Yahoo Estilo Cepillín y la historia del show con narcos que su hijo revivió como si fuera un chiste
Cepillín, o el hombre detrás de él, Ricardo González, alguna vez le dijo a su hijo que mantener la esencia de su personaje, la del inocente y blanco payasito de la tele, era muy complicado, pero romper su imagen, era demasiado sencillo. Lo ha demostrado su heredero, Cepi, al hablar de uno de los episodios más turbios de su famoso padre.
Se trata de aquellas actuaciones que dio a conocidos líderes del narcotráfico en México. En vida, el presentador de televisión reconoció que lo contrataron para entretener a sus familias, fueron generosos con la paga y que solo se dio cuenta de quiénes eran cuando los tenía enfrente. "El artista va a donde lo contratan (...), no dice '¿para quién?'; tú vas y cobras. Yo soy un payaso, no policía, ni fiscal, ni Ministerio Público", argumentó en aquel momento.
Pero ahora Cepi, Ricardo González Jr., contradice a su difunto padre al asegurar que se trataba de algo normal y que siempre supo con quién se presentaba.
González Jr., acompañado de su hijo, Cepillín Jr., se encontró con el locutor Gabriel Roa para hablar de la trayectoria del icónico payaso, el peso y la responsabilidad de conservar su legado, la convivencia familiar y otras anécdotas.
Pero tal parece que para Roa eso no era suficiente, pues en un momento de la entrevista les hizo saber que debían pasar de las "cosas bonitas" a las fuertes, "es decir, que los haya contratado un narcotraficante".
Fue en 2018 cuando Cepillín habló públicamente de sus razones para aceptar esos trabajos. "Mis hijos tienen que comer", dijo. Ahora su hijo le resta importancia al considerarlo una oportunidad más de trabajo que a cualquiera se le puede presentar. "No lo veo como fuerte, sino como normal porque vas a todos lados. Me tocó ir a fiestas de presidentes e igual acá (con el narco), con la diferencia de que con el presidente íbamos gratis y la otra sí nos pagaba".
"Con el Señor de los Cielos (Amado Carrillo), bien buena onda, lo conocí en una fiesta", confesó Cepi.
Roa, por su parte, contó que también tuvo la oportunidad de tratar a Carrillo en un restaurante y al parecer lo maravilló su buen trato.
De acuerdo con un perfil de la DEA, Amado Carrillo era un hombre astuto, despiadado con sus enemigos, mujeriego, que le gustaba el alcohol y la coca, y al mismo tiempo era generoso con los suyos. Contaba con la protección de las autoridades mexicanas y desbancó a los cárteles colombianos en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Pero esa peligrosa figura no inhibió al payaso y así lo hizo saber su heredero al contar como Carrillo lo cateó en su encuentro. "Por primera vez mi papá lo conoce y lo abraza, (y Carrillo) lo abraza y baja sus manos para ver si no traía algo. 'Nada más estaba viendo si...', 'sí traigo una (pistola), pero es de agua'", relató como una anécdota divertida.
También descartó haberse sentido atemorizado en esas presentaciones. "A nosotros nos decían '¿no tienen miedo?', si no le daba miedo que fueran y los agarraran, 'no, ustedes se dedican a lo suyo y yo a lo mío'. Mi papá decía 'la vida, mi vida, no se hizo en un día'. Nunca tuvo un temor, '¿y si llegan un día y los barren?', 'ya ni modo, ya me tocaba', porque podía pasar en un tipo de fiestas así, pero nunca tuvimos ninguna mala experiencia", precisó.
Una vez saciado el morbo de Roa, la conversación giró a otros temas, pero nadie parece reparar en lo normalizado de la experiencia, que era un tema ya expuesto por el actor.
