Carlsen abdica, China acaricia la doble corona

Madrid, 26 dic (EFE).- La abdicación del noruego Magnus Carlsen, campeón del mundo de ajedrez desde 2013, ofrece a China, dominadora del ajedrez femenino en el último sexenio, el reto de obtener la doble corona en 2023, cuya consecución recaerá exclusivamente en el introvertido Ding Liren.

China ya tiene a buen recaudo uno de los dos cetros mundiales, el femenino, pues el proceso hacia la proclamación de la aspirante oficial se redujo, al término de las semifinales, a una batalla entre chinas cuya vencedora en la final disputará el título a otra jugadora de la misma nacionalidad, Ju Wenjun, la actual campeona del mundo.

Cuando todo apuntaba a un desempate entre Tan Zhongyi, excampeona mundial, y la rusa Aleksandra Goryachkina, que juega bajo bandera FIDE por las sanciones a Rusia a raíz de la invasión de Ucrania, la china derrotó a su rival en la cuarta y última partida del grupo B, ganándose así el derecho a jugar, en la primera mitad de 2023, la final del torneo de candidatas contra su compatriota Lei Tingjie, vencedora del otro grupo.

La hegemonía china en el ajedrez femenino no se detiene ahí. Fuera del proceso oficial que desemboca en el título aparece la figura de Hou Yifan, número uno indiscutible de la lista femenina y la única jugadora que hasta octubre pasado ocupaba un lugar entre los 100 metros del ránking mundial abierto (hombres y mujeres) con un Elo de 2.638 que la sitúa actualmente en el 115.

Ceñirse también la corona masculina entrañará una mayor dificultad para la gran potencia asiática. Su candidato, Ding Liren, de 30 años, número 2 del ránking, tendrá al otro lado del tablero a un ruso dos años mayor, Ian Nepómniachtchi (número 3 del mundo), que ya tiene la experiencia de haber jugado un Mundial, aunque lo perdiera, y de forma casi estrepitosa, el año pasado contra Carlsen.

Bajo los rigores del verano madrileño en julio pasado, Nepo dominó en el Palacio de Santoña un Torneo de Candidatos que esta vez ocultaba un premio adicional: el segundo clasificado también pujaría por el título. Por entonces aún no era oficial, pero la renuncia de Carlsen a defender su corona por quinta vez era ya un clamor, a la vista de sus persistentes insinuaciones.

Y el beneficiado por la posterior renuncia del campeón acabó siendo Ding Liren. El jugador chino se presentó en Madrid a pecho descubierto, sin un equipo de ayudantes como sus rivales, después de haber superado engorrosos trámites para sortear las restricciones de viajes por la pandemia, y tuvo un comienzo dubitativo que probablemente cercenó casi todas sus posibilidades de ganar el torneo.

Pero el enigmático, introvertido y en apariencia frágil Gran Maestro de Wenzhou se fue asentando, sus resultados mejoraron conforme se desarrollaba el torneo y terminó haciéndose con la segunda plaza, a la postre tan valiosa como la primera.

Ding Liren, que estudió derecho en la Universidad de Pekín, logró merecida fama de jugador rocoso, casi imbatible. El 4 de noviembre de 2018, en su partida contra el neerlandés Anish Giri, igualó una marca histórica hasta entonces en poder del soviético -nacido en Letonia- Mijail Tal, al permanecer 95 partidas consecutivas invicto en ajedrez clásico.

Luego elevó su racha a 100 partidas, hasta que en noviembre de 2018, después de una serie del 29 victorias y 71 tablas, Ding fue derrotado en casa por el francés Maxime Vachier-Lagrave, que conducía las blancas en la séptima ronda del Masters de Shenzhen.

Dos años después Carlsen le quitó el récord con 125, que es la plusmarca en vigor, porque la racha del noruego terminó, en casa como le ocurrió a Ding, al perder contra el polaco Jan-Krzysztof Duda, su "bestia negra", el 11 de octubre de 2020 en el Norway Chess.

El año 2023 registrará, en cualquier caso, una disociación entre el título y el número uno mundial, que seguirá en poder de Magnus Carlsen. Su Elo de 2.859 le mantiene a salvo de toda contingencia (Ding Liren tiene 2.811 y nadie más supera la barrera de los 2.800).

La diarquía de facto en el ajedrez masculino regresará, por tanto, después de 12 años. Carlsen destronó al indio Viswanathan Anand en 2013, pero desde enero de 2010, y ya ininterrumpidamente desde julio de 2011, ocupó el número uno del ránking mundial. Nepo o Ding serán el nuevo campeón, pero el de Tonsberg continuará siendo cabeza de lista.

Desde que la Unión Soviética ostentó las dos coronas entre 1978 y 1981, entonces en poder del ruso Anatoly Kárpov y de la georgiana Maia Chiburdanidze, ningún otro país ha podido reunir ambos cetros en el ajedrez clásico.

China ambiciona hacerse por vez primera con el título masculino y Rusia recuperarlo después de 16 años. Desde que Vladimir Kramnik se lo cedió Viswanathan Anand en un torneo de todos contra todos celebrado en México en 2007, la escuela rusa persigue un rango que en los tiempos de Garri Kaspárov -campeón entre 1985 y 1993- parecía tener en propiedad.

José Antonio Diego

(c) Agencia EFE