Si me casara otra vez, este es el ramo de novia de tendencia que repetiría
Fue el último día de septiembre del pasado año cuando me casé. Elegí todos los detalles y proveedores con sumo cuidado, pero en el ramo de novia deposité muchas esperanzas. Escogí cada flor al milímetro, como buena nieta de cordobesa y florista en la sombra que soy y en La Florería Huelva lo hicieron realidad a la perfección. Lo cierto es que me arrepiento de muy poco de ese día (aunque sí del calor que hizo en Sevilla a finales de verano, que obviamente no pude controlar) y me consta que del diseño floral que elegí será muy difícil que me arrepienta. Es este formato el que más me gusta, uno que ahora es tendencia y que repetiría sin parar si pudiera volver a celebrar mi enlace. Me refiero a los ramos de novia con cascada de verdes, especialmente aquellos que emplean tonalidades pastel o sorbete. Me fascinan porque son femeninos, algo salvajes, vistosos y delicados. Y, a juzgar por lo que triunfa en las redes sociales, no solo me encantan a mí.
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Flores de temporada
En mi ramo de novia aposté por las variedades florales de temporada, las diferentes alturas y las flores con movimiento. Josechu Llanes hizo el resto y buscó cada uno de los tallos y verdes que le había pedido. Llevaba romero, porque mi marido es rociero y parte de mi familia también; había olivo (que también tiraron a la salida de la iglesia) porque da buena suerte y es el árbol que siempre estaba en las casas de mis abuelos y del que se obtiene el aceite del que participa parte de mi familia. También había rosas de jardín inglesas, como homenaje a los veranos de mi infancia que pasé en Inglaterra e Irlanda; además tenía una hortensia azul en recuerdo al camino de Santiago y a mis visitas familiares a Cantabria; había nardo como flor típica de la Semana Santa sevillana; estaba la flor conocida como cresta de gallo de terciopelo, que mi marido me envió en un ramo cuando yo estudiaba en Madrid; tenía ranúnculos, que me fascinan desde que escribo sobre bodas; contaba con delphinium como guiño a la decoración de la iglesia y con helecho, que teníamos en el patio de casa de mi madre.
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Puro romanticismo
Tulipanes, claveles, rosas y esparraguera se dan la mano en este ramo de novia de L'arbre Flors que es capaz de captar todas las miradas. Un diseño en el que los verdes con caída tienen un papel secundario, pero también aportan ese toque de movimiento que tanto gusta a las prometidas actuales. Esta novia lo utilizó como accesorio para acompañar un vestido de novia de Sophie et voilà para el multimarca selecto Tousette, en su boda en Casa Benigalip.
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Tonos pastel
El ramo de Eva, de tallos largos, nos demuestra que sumarse a la tendencia de los ramos con cascada no tienen necesariamente que ser grandes. Pueden incorporar algún verde con caída y dejar el protagonismo a variedades con longitud. El suyo es un diseño de Andaluflor, para acompañar un vestido nupcial de Rafa Valverde.
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Ramo semicircular
La boda de Arancha ha dado la vuelta a Internet. Su diseño de Laspiur Atelier, la firma madrileña de la diseñadora Paula H. Laspiur, es romántico y de inspiración vintage. Una propuesta con tintes históricos para la que su ramo sermicircular de tendencia es el mejor complemento más apropiado. El diseño floral, obra de Mosquet, ha cautivado por su forma y por su cascada de verdes (con notas de rosas pastel).
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Con notas rosadas
Uno de los ramos de novia más virales del 2024 fue este de la casa cordobesa Pinsapo, un diseño con notas rosadas en forma de rosas y ranúnculos y con la cascada de esparraguera que más gusta a las recién casadas más estilosas. "Teresa fue una de nuestras primeras novias de este 2024 , con ramo de lo más silvestre y aireado era el complemento perfecto al precioso vestido de Navascués junto a la diadema familiar que llevaba", apuntaba la casa floral en sus redes sociales.
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A diferentes alturas
Un ramo colorido y especial suma puntos si se emplean tallos a diferentes alturas. En este diseño floral de tamaño XL ideado por Florenea, los colores apagados se mezclan con el blanco y verdes con longitud. Una propuesta que da un aire diferente a cualquier look nupcial sencillo.
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En naranja
Jugar con el efecto cascada pasa, también, por dar rienda suelta a la imaginación. En Pétalo, la floristería sevillana de Matilde Romero y Micaela Alarcón, las flores son una materia prima transformable. En sus espectaculares ramos de novia de aspecto silvestre y mucha caída, no solo destacan verdes colgantes, también ramas con flores y mucho movimiento, en ocasiones naturales y otras veces, creadas de forma sutil con las propias flores para lograr el mismo efecto.
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Colores de otoño
Como recién recogidos del campo, los ramos de novia que más gustan a las novias actuales tienen un aire relajado, irregular e informal, que aportan notas de autenticidad al estilismo. Muestra de ello es este diseño capturado por el objetivo de Kiwo: "Marta, maravilla de novia vestida por Helena Mareque con capa artesana pintada a mano por Genoveva Hita. Una boda preciosa organizada por R de Marcela y con flores de El Taller de Lucía", señalaban en su perfil social.
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En clave exótica
Más allá de los formatos más clásicos o silvestres, la tendencia de los ramos de novia con cascada puede declinarse en versiones menos habituales y más exóticas. Ejemplo de ello es este diseño floral con tonos lila, verdes, blancos y anaranjados, ideado por una reputada florista de Ohio, Kate Rutter. Una propuesta con variedades que triunfan en la red: clemátide, ajo, amaranto, anturio y ranúnculos.
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De jazmín
Los ramos de novia semicirculares hacen que toda la atención se fije en los verdes que caen. Ramas con mucho movimiento que se colocan en forma de media luna y hacen que el look adquiera un aspecto más moderno. El de la imagen, diseñado para una boda en Dehesa Bolaños (Cádiz) para una novia llamada Lucía, interiorista y experta en arte floral, es un trabajo de ella misma elaborado por El taller de los detalles y Violeta Gladstone.
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Contrastes delicados
Elena Suárez and Co. cuenta con una amplia experiencia en este tipo de ramos 'con vida propia', caída y puntos de luz, en los que los delicados contrastes son protagonistas. Un diseño floral con colores rosados, con jazmín y esparraguera o helecho plumoso en cascada, que casa a la perfección con looks relajados, vaporosos y fluidos.