, en directora de cámaras, para la telenovela 'Vanessa', que produjo Pimstein.
"¡Qué atrevida es la ignorancia! ¿Cómo me atreví a decir ‘sí, yo dirijo’, cuando tenía veintitantos años y cuando mi ‘know how’ era corto, y me atreví a dirigir a Héctor Bonilla, a Rogelio Guerra, a Isabela Corona, a Lucía Méndez", reflexionó en una entrevista con Jesse Cervantes.
"Conforme van pasando los años te das cuenta de la gran responsabilidad".
Pero, pese a que tenía el apoyo de Televisa, sus compañeros en la producción no se la pusieron nada fácil.
Su primer proyecto como productora fue un programa llamado 'XE Tú', en el que vivió en carne propia el machismo y las dudas de sus compañeros por si corta experiencia.
"Fue un programa que duró cinco años al aire en primer lugar de rating. Fue el primer programa juvenil en México. Entonces ahí yo era coordinadora y mientras fuera coordinadora y trabajaba muchísimo todo estaba bien, pero de repente mi jefe tuvo a bien decirme ‘oye, tú estás haciendo las veces de una productora, vas a ser productora ejecutiva del programa’, y ahí comenzaron los problemas", recordó.
Algunos miembros de las producciones que dirigió en aquellos primeros años, recuerda, no le daban su lugar y, por el contrario, le ponían peros y trabas.
"Al principio era yo la más amada, ‘ay Carla, tu sonrisa, siempre estás de buenas’, todo era divino, hasta que comencé a crecer. Cuando comencé a crecer dejé de ser divina, ya no era la misma y comencé a tener mucha gente que me comenzó a atacar. No les parecía que yo tan joven en ese momento fuera ya directora y productora. Pasé una época, una década más o menos, bien fuerte", contó.
En más de una ocasión los técnicos no querían seguir sus órdenes y ella misma tenía que hacer labores de iluminación para que las luces en el set quedaran como ella deseaba.
Ahora, Carla recuerda aquellos primeros años como una anécdota que le dibuja una sonrisa en el rostro.
Finalmente, su trabajo habló por sí mismo y logró que la vieran como una productora capaz y talentosa.
Y agradece a todos los productores -Víctor Hugo O’Farrill, Reynaldo López, Valentín Pimstein y Ernesto Alonso- que fueron sus mentores y le ayudaron a dejar su propia huella en Televisa y en la historia reciente de la televisión en México.
"Televisa ha sido mi gran escuela en todos los sentidos, y también mi gran cómplice de vida", ha dicho.
Aunque anunció que las puertas para ella han quedado abiertas y seguirá trabajando por proyecto para la televisora de San Ángel, sin dudas este es un parteaguas para su carrera y también para los melodramas en México.