Se casan Christian Sancho y Celeste Muriega: la propuesta de matrimonio, el reality sobre la boda y cómo será la luna de miel
“Increíblemente me caso. Casi medio siglo tarde”, dice entre risas Christian Sancho, que tiene unas semanas muy agitadas porque se casa por civil hoy, 6 de diciembre, mañana es la fiesta para 400 personas, luego se van de luna de miel a Punta Cana (República Dominicana) y a la vuelta se mudan a Carlos Paz para protagonizar, desde el 28 de diciembre, Bien argentino, en el Espacio Mónaco, junto a su flamante esposa, la bailarina y actriz Celeste Muriega. A la vuelta, en marzo, la pareja terminará de hacer la mudanza a la casa que ya comparten en Escobar.
A pesar de que tuvo otras dos parejas y dos hijos, Camille y Gael, es la primera vez que el actor se casa. “En el documento, hasta ayer todavía decía ‘soltero’”, destaca. Hace dos años, Christian y Celeste se conocieron haciendo Sex y el flechazo fue mutuo e inmediato. En una charla con LA NACION, y mientras graba el reality La boda del año, que se verá por eltrece a partir del 14 de diciembre, Sancho cuenta en detalle cómo creció el amor, por qué decidieron casarse, cómo será la boda y qué dicen sus hijos.
-¿La tercera es la vencida? ¿Por qué decidieron casarse?
-Más que la decisión de un compromiso fueron las ganas de celebrar este momento con familia y amigos. No vivo el casamiento como una obligación sino como una celebración que me sucede en este momento de la vida. El otro día hablamos sobre cómo surgió esa pregunta: ¿Te querés casar conmigo?.
-¿Y cómo surgió?
-Yo se lo pregunté entre patas de una función de Sex, la obra que hacíamos cuando nos conocimos. Durante un año hicimos una gira por todo el país y me di cuenta que es la mujer con la que quiero pasar el resto de mi vida.
-Entonces, desde que se conocieron pasan juntos las 24 horas del día...
-Exactamente. Estamos juntos 24/7, literal. Y si al cabo de dos años estuviste todo el tiempo con una persona y lo disfrutaste, me parece que lo mejor que nos puede pasar es seguir juntos y festejar. Siento que vamos a dejar de ser una pareja para ser una familia y está buenísimo tomarse el tiempo de pensar que queres vivir algo que nunca habías vivido. Ya tuve hijos, ya planté un árbol, me falta escribir un libro y casarme (risas). Es un lindo mensaje para mucha gente que llega a los 48, como yo, y piensa que la vida va a ser de una manera y va a terminar solo. Y no. Este amor me sorprendió gratamente. Hacía tres años que estaba solo y pensaba que no iba a volver a enamorarme y mucho menos casarme. La ilusión de que suceda siempre está. Y sucedió.
El civil es hoy miércoles, al mediodía, en Escobar. Y la gran fiesta es mañana en Jano’s de Benavidez. Están invitadas unas 300 personas, más otras 100 que se van a sumar después de la medianoche. No hay boda por iglesia, pero un amigo en común hará una pequeña ceremonia de unión. “Queremos que todas esas personas nos acompañen en este hermoso momento, y la única manera es que la ceremonia sea en el mismo lugar que la fiesta. Porque si te casás por iglesia, nunca pueden ir todos”, explica. Tan felices están Christian y Celeste que cuentan el paso a paso de la boda con un reality que se verá por eltrece, a la medianoche. “Vamos a contar el antes y el después, detalles de nuestra historia de amor, la organización del casamiento y el último episodio es la fiesta”, detalla. “La luna de miel es en Punta Cana y a la vuelta ya nos metemos en la temporada porque debutamos el 27 de diciembre con Bien argentino, en el Espacio Mónaco”, dice Sancho.
-¿Les da temor que la pareja se resienta trabajando y viviendo juntos?
-Produce un vértigo muy grande porque puede sucederte lo mejor o lo peor. A nosotros nos sucedió lo mejor y por eso nos elegimos. Ella ya había estado en el espectáculo que va a dirigir Ángel Carabajal y en el que yo soy el maestro de ceremonias, junto a Celeste. Va a ser una cena show, de miércoles a domingos, a las 21.30. Los dos vamos a protagonizar la obra de una manera distinta. La gente nos quiere mucho y nos desea cosas muy buenas, proyecta en nosotros el deseo de enamorarse porque tenemos un vínculo sano. Por otra parte, con Sex nos fue muy bien, entonces, sigamos trabajando juntos.
-Decían que tu hija Camille no va a estar en la boda, ¿por qué?
-Mi hija tiene 22 años y hace mucho tiempo que vive en España con su mamá (la actriz Valeria Britos). Estudia ingeniería química y está en época de exámenes. Si aprueba, el año que viene va a tener una realidad muy distinta en la universidad. La carrera que está cursando es muy difícil y se está preparando desde 4° año de la secundaria, haciendo cursos todos los sábados a la mañana. Le pone pasión y esfuerzo y para mí lo más importante es que cumpla su sueño. Cuando hablamos de la posibilidad de mandarle un pasaje para que venga a la boda, me explicó que se le complicaba con los exámenes. No puedo ser tan egoísta y, además, yo no tenía tanto tiempo para compartir con ella porque nos vamos de luna de miel y después a la temporada. ¡Cómo voy a hacerla venir para irme yo dos días después! Ya nos vamos a ver el año que viene si ella puede venir y si no viajaremos nosotros. No quería que se desenfocara de su objetivo, que es recibirse. Ya tiene su pareja en España, está con una muy buena persona al lado, un chico que estudia con ella y trabajan a la par.
-¿Conoce a Celeste?
-Si, por videollamada. Y tiene muy buena onda. El día de la boda vamos a brindar con Camille, porque de alguna manera va a estar.
-¿Y tu hijo va al casamiento?
-Sí. Gael (fruto de su relación con Vanesa Schual) tiene 13 años y va a venir a la boda, claro. Tengo un amor muy grande por mis hijos porque ellos son la razón de mi ida y me enseñaron el amor de padre, diferente al de una pareja. Me da mucho orgullo ser padre de una mujer y de un adolescente. Ser padre es lo mejor que me ha pasado. Con Celeste nos gustaría tener un hijo, más adelante.
-La familia está ensamblada, entonces...
-Sí, Celeste me conoció con dos hijos y es una mujer muy respetuosa que sabe mucho sobre la vida emocional del otro. Por eso nuestra pareja fluyó inmediatamente porque hubo entendimiento, compañerismo, amistad y cotidianeidad en la relación. Y cuando eso sucede, superás todo. Somos dos personas muy parecidas, muy luchadores.
-Viven juntos desde hace tiempo, ¿pero con la boda hay mudanza también?
-Sí, nos mudamos a otra casa, en Escobar. Pero eso va a ser después de la temporada. Ahora nos mudamos a Carlos Paz (risas).
-¿Te acordás de la primera cita con Celeste?
-¡Claro! La invité a tomar un helado, a la salida de una función de Sex, el 6 de enero, día que estrenamos. Conversamos durante tres horas, seguimos conversando el resto de los días y el primer beso fue unos días después, el 22.
-Un romántico...
-Si, me gusta. A veces me dicen que soy el último romántico. Yo me crié y me eduqué así. Por eso cuando nadie se casa, nosotros nos casamos y apostamos al compromiso. A pesar de que es más chica, porque le llevo 14 años, ella también conoce esto, porque es una mujer muy madura.
-¿Tenés otros proyectos?
-Sí, empiezo en estos días a producir un documental que se llama Las viudas de Nepal, que narra lo que vivieron y viven las mujeres cuyos maridos fallecieron construyendo los estadios de Qatar, para el mundial 2022. Hace años que me interesa producir, ya lo hice con una película que dirigió Mariano Argento y que va a estrenarse pronto. La dirección del documental es de Lita Stantic y está coproducido con los Estados Unidos. Empecé en Los buscas de siempre y en todos estos años estudié, aprendí muchísimo e investigué nuevos formatos porque entendí que si me estancaba en el concepto de aquel Christian Sancho de los 90 iba a quedarme afuera del sistema. Estudié periodismo deportivo y me gusta mucho el trabajo de investigación. Siento que el actor también tiene eso.
-¿Tu idea es trabajar detrás de cámara y despedirte del actor?
-Hoy me gusta hacer cosas que tengo ganas. Por ejemplo, hoy me llena de emoción hacer Bien argentino, un show hermoso con muchos artistas y música en vivo. Arrancamos el 2024 con mucha emoción. Está bueno estar de los dos lados del mostrador.